No saber amar la vida  es una importunidad
No exagero, una desventurada carrera que ambiciona alcanzar la nada
Un infortunio y una pérdida de esfuerzo
Sabiendo que lo material se pierde con el tiempo
¿de que vale un momento de placer, elevado a mil horas invertidas en tu ser?
Y cuando llegue la amargura ya no va a servir de nada
Y cuando el miedo te azota no te ofrece su ayuda
Por eso es que Jesús dijo no ames tu vida o la perderás
Ósea si la disfrutas en lo vano ¿de qué te vale si todo pasará?,
Hablo de esa expectativa excesiva en lo temporal
Que nos priva de experimentar nuestra misión eternal
No digo que momentos alegres en nuestro existir no sean necesarios
Pero me refiero a  emprender nuestro rumbo ajeno a nuestro Dueño
Hacer nuestras propias teorías cuando Dios tiene el manual
Que describe nuestro diseño, que sabe de qué estamos hechos,
Y nos da las instrucciones para nuestra vida entender
Y responder con obediencia al amor que nos da
Que en la naturaleza nos explica que de nada vale el afán y la ansiedad
Que la vida correcta es dejar de confiar en lo material,
Permitirle a Dios restaurar lo emocional en nuestro ser interior
y fiarnos de todo corazón a la fuente de la vida eterna
Por eso nos mandó hacer tesoros en el cielo
Para defendernos de nuestro propio ego
Que terco, se niega a lo eterno
Y atesora en este mundo un tesoro incierto
Cuando el Padre Creador espera nuestra respuesta
Que nos demos cuenta que un hechizo nos ciega
Que muchas veces,  lo que llamamos vida, es una experiencia hueca
La verdadera  vida humana comienza donde Dios le da inicio
Dios puede como Alfarero a una vasija,  tomar tus escombros causados por tus vicios
Y hacer una nueva y hermosa vasija que solo exprese vida y dignidad, y verdadera felicidad
Apegada a sus estatutos y a los diseños de su corazón puro y santo
Cuando caminamos a nuestra manera nos podemos equivocar
Pero si extendemos nuestra mano  y dejamos que nos guie los errores disminuirán y desaparecerán
Y si hay imposibles, en el posibles serán
Pues con El caminando, tenemos toda una eternidad…
Proverbios 3-5 “Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.”
Marcos 4:26-29: 26 Jesús también dijo: «El reino de Dios es como un agricultor que esparce semilla en la tierra. 27 Día y noche, sea que él esté dormido o despierto, la semilla brota y crece, pero él no entiende cómo sucede. 28 La tierra produce las cosechas por sí sola. Primero aparece una hoja, luego se forma la espiga y finalmente el grano madura. 29 tan pronto como el grano está listo, el agricultor lo corta con la hoz porque ha llegado el tiempo de la cosecha».