Julio 13 de 2020
 
Ochenta y siete Kmts  de duro camino , separaban mi escuela del paraje de "La Soledad", zona
tucumana que está muy cerca de la frontera con la vecina y hermosa provincia de Santiago del
Estero y como su nombre bien lo explica ,pura soledad entre cielo-- campo y una que otras
historias entre ellos.
Cada mañana era una verdadera proeza salir hacia la escuela y llegar hasta ella...¡pero sanas y
salvas..!
Debíamos encontrarnos  un grupo de docentes incluyendo a la señora Directora, en un
lugar predeterminado de nuestro San Miguel de Tucumán . Allí , esperar la comby y partir
rumbo a destino acostumbrado para cumplir con la más heróica misión: Un combate contra
enemigos siniestros que nos acechaban por el camino y que se empecinaban en vencernos .
Paso a detallar:
Esquivar baches profundos ;empujar el vehículo;escuchar el croar de los sapos o ranas a
quienes aprendimos a imitar; rodear alguna laguna; descubrir y ahuyentar a algún reptil en
medio de desaforados gritos de temor docente;  intentar atrapar alguna liebre que cruzaba
camuflada entre la tierra del camino, la que no era poca ni superficial ; machetear algunos
gajos de árboles malvados y espinudos empecinados en detenernos lo que era moneda
corriente cada año  o lo peor: hacernos hacia un costado porque de frente venían caballos
galopando a toda marcha y a todo terreno como era justo y necesario cederles el paso o
terminaríamos montándolos a como de lugar en su loca carrera.¡Y cuántas situaciones más! 
Además de los elementos de trabajo en el maletín o portafolios, como ser carpeta didáctica,
planillas, cartucheras con distintos lápices negro y de colores de todos los tamaños (porque
iban a parar a manos de los niños a los que siempre el hermanito menor les quitaba o los
perdían ), también se llevaba afiches, letreros y todo tipo de recursos materiales siempre
pensando en los pequeños alumnos, que de hecho eran los más carenciados, de hogares de
muchos hermanos, de padres trabajadores en fincas u obreros golondrinas.
Pero también se llevaba  algún calzado como ser zapatillas, botas o algo más cómodo ante la
dudas se hechara a perder el transporte y tener que caminar hasta la ruta..Y cuando digo
caminar hasta la ruta cercana,¡era caminar en serio!!
En febrero de ese año , un febrero ardiente y lluvioso de verano, nos teniamos que reintegar a
la escuela porque comenzaban las capacitaciones, el trabajo de planificaciones, los preparativos
de informaciones para los papás y anunciarles documentación requerida para incribir a sus
hijos, ya que las clases habrían de comenzar en Marzo.
Lo cierto es que ese año el chofer ya contratado para el transporte con sonora voz nos había
advertido:
__" Señoritas..Les anticipo que no las podré llevar cuando llueva mucho porque el vehículo es
nuevo y lo estoy pagando todavía..Bajo ningún punto de vista me voy a arriesgar..¿quien me
va a pagar los daños causados ?..No..NO..Nooo!!! .Definitivamente no las llevaré__"
Dicho esta expresión poética con mímicas y todo, solo atinamos a mirarnos unas a otras hasta
que alguien audaz y bien parada del grupo saliera a la palestra y le respondiera con la misma y
poética osadía,¡ah,!! , pero sería en nombre de todas:"_-todas para una y una para todas _-y
no pronunciábamos ni la "J"..hasta que ella se pronunciaba :la líder, vocera autopropuesta del
grupo y dirigía con expresión su respuesta, mirándolo firme a la cara, si titubear , sin
amedrentarse:
__"Bueno señor..Usted haga lo que considere conveniente , pero nosotras le pagaremos solo
los días que nos traslade ida o vuelta.Usted decide..Nosotras ya lo hicimos___"
Ante esta altruista reacción de nuestra líder, el conductor dio su veredicto y decidió
inmediatamente asegurarnos que si ,los tiempos de fuertes lluvias aparecen  él se comprometía
a buscar el transporte correspondiente con tiempo y hacernos saber para mayor tranquilidad;
¡claro, más usado y menos moderno!-
Y, el refrán se hacía realidad:"Al mal tiempo, buena cara".
Habíamos renovados la organización de turnos para abrir las tranqueras, porque
atravezábamos dos de ellas entre fincas de sojas ,cuyos dueños habían autorizado mediante
previa nota Ministerio de Educación, vía dirección de la escuela que nos permitieran ingresar
por unas angostas franjas de mejor camino dentro de las fincas y así ganar más tiempo
evitando quedarnos en el camino.
Esa semana en la cual la lluvia no dejaba tregua, le tocaba a la señora Directora de la escuela
la tarea de descender y abrir una de las tranqueras..El chofer debía permanecer dentro del
vehículo para que no demore su ingreso.
Abrir tranqueras era de alto rango de audacia, de maestría, de cálculos matemáticos para no
errar las medidas de las distancias  y desprender rápidamente el pesado gancho de alambre
grueso que aferraba la parte superior de la madera muy pesada de la tranquera.
Ella había descendido: No era mucha la distancia desde el transporte hasta la entrada, pero el
barro concentrado y formado como una masa de agua y yuyos pegoteados, hizo que ella
tuviera un primer resbalón..Pero, colmada de orgullo, de hidalguía, de honradez en su
profesión docente, Marita, nuestra Directora, levantó la cabeza y hasta la tranquera se marchó.
En el interior de la comby unas docentes dormían y otras mirábamos el paisaje, en el cual ni
los pájaros había despertado todavía.
El zigzag de nuestra heroína  era de un serpenteo coreográfico digno de ser  imitado ,copiado,
desplegado por grandes masters de bailes de cualquier parte del mundo..Un saltito por
aquí,otro más allá y un patinada final , cual bailarina en un magestuoso escenario de hielo.  
Mirábamos el paisaje!, El paisaje campestre la miraba a ella: a la valiente Directora de tacos
altos, de impecable traje azul, de fina camisa blanca pura como la nieve, de un hermoso
pañuelo en su cuello que era envidiado y codiciado por el entorno docente..Bien maquillada,
aros colgantes haciendo juego , muy perfumada..¡toda una diva!.
Y había llegado hasta la tranquera. Estirando sus brazos y muy en puntas de sus zapatos, que
por cierto eran negro azabache y muy lustrados , , ella, la más valiente dama , digna
compañera de Don Quijote de la Mancha en sus grandes aventuras había logrado abrir la
tranquera de par en par..¡cuando de repente comenzó a correr  haciendo señas hacia la comby,
no se la escuchaba porque tenía radio prendida y los vidrios levantados por que la mañana
estaba muy fría." Ella corría, resbalaba, corría ...y al ver el alboroto que hacía con sus brazos,
sus señas, el chofer sin saber porqué, intentaba descender del vehículo..Marita corría a la
vuelta del transporte  y gritaba..
__"¡Abran las puertas,,Abran las puertas por favor!__"
Cuando de repente vimos unas tremendas alas muy desplegadas ,cuales avionetas planeando
aterrizar en el suelo y venían super rápidas detrás de ella persiguiéndola mientras  gritaba con
todas su garras, embarrada, sin sus zapatos, tratando de ahuyentarlos con su hermoso pero ya
muy de color negro pañuelo. Los trabajadores , que estaban llegando nos pedía a viva voz que
no abramos las puertas .Eran dos tremendos pavos: El pavo y la pava ..¡enojadísimos!!
El miedo se apoderó de todas las que estábamos adentro de la comby y al intentar frenarlos ,el
chofer recibió un picotazo  en su mano pero no revestía cuidado serio según el capataz que lo
atendió.
Uno de los trabajadores nos explicaba que de haber abierto las puertas, habrían causado daño
ya que estábamos quietas y no  habríamos reaccionado..La comuna del lugar expropió a los
pavos y se los llevaron "presos"..(no tenían dueño)
Atendieron a la directora  y nos comentaban que EL Pavo y La Pava habrían sido sorprendidos
en un idilio amoroso razón por la cual reaccionaron así , que no tenían dueños y  no todos los
días se los veía allí..
A partir de ese día autoridades de la Comuna del lugar hicieron recorrido por ambas fincas para
detectar  la presencia de otros pavos o cualquier otro animal que pudiera causar nuevos daños
y que a partir de ese día y durante todo el año, habría un empleado en cada tranquera hasta
que la comby pasara.
Muchos meses habían pasado hasta que esta historia de EL PAVO Y LA PAVA arrancaran las
primeras carcajadas ,sobre todo en la señora Directora Marita, nuestra heroina  y luego entre
demás docentes.
El Pavo y la Pava fueron trasladados a la Reserva Natural de Horco Molle.(Tucumán)
Alguien podría haberlos tenidos de invitados en el centro de la mesa en alguna fiesta..¡digo
yo..!                                    
                                           Raquel C.Zurita