Vienen de lejos, llamándonos a esta costumbre de vivir siempre anhelando la presencia de esas madrugadas convertidas, alrededor del Sueño, en rebeldía incontenida; con el amor grabado a sangre y fuego es esta especie de rumor. Y, en medio del silencio, la dulce mujer de las palabras que tienen en su interior verbos jugando como niños, construyendo un calor que me golpea el alma para saciarme de tiempo transformado en fiesta floral. Los poetas siguen cantando...

A lo lejos, la caminata errante de los que viven de verdad, es la sincera propuesta de unos ojos de mujer que nos han dejado exhaustos. Es necesario continuar con las palabras hacia dentro de la vida nacida en el calor de los misterios del alba...

Yo entro en "Doña Bárbara", pido el consabido café con leche, enciendo una "fortuna" imaginaria y me pongo a pensar en ti. El Yayo está escribiendo unas cuantas palabras. Hace fresco. Cierro mi diario y observo a "Chamby" lamiendo un helado. Ellas, las palabras, me siguen viniendo de lejos e introduciéndose dentro de mi Vida.