A veces cuando me siento cansada, me sobo los tobillos sentada en el andén de una calle, camino mucho para poder vender mis pasteles, pero prefiero eso a estar muerta o sin mi familia. no ha sido fácil, cada noche me acuesto pensando que cada mañana todo será más fácil de llevar, todo cambiara, la situación será más placentera para mí, pero retorno a la realidad de manera inmediata, no me entristece eso, lo que me molesta es pensar que nunca le he hecho mal a alguien para que la vida me tratara asi. 
Todo empezó una noche, cuando vivíamos en la vereda, o más bien, en el caserío, mi marido estaba viendo las noticias, mis dos hijos estaban comiendo.  De pronto llegó un hombre negro, gordo y feo, entro sin pedir permiso a la casa y llegó hasta la cocina y me dijo que me tenía que ir con él, que el jefe quería que yo estuviera con él.  mi marido le dijo al hombre que estaba loco, que yo no tenía por qué irme con nadie, ahí fue cuando el hombre sacó un arma y le apunto a José, yo me quede muda, asustada y mis hijos gritaron... ¡no mate a mi papá¡¡, en medio del susto yo le dije al hombre que sí, que me iba con él, que no había problema alguno para hacerlo, José y mis hijos me miraron asustados, todos sabíamos que yo no volvería, que lo mío era de muerte.
 Me subieron a un carro fino, grande, cuando entre, había dos hombres más y una muchacha que lloraba y decía que la dejaran irse para la casa, que ella no quería ir con el señor, uno de los tipos la golpeo y le dijo que se callara, que si no se callaba la mataban. yo me quede quieta, no dije nada, solo agache la cabeza y no hable.  estuvimos en ese carro como unas dos horas, hasta que llegamos a una casa vieja, el hombre negro me bajó y me dijo que entrara a la casa, que ahí me quedaba  - en ese momento solo pensaba en que me iban a matar, que no vería mas a José y a mis hijos- cuando entré había otro hombre con una arma y ese tipo me agarró del pelo, me metió en un cuarto que olía a feo, tenía una cama y una mesa, un hueco como especie de un baño, me rito a la cama y sin darme cuenta me agarró de un pie, sacó una cadena y me la amarró con un candado grande.
recuerde que ese día lloré mucho, grité que me dejaran salir, que yo no queria estar ahí o que me mataran de una vez, pero nada pasó, el tipo que estaba en la casa solo me decia que dejara el escandalo, que nadie me escucharia, que estaba loca.  pasaron dos día, cuando como a la media noche escuche que venia gente, empece a gritar y cuando me dí cuenta estaban abriendo mi puerta, entró un tipo gordo, olia a trago y me dijo que me acostara que él venia por lo suyo, yo le dije que no me fuera a hacer nada, que me dejara ir, pero el otro hombre que cuidaba me tiro a la cama y me quito la ropa, el jefe de él se me subio encima y me violó, yo solo gritaba y lloraba, pero eso a ellos no les importó. cuando el hombre terminó, entro otro hombre y me hizo lo mismo, ambos estaban borrachos y olian a feo. 
así fue mi vida, por dos meses, yo amarrada a una cadena, solo podia ir al baño, porque la cadena solo me dejaba ir al baño y a la cama. estuve enferma, me dió fiebre, yo le decia al hombre que me cuidaba que me diera una pasta para el dolor, algo que ya no era capaz de aguantar. solo hasta el otro día, me entregaron unas pastas para el dolor y así estuve dos días mas, sin poder dormir y con mucha fiebre.
una noche como a las 10:30pm escuche que alguien me llamaba y me desperte, fue cuando por un roto pequeño que habia en una pared, escuché a José llamarme, en ese momento me dío alegria pero tambien me asusté mucho, porque si lo descubrian lo mataban, yo solo le dije que se fuera, tenia mas miedo que alegría, le dije que no dejara a los niños solos, entonces él me dijo que ellos se habian ido para donde la hermana de el en Cordoba, que el llevaba 15 dias buscandome, que fue un conocido el que le dijo donde estaba.  yo le dije que no me podia volar porque estaba amarrada a una cadena y que no tenia como quitarmela, que el candado era muy grande, ademas me dolia el cuerpo por la enfermedad, que yo me moria ahí, que era mejor que se fuera, que se olvidara de mi, pero José seguia insistiendo, que el me iba ayudar a escaparme del lugar.  hablamos un rato y le dije que se fuera, que era mejor que no estuviera ahí porque le podia pasar algo. 
así duramos como una semana, hasta que una noche llegó con un pedazo de segueta, para que yo cortara la cadena o el candado. eso me daba miedo, porque yo le decia a José que si nos descubrian nos podian matar, los niños se quedarian solos, entonces quien los cuidaría.
 
 
José siguió visitándome, una noche me llevó un pedazo de segueta y me dijo que empezara a cortar la cadena, que todos los días le hiciera de a poquitos para quitarme la cadena, al principio me dio miedo, pero después me despertaba a la madrugada para cortar sin que el hombre que me vigilaba escuchara.  pasó como una semana y una noche llegó José y ya me faltaba poquito para cortar la cadena, pero él me dijo que no podía esperar más, que como fuera me quitara la cadena porque esa noche nos teníamos que ir.  yo empecé a cortar más rápido y a halar la cadena para que se rompiera, pero nada, entonces se me ocurrió que si le hacía duro con la pata de la cama, se podría romper, y cuando intenté halarla, me lastime duro el tobillo con la cadena, la piel se me arrancó y el hueso me quedo pelado.  NO pude llorar, ni gritar, solo veia como me salía sangre, la cadena se rompio y fue cuando José me dijo que el hombre que me vigilaba estaba dormido  y que me podia salir por la puerta.
 
En ese momento corrí, no supe en donde quedó José, solo sé que nunca miré hacia atrás, solo vi la puerta entre abierta, pasé por ella sin darme cuenta, solo sentía el corazón en la mano y corrí, jamás había sentido tanto miedo en mi vida, jamás había tenido la sensación de correr y gritar. no sé cuánto tiempo pasó hasta que decidí parar, tenía cansados los pies y me ardían. cuando miré hacia atrás, vi que venía José, yo solo me senté en un tronco y me puse a llorar, lloraba y lloraba.  Después de llorar, se relaje y fue cuando pude sentir que mi tobillo ardía y me dolía, en la oscuridad no me podía ver nada, solo lo toque con las manos y fue cuando sentí que estaba lastimado, sentí como la piel me colgaba, como salía sangre. mi marido se me acerco y me dijo que me calmara, que nos fuéramos rápido, que no podíamos seguir ahí, asi que volví a levantarme y me fui con él. caminamos toda la noche, hasta que llegamos a la carretera.