La gran farsa.
 
Diseño de colmena,
nada natural,
dicen que
ahora corre 
por el torrente
de miles de respirantes,
antes, piel de melocotón,
a los que ahora
se la han tornado 
como chasis de robot.
 
Formas claras,
redondeadas y elípticas
no identificadas
bajo una microscopía
navegan sin pasaporte
después del disparo
en la oscuridad
con la marca de la bestia
en el brazalete 
como si volvieran
los Tiempos de la Estrella
a la vista.
 
Todos convertidos
en potenciales
pollos al horno
con una etiqueta verde
corcheteada en el ala
bajo la influencia
del rostizador
camuflado de palmera
en medio de edificios y casas
esperando a que cometas
una equivocación de juicio
para aumentar la frecuencia
y apagarte la señal.
16.09.2021.