El vacío en mi estómago lentamente se expande, el cáncer ha infectado ya los tejidos, no hay salvación ni escape...No hay Príncipe que pueda salvarme...
Puedo sentir cómo se me va desprendiendo el alma, la tristeza que me llena es extraña, parece regocigarce en mi impotencia, su pálida y tétrica sonrisa me quiebra...
 En el último surpiro, en el momento exacto en que siento mi alma escabullirse, miro al cielo, y con lágrimas a punto de desbordarse; imploro, le gritó al ser que vive en el firmamento, me arrastro como puedo y rezo...
 ¿Será que me ha escuchado?
Un arcoiris se dibuja en lo alto... ¿será la señal que estoy esperando? ¿Qué trata de decirme? ¿me habrá acogido en su reino?...
La fuerza vuelve a mi cuerpo, la desesperanza y el miedo se desvanecen, el brillo en mis ojos me toma por sorpresa...
¿Será este un milagro?...
ROSSY N.