Bajo el brazo llevaba
una escalera de pájaros
bajo el brazo una escalera
con molestia de aleteo
sucia y oliendo a gallinero
Cargándola cielo arriba
nunca la traía de vuelta
la dejaba al extravío
ya muy tarde
contra el fragor de una estrella
-decían los más benévolos-
o en el peor de los casos
subiendo y bajando
por la calle a los tumbos
alcoholizado y oliendo a tren viejo
-sostenían los amores de otro tiempo-
Una escalera a la que le cantaban
pájaros de tatuajes azules
heridas de tus ojos y no te veo
mal de amores que por bien no han venido
y un roer de clavos y alas
mal encajadas en la espalda
cuando viene mintiendo en promesa el cielo
Bajo la piel le andaba
una rebelión de recuerdos
bajo el corazón una ausencia
con síntomas de picoteo
roja era la victoria
y el pueblo en las calles con banderas en vuelo
Ahora que nos emparda el invierno
somos del mismo perfume a sombra
bajamar de derrotas con manos en luto
y sí el nombre del amor
sabía a flor azucena rosa lila nomeolvides
hoy ya ni me acuerdo
Como cruz al hombro llevaba
una escalera de pájaros
sobre la espalda una escalera
con instinto de águila o benteveo
desplumada y deseando un milagro
Cómo escalar el cielo
entre pétalos que vuelan
izar el sol por la madrugada
darse una vuelta sobrevolando el barrio;
aligerarse los intestinos sobre la comisaría
y buscar a laura por todos los confines
y encontrarla en los alrededores de un sábado
y espiarla desnudándose antes del baño
y nunca más volver a la tierra
con el pecho arrasado por todas esas miradas
que aún así juran y perjuran
que un hombre jamás ha volado.