SAMAN: Halloween no es yanqui
Publicado en Oct 28, 2020
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Todas las festividades de hoy en día tienen su origen en el principio de los tiempos, pues la mayoría sirven para explicar un fenómeno del mundo o marcar una fecha vital en el calendario. Es decir, una festividad se crea con la intención de entender algo y conmemorarlo: la muerte, la vida, la cosecha, la luz, el nacimiento, etc. Y de todas esas tradiciones, nos han llegado vestigios evolucionados, perdiendo quizá en muchos casos el foco de la fiesta y a menudo convirtiéndose en una oportunidad para divertirse sin pensar en su significado.
Y si hay una festividad que despunta en este mundo, perdiendo su significado y gozando de una plena salud en en un ambiente capitalista de consumismo y globalización, esa es Halloween, una festividad querida y odiada a partes iguales, rechazada por su vertiente consumista, y que sin embargo, podría sorprendernos su origen cercano y su bonito significado.
Halloween es contracción de All Hallows' Eve, «Víspera de Todos los Santos», también conocido como Noche de Brujas o Noche de Víspera de Difuntos. Es una celebración que tomamos por moderna, y que sin embargo es resultado de la cristianización de la fiesta del fin de verano de origen celta llamada Samhain. El calendario celta dividía el año en dos partes: la mitad oscura, que comenzaba en el mes de Samonios (noviembre), y la mitad clara, a partir del mes de Giamonios (mayo). El Samhain o Samaín marcaba el final de la temporada de cosechas, del verano, y el comienzo de la estación oscura. Es considerada por algunos expertos como el año nuevo celta.
Después de que los romanos conquistaran gran parte de los territorios celtas, aseguraron su permanencia mediante la asimilación de festividades primigenias, emparejándolas con las suyas propias o maquillándolas para tapar el barniz local. Más tarde los cristianos, para afianzar su dominio político y social del viejo continente, demonizaron las creencias paganas, a la vez que adoptaban las festivales con la intención de lograr una mayor aceptación. Así, el Samaín se convirtió en el día de Todos los Santos, de donde deriva el nombre inglés de Halloween.
Siglos después, durante la Gran Hambruna irlandesa de 1840 (Hambruna de la patata), en la que alrededor de un millón de personas murieron y un millón más emigró de Irlanda hacia Estados Unidos, introduciendo dicha festividad, que tuvo mucho arraigo en un país necesitado de fiestas nuevas (las fiestas de los indios habían sido borradas del mapa). La fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921, cuando tuvo lugar el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una progresiva popularidad en las siguientes décadas.
Rafael López Loureiro, maestro de escuela de Cedeira (La Coruña), fue el responsable de redescubrir esta tradición y comprobar que existía por toda Galicia, norte de Cáceres (alrededor de la zona en la que están situadas las aldeas de habla gallega), y en zonas de Zamora y de León cercanas a Galicia hasta hace menos de treinta años.
Además, este estudioso analizó la relación de la costumbre de las calabazas con el culto a la muerte y a semejanza con las tradiciones hermanas de las islas británicas. Hoy en día se celebra con gran arraigo el Samhain o Samaín (adaptación al gallego de la palabra gaélica) en algunas de las ciudades y pueblos de Galicia, como Ribadavia, que celebra cada 31 de octubre la fiesta "a noite meiga" (la noche bruja), en la que la ciudad "se llena" de fantasmas y brujas. En La Coruña, los rapaces (chicos) se escondían en los caminos con calabazas, previamente vaciadas y con velas dentro, para asustar a la gente que pasaba por las corredoiras (caminos), o donde las chicas llevaban collares hechos de castañas para ahuyentar a los malos espíritus. En la Isla de Arosa, los niños desde muy temprana edad, se dedican a ir a pedir por las puertas de los vecinos, tiendas, panaderías, etc con la frase "Unha limosniña polos defuntiños que van alá" para que les llenen las bolsas de chucherías, castañas, mandarinas e incluso bollos de pan hechos expresamente para este día.
Y es que los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos adoptando su apariencia. Además, para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que se convirtió en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces. También era costumbre vaciar nabos (en España) y calabazas (tradición irlandesa) para ponerles dentro velas.
Esa noche salían las profesiones de difuntos como La Santa Compaña gallega, también llamada Güestia en Asturias, Hüeste de ánimas en León, Estadea en Zamora, o Entantigua ("hueste antigua") en Castilla la vieja.
Pero solo los espíritus nos visitan esa noche estrecha entre ambos mundos. Los sidhe o pueblos feéricos (las hadas y duendes, para entendernos), también celebraban Samhain. Las hadas podían tomar maridos mortales, y esa noche abrían sus grutas para que cualquiera lo suficientemente valiente pudiera echar un vistazo en sus dominios y admirar sus palacios llenos de tesoros.
Para librarse de la maldición de sumarse a la peregrinación de la Santa Compaña o Entantigua, debe dibujarse en el suelo un círculo y entrar en él o bien acostarse boca abajo, o llevar una cruz o un talismán encima. O bien, en última instancia, salir corriendo.
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Foto del autor Luis
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Descripción

Sobre Halloween y sus origenes

Palabras Clave: Saman

Categoría: Artculos

Subcategoría: Curiosidades



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kalutavon

Aleccionador tu texto Luís. Festividades como la que describes están bien arraigadas en la idiosincrasia de los pobladores de distintos países. Sin embargo la transculturación, para bien o para mal, ha provocado el ejercicio de un sincretismo comprensible, sobre todo en las nuevas generaciones. Por ello no es nada raro que en hogares mexicanos (hablo de lo que conozco), de celebre lo mismo al estilo católico, Día de los Santos difuntos, que en la modalidad Halloween; incluso en algunos lugares del país la celebración se hace en la misma fecha pero con rituales ancestrales propios de la época mesoamericana. Buen texto para iniciar la lectura del día. Afectuoso saludo.
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October 28, 2020
 

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