10.11.03
Me abrazas, pero…
Mientras dormía el galope de un corcel blanco interrumpió mi sueño, desperté y pude ver a  la joven Dafne, ella se acercó y me abrazo, me pidió ser su compañero de viaje, no niego que la felicidad me embauco y eternas fantasías invadieron mi mente, pero no pude aceptar. Yo solo le dije:
Me alagas, pero soy un poeta y caminante solitario, me aterra la idea de algún día ser un amargado, me agrada estar solo, me alagas bella joven, pero mi camino es solitario y con un acompañante mis pensares y experiencias cambiarían su certero rumbo.
Ella me miró y dijo :
No importa, tú caminas al sur, entonces yo marchare al norte y conoceré tus tierras y le diré a tus familiares que te encuentres bien y sin problemas, hasta pronto errante, como una vez dijiste, nos volveremos a encontrar e historias en una fogata a la pampa libre nos hemos de contar y gracias por despertarme a la realidad…
Y así emprendió galope, perdiéndose de mi vista, y yo eleve una oración al cielo, al señor, pidiendo luz y bien en su camino.