Si pudiera nacer de nuevo, desearía poder ser un árbol…
 Un árbol con raíces fuertes e insondables, con un tronco firme y exuberante follaje, que forme una copa de especial y diversa belleza, dar los frutos más dulces, jugosos y deleitables. 
Deseo ser un árbol, porque son los seres vivos más grandes, más altos y más longevos que hay sobre el planeta.
Porque parada en la tierra podre erigir hacia la atmosfera...
 porque podre soñar sin dejar mis raíces...
Porque podre convertir el CO2 en oxigeno mediante el proceso hermosamente extraordinario de la fotosíntesis, seré capaz de convertir lo malo en algo bueno...
Porque cogeré poco para dar bastante, porque gracias a mis raíces insondables tomare el agua y después otorgártelas en los más dulces y suculentos frutos...
Porque podre existir mucho tiempo para ser testigo de la cicatería y mediocridad humana, del encanto cósmico...
Podre divisar, aprender y adoctrinar...
Un árbol para que tatúen sobre mi corteza un corazón flechado y convertirme en el atestiguante de aquellas dos almas enamoradas...
Porque aun estando vieja podre dar frutos…
Porque, aunque muera, mi tronco y ramas podrá ser útil, podrán metamorfosearse en alguna obra de arte y ser infinita...
Deseo ser un árbol porque moriré de pie, con mi filosofía, mis creencias y mi juicio sólidos...
Ahora paradójicamente no sé si soy una persona deseando ser un árbol, o un árbol deseando ser una persona...