23.08.02
Se enojo mi princesa.
Estábamos juntos y me dijiste que hoy te ibas a tener que ir más temprano y yo te dije; Ándate po… pero en tono de leseo y te lo tomaste a pecho y rajaste, luego fui donde estabas y me dijiste;
-           ¿Se te perdió algo?
-           ¿Por qué se me enojo?
-           No, chao no más…
-           Chao, pescao.
Ahora que lo pienso nuevamente perdiste algo, yo pensaba que no eras como las demás minas y durante tres meses no lo fuiste, pero ahora me di cuenta con esas palabras que eres como el resto y eso fue lo que perdiste, lo especial que tenías, ahora eres común y corriente, me duele que hayas reaccionado así y esto engrandeció más aun el dolor que me ahogaba.
Se enojo mi bella princesa y eso me dolió, pero tú no eres aún capaz de comprenderme y jamás puede que llegues a hacerlo. Miro a través de la ventana y me voy a un pasado glorioso a tu lado y luego vuelvo al presente y me doy cuenta de que esa gloria la perdiste.
Se enojo mi bella princesa, bueno que le voy a hacer, usted se enojó producto de algo que no tenía motivo ni importancia, me duele algo en el interior, por lo que dijiste, pero al diablo con todos en general sin que nadie se quede, estoy enojado y los mando a todos a la mierda.
Bueno lectores esta es otra página de mi vida que quedará en el pasado sin que nadie la lea, ni yo, ya que ahora escribo y luego doy vuelta la hoja y dejo todo en el pasado, ¡enojona!, ¿cuándo yo me he enojado por una mierda tan insignificante?