Inevitable
Publicado en Nov 20, 2021
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Me sentí atraído, más bien impulsado, como si una soga invisible me estuviese empujando hacia el desastre.
Si es que miro atrás, como en alguna clase de retrospectiva, diría que no hubo forma de evitarlo. Y antes de que nuestros mundos colisionaran por una última vez, pensé en todas las razones para no hacerlo.
Sé que solo fueron cinco minutos en ida, de una habitación a la otra, sin embargo, parecía que estos cuatro años que pasamos juntos; risas, citas, peleas, desencuentros, abrazos y besos, eran simples momentos que iban a terminar con una sola conversación. Y pensé en la flor que me regaló mientras vimos el sol ocultarse tras el horizonte. También recordé las infinitas veces que sonreía al irme a buscar a la casa de mis padres, y un nudo se ató fuerte en mi garganta.
Una parte de mí sabía que tenía que ponerle fin a la agonía. Se sentía casi como caer de un precipicio, al vacío, pero nunca dejábamos de caer. Una caída libre perpetua. Y ninguno de los dos merecía vivir así. Pero, por qué tenía que ser yo quien le pusiera fin.
Quizá, si posponía esos cinco minutos, si solo me limitaba a entrar en la habitación y lo abrazaba, tal vez todo sería distinto. Podríamos haber seguido juntos. No obstante, ya habían pasado semanas, meses de seguir intentándolo, y seguíamos cayendo.
Juro que no quería ser el verdugo de nuestro amor, y una partecita de mí lo odió por haberme dejado serlo.
Entonces, entré en la habitación. Nuestras miradas se encontraron y parecía que finalmente salíamos de la oscuridad de un bosque tenebroso en el que estábamos atrapados. Pero, no hubo ningún hechizo mágico, hada o fenómeno sobrenatural involucrado. Solo me senté junto a él, ambos respiramos hondo y sentí cómo el aire simplemente se esfumó de la habitación.
Más allá del amor, tenía un montón de razones para no hacerlo. Tocar sus manos suaves como terciopelo, los tecitos que me servía cuando parecía que todo se iba a la mierda. Sus palabras de aliento y sus caricias tras mi espalda al reunirnos con nuestros amigos. Nuestras conversaciones telepáticas, los datos curiosos para romper la tensión, su compañerismo en los viajes que planificamos e hicimos y las noches de borrachera. Tomando todo eso en cuenta, entonces, ¿por qué nuestro amor llegaba a su fin?
Me tomó la mano como suele… solía hacerlo, cuando sabía que algo no andaba bien, y la voz se me quebró. Incluso antes de arroyarlo con mis palabras torpes, explicándole cómo fue que crecimos hacia lugares distintos.
Y debí haberle pedido disculpas por todo el daño, las noches en vela, los dolores de cabeza y las heridas del corazón. Debí haberle dicho que lo amaba a rabiar, pero dije palabras necias que sigo sin comprender, aunque nadie las quería oír.
Por qué me dejaste continuar, me gustaría preguntarle, no obstante, con el dolor de mi alma, sabía que también quería terminarlo, sin manchas en sus manos. Y así fue como mil pedazos del corazón volaron por toda la habitación.
Me parece increíble que aún con todo ese gran ramo de razones para no terminar, no había otra opción, ningún mundo paralelo o salvación. Solo poniendo punto final a nuestra relación podríamos devolverle la vida al tiempo que se detuvo cuando nos conocimos.
Tal vez los siguientes cinco minutos; días, semanas o meses, no fueron fáciles para él ni para mí, pero, ya éramos libres, con un inmenso universo de oportunidades frente a nosotros.
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Foto del autor Mitzio Antonio
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Descripción

Me sentí atraído, más bien impulsado, como si una soga invisible me estuviese empujando hacia el desastre.

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Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (2)add comment
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Marìa Vallejo D.-

Hola Mitzio, tantico ausente, pero eso sí, leyéndote cada vez que puedo.

Tal vez los siguientes cinco minutos; días, semanas o meses, no fueron fáciles para él ni para mí, pero, ya éramos libres, con un inmenso universo de oportunidades frente a nosotros. nosotros.
Este final con esa palabra LIBRE diluye cada verso que quiso estrangular la razón en algunos momentos.
Buena historia.
Abrazos
María
Responder
November 20, 2021
 

mitzio antonio

Gracias, Marìa, espero que estés bien y que tu ausencia se relacione solo a tu bienestar. Y gracias por pasarte y leer estas historias que se me ocurren.

¡Un abrazo y muchos cariños!
Responder
November 24, 2021

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