Yo no quiero vivir esto, hoy escribo esto completamente congelada, no se qué hacer y aunque hay un mundo detrás y delante mío, me siento completamente paralizada como dormida y aunque todos los días trato de dar lo mejor de mí, me cuestionó muchas cosas, me cuestionó como he crecido a pesar y debido a la crianza que he tenido, me la paso fantaseando cosas, siento que la motivación está aquí, está a punto de salir.
Hoy tengo muchas más oportunidades que hace 10 años, pero a veces todavía esa soledad me pesa, corrijo el sentimiento de abandono y soledad me avasalla. La gente a mi alrededor me ama y he podido tener sentimientos verdaderos y espontáneos y los he podido expresar, esta parte por fin la he podido activar, el adormecimiento, las toneladas de emociones negativas y los gritos con exigencias, opiniones negativas, sugestivas y subestimantes aún permanecen, creo que he aprendido a vivir con ellas, son las mismas que aconsejan cuando tomo decisiones importantes, pero que he siento que he podido taladrar para encontrar oxígeno, como una densa capa de cemento que no me dejaba respirar, por eso la analogía.
 Todo lo que había sido un lugar seguro en algún momento, hoy no lo es más, porque fue lo que me sirvió en ese momento, hoy estoy buscando esos sitios y quizá por eso mi momento de frustración y que escribir esto lo alivia, las personas con las que intento relacionarme solo me provocan un sentimiento de insatisfacción, decepción y mi equilibrio emocional fluctúa. Todo esto siempre regresa a lo mismo el sentimiento de abandono, pero no dejo de intentarlo, vaya que lo he intentado, hasta que ya no… y aún así llegaron opciones, pero no dejo de sentir lo mismo, he cambiado, ya no soy reciproca, soy egoísta e indiferente y eso también duele en silencio, pero duele porque no quiero que sea parte de mí.
Entonces ¿cómo resolver este desbarajuste? Para mí y lo escribo con un nudo en la garganta, fue conocer mejor a mis padres y mis abuelos, revisar los eventos más importantes en mi vida, entender y tratar de ser lo más comprensiva conmigo con respecto a mis errores y ver asombrada como mi autoestima creció y al mismo tiempo, quebrada la ilusión del feliz por siempre y con ello, el felices por siempre… como perduran estas ideas a pesar de todo.
A veces pienso que tengo algunas opciones, luchar contra mis ambiciones, hacerme más pequeña dentro de mi cabeza, una lagrima se asoma en mi ojo, creo que aquí es donde me doy cuenta que la masa de cemento pesa más y no puedo sola con mis fuerzas. A veces pienso que debería solo irme y empezar de nuevo. En fin, terminaré este escrito así como comencé, me siento estancada y paralizada y me culpo por tener estos sentimientos y emociones cuando debería solamente aprovechar las oportunidades y dejar de sobrepensarlo todo, pero no puedo evitarlo, tengo miedo.