Tus ojos sangran de dolor y melancolía.
Mis dioses te atraparon desnuda
En aquella calle,
No pude esperar más de ti…
Que un simple flechazo.
La voz ha ora suena en un cielo oscuro lleno de almas perversas,
Mientras tu cuerpo es sepultado
En aquel cementerio de rosas negras
Que cubrían tu piel…
 

Por un instante tus alas
Se inmovilizaron  y se hicieron polvo,
Mientras yo corría
Tratando de encontrar
Un minuto de silencio.
La luna reflejaba el sentido
De mis ojos…
y entre las tumbas decidí
Beber tu sangre a la media noche.
Mis sueños terminaron y
Tu rostro fue borrado
Como una goma en un papel…
 

Las gotas volvieron a caer
Abriéndome esa oscuridad
Que me atrapaba de la luz,
Mientras los vientos
Me retenían como una voz de mujer.
Eternamente me deje llevar
Como las hojas del  otoño.
 

Mi sangre broto
Como aquellas brisas
A lo lejos del cielo…
Cantándome al oído
y escuchando los versos más tristes
De aquella noche estrellada…
Deseaba volar a lo lejos
Y encontrar tu terso aliento,
Solo deseaba…
¡Yo!
No podía resucitar aquella flor
Que marchito en aquella noche.
Por más que buscaba tus rastros
 No los encontraba,
Solo miraba en mi interior
Fuerzas y valor
Para seguir caminando
Sin importar que un Ángel
Había caído
Desboronado en un instante.