27.08.02
Es un día inspirador.
La tormenta continua  y el viento sopla con todas sus fuerzas y yo estoy aquí en una sala del liceo, solo, escuchando “Tierra santa” mirando a través de la ventana y al hacerlo desde mi tristeza nace lo siguiente:
Las nubes cubren los cerros y el agua cae con fuerza sobre la tierra, estas son negras y se mueven a la velocidad del ahora imponente viento, el aire es helado y este es un día inspirador para disfrutar en mi silencio y en el llanto.
El día recuerda a aquella magia medieval que tengo encerrada en mi mente, en tierras oscuras donde la luz del gigante amarillo se perdió antaño y en donde la luz de la dama nocturna no se ha disipado jamás, aquí en donde solo existe maldad y putrefacción, donde al caminar se puede sentir el olor de la carroña que comen las negras aves de rapiña.
En estas tierras perdidas, en libros de escritores tan famosos y geniales como Tolkien pienso y esto se asemeja a los pensares que ahora habitan mi corazón, aquí donde el llanto es risa y la risa es maldad de ver engañada a una persona con los sentimientos casi falsos que le entrega el poeta a veces lleno de mentira y casi nunca verdadero.
Es un día inspirador y lo disfrutare sintiendo caer el agua helada en mi cara y disfrutando la magia sin límites de mi pensar.