Si pidieras un segundo de mi tiempo,como si fuera yo el que nunca escucha,
¡madre mia!, sintonías diferentes, no hay momento
en que abandone cruenta lucha.
 
Es que somos paralelos, nunca juntos,
somos agua con aceite, somos riña,
somos muchos sentimientos tan profundos
que desbordan en el bosque de las piñas.
 
Si te digo que te quiero es que te odio
cuando escapas de mi vista tan alegre,
aún no entiendes que en la cima de mi podio
está esa risa que se acuna en mi pesebre.
 
Frank DRA