Hablemos de algo en lo que sos bueno, el sexo. Eso que haces tan bien y te gusta tanto, aunque suene presuntuoso, hasta engreído, sabes que es cierto. Ese momento, en el cual los dos se funden en placer y satisfaccion mutua, esa situacion te libera, muestra tu verdadera cara, te completa. ¿Y es que, analizaste cual es el motivo de porque te  gusta tanto? Estar ahí, con la otra persona cerca, totalmente perdida de placer, plenamente tuya, deseándote a más no poder, tomar posesión de ella y hacerla perderse en lujuria. El ser único para el otro y verlo enloquecido de placer por vos te excita, harías cualquier cosa por ver esa expresión de satisfacción en su rostro, hasta de locura, de no dar más, del placer infinitamente deseado. Pero todavía no me decis nada, no, estás evitando responder mi pregunta, sos egoista. Al fin y al cabo darle placer al otro parte de tu propio ego y del deseo de autosatisfacción, te gusta sentir que sos el mejor, que no hay otro igual. Y ahi te das cuenta que el acto en si solo es un medio, no es lo que verdaderamente te pierde, tampoco es el otro involucrado aunque tengas bien en claro lo que te gusta en una persona, te excita la situación de control. De ver al otro perdido en lujuria por tu causa te da una sensación de poder sobre él, y eso es excitante. y no solo parte por ese lado, al mencionar que te libera es el liberarse de la mirada del otro, del que dirán, de los jueces implacables que en el primer lugar en el cual  aparecen es en tu mente. Te libras de la multitud y se empieza un juego privado uno a uno, casi confidencial, y ese es tu fuerte, solo hay una mirada, no hay plurales, sos solo vos y el otro. Y al analizar al otro, al saber lo que le gusta, lo que no, lo dominas, y eso te encanta. Repentinamente solo hay una mirada, y es la tuya, y claro eso es más fácil. Porque ahi no estas obligado a nada, ahi haces lo que queres, lo que te place, las expectativas a cumplir son las que vos decidiste incluso antes de entrar a la habitación o lo que fuere, no hay presiones, ni comparaciones, solo sos vos, y otro u otra al cual ya convenciste que va a obtener lo que deseaba. Ahí es en donde en parte apagas tus pensamientos, tus negatividades, tus excusas, tus preocupaciones, ya no están. Por eso lo disfrutas, la situación de control, las cosas tangibles, las certezas, el presente. Todo lo que en el resto de tu vida sentís que se diluye como agua, en ese momento toman forma y son ciertas, sabes que esperar. Te sentís seguro, de lo que sos y de lo que estás haciendo, hasta en que va a terminar, sin dudas sin titubeos. Seguridad, esa es la palabra. Lo que tanto se te escapa en la vida misma y es toda una incógnita para vos en el mundo real, en el mundo de las multitudes, en el mundo del como me veo y del que pensaran de mí, en el mundo de los ganadores, y es como precisamente vos no te identificas. Pero al fin al cabo no importa, es tu secreto, y no lo compartís con nadie, decidís dar vuelta la página, no enroscarte tanto, volver a la cama,  sonreír porque casi amanece, y por fin dormir porque mañana trabajas.
Y al ver tan expuestos tus sentimientos, te preguntas si muy dentro tuyo hay alguien que forma parte de ese mundo.... un ganador, esperando ser liberado.