¿Y qué pasa cuando se va lo único que te mantenía a flote? ¿Qué haces cuando de un día para otro aparece un vacío en el pecho inexplicable? Nadie te prepara para eso, y nunca estaremos lo suficientemente listos para superar esas cosas. ¿Qué haces cuando tu mundo se viene abajo y no quieres hacer nada más que llorar? Todo es negro y no ves luz al final de túnel; ni te imaginas el momento en el que el negro se convierta en color o en el que aparece la luz al final de ese trayecto. Es un dolor que no tiene solución, un dolor que nunca pensaste que llegaría. Algo que llega tan rápido que no te da tiempo ni de asimilarlo pero que tarda mucho en irse. Piensas que al día siguiente estarás mejor, pero la realidad es que no. No eres capaz de superar lo que tantos buenos momentos te dio o lo que tanto te hizo sonreír. Todos dicen que el tiempo lo pone todo en su sitio, que con el tiempo lo veras todo un poco mejor; pero no sabes cuánto es ese tiempo, si serán 2 semanas o 5 meses. Te da miedo pensar que vas a tener que sentir ese dolor día tras día, semana tras semana. No sabes cómo seguir con tu vida cotidiana, porque esa persona ya pertenecía a ella; ¿Cómo se aprende a vivir sin alguien? ¿Cómo puedes dejar atrás esos mensajes que te sacaban una sonrisa o esas escapadas donde la adrenalina inundaba tu cuerpo? Ser incapaz de escuchar su canción favorita sin romperte a llorar o no poder entrar en galería para no ver vuestras fotos. Muchas veces lo del pasado se queda en el pasado, pero es inevitable que no te afecte en el presente.