Aquí con el corazón y la memoria
casi muertos, cuando casi todos me creyeron desbozado     O un imberbe rastro esfumado de lo que fue ceniza    Paso, para dar un hasta luego a los que aún convidan a la luna     A sentarse en sus mansos manoteos de plataPara decir que el camino es uno con la vida Y tamborilear con ellos al pie de los faroles lobregos    Que nos lleva está ruta de la erranciaY saludar a aquellos que, alguna vez, intensamente me siguieron  Cuando exploraba junto contigo al lado de las arboledas.   Ese mismo sol rojo a todos aún nos cubre     Mientras sigo las sombras de tu tez  y a tu talle De espiga inquieta, siempreviva, sonriente,  Que sigo mientras todo despuebla al universo  Y se alzan los muros cuando voy a alcanzarte.