Si bien es cierto y concuerdo que el egocentrismo propiamente dicho en el ser humano es algo que se detesta, ya que quien lo padece, aunque no lo acepte o no logre entender luego de donde proviene esa culpa espontánea, no hace más que sentir e infantilmente creer, que como la palabra lo dice, es el centro por el cual el mundo funciona. Por otro lado, sí creo que toda persona debe tener cierto grado, no de egocentrismo, pero sí de prioridad propia, y ésta, si se logra profundizar puede ser totalmente aceptada ya que se debe entender que cuando se produce el nacimiento, es propio, lo moviliza a un y no al resto, aunque quizás no lo recordemos por razones obvias, nuestro inconsciente seguramente sí. Con la infancia sucede lo mismo, es propia, cada uno adquiere valores, sentimientos, emociones, ideales igual o diferente a alguien más, y con esto, lo que para uno es correcto, para otro puede no serlo, siempre sanamente y moralmente hablando claro, y ahí es donde entra en juego el respeto, que es el que logra eficazmente que dos o más personas con diferentes ideas y pensamientos puedan sentarse si lo desean, comunicarse y llegar a una conclusión, tomando ambas ideas y pensamientos opuestos convirtiéndolo en algo justo y de mutuo acuerdo. Sumado al respeto debe estar incluida la sinceridad, que debería caracterizar por encima de todo al ser humano ya que deja en claro que justamente en él se puede confiar. Sinceramente y con respeto, toda acción y palabra es correcta, y además es lo que va a eliminar por completo una posible futura culpa. Si nos remitimos a hablar de una relación de pareja, seguramente la sinceridad en conjunto con el amor propio de cada parte, va a lograr el respeto mutuo. Lo más probable es que en ocasiones el ser humano confunda prioridad propia con egocentrismo, y creo que alguien que se prioriza es porque realmente lo desea y sabe a dónde desea llegar, y actúa con sinceridad, y mientras obviamente no le falte el respeto a alguien más, es correcto y debería ser siempre aceptable. Obviamente, como en toda situación de la vida, van a existir dos variables, la de priorizarse o la de priorizar, y como todo en demasía en insano, se debe entender y saber efectuar ambas equilibradamente.