Sentada en la taza del váter en una de las habitaciones de aquel rancio hotel, le daba la última calada a su cigarrillo .
A su lado en una especie de mueble tocador tenía una botella de Jack Daniel's, una bala y un revólver.
Cogió el arma y mientras la cargaba se fue dirigiendo hacia el dormitorio hasta quedarse en frente de un espejo de pie que la reflejaba.
Mientras se miraba resbalaron por sus mejillas lágrimas de dolor al encontrarse de nuevo aquellos fantasmas que la atormentaban y animaban a hacerlo,al recordar todos los motivos de su agónico estado, los seres que la traicionaron y dañaron y nunca pagaron ni se arrepintieron de ello.
Habría llegado el momento por fin de dejar de sufrir ? 
 
Apuntó a su sien y apretó el gatillo.
No salió bala. Cayó en bloque derrumbada al suelo y empezó a llorar desconsoladamente pero pocos minutos después reaccionó ante lo que acababa de suceder . 
Acababa de librarse de su propia muerte ?
 
Aturdida se volvió a incorporar y a poner  frente aquel espejo con aquellas malditas sombras revoloteando y burlándose  insistiendo de nuevo en acabar con ella.
 
Esta vez apuntó y disparó al espejo haciéndolo añicos casi en el acto.
Un remolino eléctrico hizo mover las cortinas dejando la habitación en un silencio sepulcral.  
Desaparecieron las sombras y dejó de sentir aquel sentimiento de culpa, congoja y miedo.
Se sintió liberada y en paz con ella misma. Salió de allí fuerte y renovada,  preparada hacia un nuevo comienzo, transformada en la mujer que nunca nadie creyó que sería ni siquiera ella misma. 
 
Esta vez se iba a joder el mundo y los fantasmas porque había nueva "loca" para rato.
 Fin.