El síndrome del triciclo viejo.
Publicado en Nov 10, 2019
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Primera historia.
Lo que ahora leerá, tiene un nombre seductor o tal vez contradictorio para gustos y opinión.  
Osada comparación, fruto de la convicción por un tema gigantesco que hoy palabrea la nación y ocupa a los estadistas de hoy, de ayer y de ayer y salen a predecir lo que hace rato pasó. 
Erase pues don Ramón, un campesino sin par. De esos de sol en la piel, por trabajar como un buey. Los mil cayos en las manos se los labró el azadón. La tierra en su pensamiento cual la esencia de su ser, parecen un referente de la vida y de la muerte. Palpita en su corazón, la Patria a cada momento, su pasión y devoción le pigmentó, tricolor su corazón. Desde el alma su familia, sus derroteros marcó porque solo para ella fue que don Ramón vivió. De cierto, de cierto sé, no conoció San Andrés pero me hablaba de él con su lógica sencilla e ilación de maravilla, junto a las otras historias que en su cabeza tejió y debajo su sombrero muy celoso las guardó…
 El síndrome digo yo pues lo interpeló el doctor, llamado Julio Carmona, pa' más señas de La Unión; cuando dijo: don Ramón, tenemos la posibilidad de observar una señal capaz de identificar los síntomas de algún mal. Mientras don Julio Carmona, ilustraba a don Ramón, yo escuchaba y aprendía. Es como el triciclo viejo que su dueño abandonó en un rincón de la casa; donde se pudre y se acaba y su dueño ni se entera a no ser que venga alguien y en él se quiera montar. Entonces recordará y usarlo pretenderá, repitiendo: mío, mío, mío, mío es y por siempre lo será. El síndrome del triciclo viejo refleja hoy a San Andrés. Esa isla colombiana con sus cayos y sus aguas, porque por siglos enteros del abandono sufrió y en el desván se dejó igual que al triciclo viejo; hasta que alguien que desde muy de cerca observaba, su codicia evidenció y vino y lo reclamó. A su dueño despertó, y a la Haya lo llevó, otro síndrome, el síndrome del desvelo parece que apareció pero pronto fue curado con un toque de arrogancia y un mundo de sobradéz. Haciendo la diferencia con el síndrome en cuestión, aquí hubo anuencias, jueces, fallos; más luego la desazón porque falló la gestión, no hubo espacio al pataleo, eso también se pactó y aunque se conserva hoy, no está completo el triciclo y permanece en el rincón desde donde a veces sale por un golpe de opinión. Hoy gracias a don Ramón. Entiendo mejor las cosas…Si descuidas lo que tienes, alguien lo pretenderá, coqueto le mirará, luego lo reclamará, después lo arrebatará. Seguro que en esa hora…De nada valdrá llorar
Espere otras historias que me contó don Ramón

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Foto del autor Gonzalo León Rivera Ospina
Textos Publicados: 3
Miembro desde: Nov 08, 2019
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Descripción

El recuerdo de las palabras de alguien que ya no está sirven de pretexto para contar una historia del acontecer político de Colombia

Palabras Clave: San Andrés Síndrome Don Ramón

Categoría: Artículos

Subcategoría: Curiosidades



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