Un dios iracundo en el cielo
Me grita y me recuerda
Cuanto es que aun te quiero.
Diez intentos fallidos
¡Que vergonzoso y frustrante!
He querido darte mi olvido.
 
Veinte y cuatro horas más
Para, como tantas otras veces,
Dejar de tanto llorar...
Treinta años me sobran
Para omitir tu recuerdo
Que cruelmente me destroza.
 
Más de cien canciones
Te compuse con todo rencor
Porque mataste mis ilusiones.
 
Han sido más de doscientas
Cartas sin responder,
Que ingenuamente desde ayer
Esperan tu pronta respuesta.
 
Fumé más de mil cigarros
Esperando algún milagro.
Y borrar de mis labios
Tu veneno dulce y amargo.
 
Busque veinte mil razones
Para seguir con mi vida,
Sanar esta mortal herida
Y rescatar mis ilusiones.
 
A todo esto le ganan
Un millón de recuerdos
Que me mantienen preso.
Es que mi alma aun te ama.