Reencuentro
Publicado en Feb 07, 2021
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Volver de las Orión a la tierra,/
luego de mil vidas,/
al perverso edicto de Eros
siguiendo el designio de un juez de mano implacable./
 
No puede saberse
si el habernos reencontrado/
sea designio de ángel o demonio,
pero tuvo la fuerza de lo inevitable./
 
Te escribí  el número de mi corazón/
apostando todas mis certezas/
a que no te atreverías/
a romper mi signo solitario/
con que fui marcada al nacer/
por una suerte 
de profecía ridícula/ 
que se me antojó./
 
Pero te atreviste,/
rompiste uno a  uno/
todos mis hologramas preconcebidos/
y me llevaste contigo,/
en el bolsillo de tu corazón./
 
 
A veces/ 
parece que me pierdes/
olvidada por ahí./
Vas y vienes/ 
mientras te espero furiosa / 
en medio de mi muy real desierto imaginario 
que me envuelve/ 
mi soledad autoprogramada./
 
 
Como si no supiera/
de la inmutable voluntad de todas las cosas/
porque así/ 
un juez de mano implacable
lo planeó.//
 
29.01.2021.
 
Foto del autor Oriana De Gonzalo
Textos Publicados: 200
Miembro desde: Aug 10, 2010
3 Comentarios 199 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Cuando el reencuentro es inevitable.

Palabras Clave: Orión Eros juez implacable corazón.

Categoría: Poesía

Subcategoría: Romántica


Creditos: Oriana Di Gonzalo

Derechos de Autor: Oriana Di Gonzalo


Comentarios (3)add comment
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María José Ladrón de Guevara

Cuán bella forma para plasmar certezas innegables, utilizando sutiles fragmentos de realidades y culpas endosables al juez.
Reconozco francamente un enorme talento.
Saludos, Oriana.
María José.

(Me agradaría un recibo de tu parte)
Responder
February 08, 2021
 

Oriana Di Gonzalo

Gracias, María José. No había visto tu mensaje/comentario sino hasta ahora.
El juez tiene la culpa de todo, como siempre.... ¿Te imaginas que la vida fuese solamente así?
Culpar a un ser imaginario por todos los resultados de nuestras decisiones que tampoco serían nuestras decisiones, si no más bien actos guiados como por cuerdas invisibles de un titiritero.
Todo estaría resuelto de ante mano, aunque el resultado final tal vez seguiría siendo una incógnita.
Me pregunto, si igual manera seguiría valiendo como Vida una realidad así.
Por lo demás debo agregar, en honor a la verdad, no todo es mérito mío, si no que es compartido con mi profesor del taller de Poesía que corrige y pule mis textos.
Me pregunto, si igual seguiría valiendo como vida una realidad así.
Un gran saludo.
Atte.
Oriana Di Gonzalo.
Responder
February 12, 2021

María José Ladrón de Guevara

Como primerísimo término me agradó honestamente el que te hayas tomado el tiempo para responder.
Lo segundo, comparto la inquietud que haces acerca de imaginar una vida donde todo se nos entregara resuelto. En nuestra lengua local le llamaríamos FOME.
No obstante, cuando menciono esas culpas endosables al juez, me refiero a los jueces externos que normalmente intervienen en nuestro vivir, quienes nos juzgan a través de sus ideas subjetivas y no de nuestros ideales objetivos.
En mí modo de construir una existencia interesante, desafiante, entretenida y dichosa, ha de estar presente por encima de todo nuestra consciencia, a quien debo someter toda mi obediencia y es ella el producto de un paulatino existir bien aprovechado, aceptando que muchas veces es afortunado.
Para terminar, jamás aceptaría un titiritero en mi vida, pero no puedo dejar de reconocer que existen factores ajenos que fuerzan el desarrollo de nuestras existencias.
Un profesor no es un juez y estoy segura que el tuyo debe sentirse orgulloso de tu talento y de su oportunidad de participar en él.
Gracias, también, por darme a mí la oportunidad de contactarme contigo.
Un abrazo.
María José.
Responder
February 12, 2021

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