Saludos, en verdad si necesité releer y creo aun me estoy enredada :))
como sea el tema este de la vida en vagancia tiene tantos tintes y sus matices de dolores...yo veo más de los días a esos ebrios en las esquinas , algunos de manera deplorable abandonados en el suelo acariciando su caja de licor, pero sonríen cuando uno les mira...( tiempo atrás fui a otra ciudad y vi ese mendigo en esas condiciones...me quedé en preguntas y en reflexiones que seguro madurarán en algún escrito...no sé) otros les veo hurgando en los contenedores de basura...hay demasiado dolor ahí que mirar en su pellejo no se si me daría escribir como lo señalas aquí..
.paradojas del ser humano, ¿todos somos mendigos de algo? ya sabemos la pobreza no es del cuerpo ...y si también! ...la peor pobreza es del espíritu...
¿que de aquel que se levanta cada día y a cambio de una moneda te hace una cosa divertida y arranca una sonrisa (conocí uno que simulaba ser camarógrafo y corría como para hacerte una entrevista o algo así...la gente se sorprendía, se sonreía y donaba para el vaso de tinto...) , quizás eso es estar "conciente de su lugar", ellos saben que los que muchos de los transitan ya sea embarcados o a pie arrastran por igual la mochila de sus fracasos , angustias...dolores...
al menos ellos tienen la libertad de la calle, que no les limita en ese vagar sin rumbo...y que al fin encuentra su propia salvación, ya sabemos que es así, nadie te salva, eres tú quien debe hacerse cargo de un mismo ...ya lo decía Machado y lo canta Serrat y es bien sabido...

Bueno, da para mucho conversar , me gustó volver a leerte y ahora que tengo tiempo seguiré leyendo.
gracias

Tengas un buen año además.

Excelente Elvia, recuerdo muy bién cuatro hombres viviendo en la calle sentados en una vereda de Bariloche en pleno invierno, fumando tomando y hablando con una muy jóven mujer prácticamente sentada a su lado, compartiendo diálogos, alcohol y humo. Ellos de miradas ausentes, pero conscientes de su lugar como dices, en un marco de libertad del “que me importa tu mundo” cuando intenté no sé aún por qué, sacarla de allí. Hubo desde ese lugar estos planteos que luego tomaron formas distintas enmarcando ese tránsito en las ciudad, el cemento, las rejas, las formas ect ect y con el contraste con los barrios cerrados, cercados, alambrados, con guardias y perros, con libros de ingresos y requisas. En entonces pensé que es la libertad y que reservas hay para enfrentar estos encierros progresivos
Feliz año 2019

Has realizado un trabajo, que describe el camino de un personaje que no es aislado dentro de una sociedad que pretende tapar los puntos negros que surgen en nuestro diario vivir, seres perdidos por distintas razones, alcohol, droga. prostitución, siempre me ha gustado descubrir que cosa , causa o efectos los llevo a esa situación limite, y muchos son causados por la falta de cariño, poca o nula por parte de sus progenitores, eso los hace muy vulnerables, cuando crecen son presa fácil del alcohol u otros, si viven en una ciudad grande, es la vorágine del entorno que los devora, los consume, algunos se pierden no tienen remedio, y la sociedad los esquiva, los ignora. otros se recuperan y pueden resurgir e integrarse al movimiento constante del mundo, ciudad. Sin embargo he hablado con algunos hombres que viven en las calles, les han dado la posibilidad de una casa, un trabajo y lo desechan, dicen sentirse libres, sin patrones, sin cuentas para pagar, no tienen ataduras, y se irán de este mundo cuando les toque. y no tiene importancia hasta cuando deban vivir. sera cuando tenga que ser. y aveces pienso que son mas libres que nosotros, presos de un comportamiento social, seguimos las pautas impuestas para no desentonar, seguimos cánones de bellezas y toda superficialidad que ha la hora de irnos de este mundo no nos sirvieron para nada, solo para encajonarnos , quien percibe a tiempo esta falsa felicidad busca lo que verdaderamente lo hace feliz, en definitiva somos muchas veces derrotados por el sistema , pero también la mayor parte podemos levantarnos y comenzar de nuevo,

“LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE” Fue el pensamiento que me quedó al finalizar la lectura de tu texto. ¡Maravilloso! “abrir y cerrar puertas”. De tan excelente ensayo, escrito con plenitud conceptual, permites abrir la puerta de la libertad, recorriendo el comienzo de un camino desastroso de un individuo desesperado e ignorante, tropezando contra piedras duras y frías, dejando sinsabores de vida, sin embargo, Sigue avanzando el camino, como, bellamente lo expresas “Abotagado, pero envuelto en una lucidez blanca, decidió beber sin pausa un futuro, como visible símbolo de retorno a una sociedad renovada”. El tiempo, sus quejas y sufrimientos dieron un vuelco total y positivo, en el final del camino, hasta llegar a la última esperanza, dejando huellas de respeto humano.
Gustavo, te felicito sinceramente y, tanto me gustó tu ensayo, que lo dejo en favoritos para releerlo.
Cordial abrazo querido amigo.

Gustavo! tu texto tiene mucho sentimiento ... realmente la humanidad y la naturaleza humana, tiene tanto misterio ... pero no un misterio oculto, sino el misterio de lo complicada que es ... y como refleja ello en su sociedad y en como sufre, en como la sociedad puede derrotarlo y como él mismo ser humano resurge del mismo suelo ... Abrazos amigo!!!

Luis J.

Definitivamente es un planteamiento magistral, mi querido Gustavo, más aun cuando rozas por un tema que conozco de manera profunda.
Y porque es terreno que domino y en el que acato los contenidos que desarrollas, es que me resto a detallar una opinión acabada. No obstante, con total autoridad me atrevo a decir que frente a los conceptos vertidos en tu ensayo puedo establecer que en la vida los que la transitamos somos antojadizas creaturas que elegimos livianamente nuestra posición, sintiéndonos, a veces, derrotados, otras afortunados; habitantes, en ocasiones, de un mundo maravilloso y otras víctimas del infierno.
En este momento gozo del privilegio de haber podido ubicarme en la tribuna de la esperanza y observo los caminos de la conveniencia.
Si estoy o no en lo correcto, me importa un bledo. Me conformo con estar satisfecho.

Un gran saludo con un inmenso respeto por tu persona y añado sinceramente un deseo de prosperidad en este nuevo año.

Estimado Enrique
Siguiendo un poco el concepto de Rilke “No saque conclusiones apresuradas de lo que ocurre, deje que simplemente ocurra. Trato de experimentar nuevas formas de adaptarme a esto que “ocurre” sin encerrarme en las formas, ni engañarme con ideales de justicia, o con prejuicios sobre una sociedad mal hecha. Sé de las limitaciones que tenemos para contrarrestar muchos de los conceptos en este escrito medio encriptado hago. Las Libertades sin acción no existen, estas, se debe reconocer, buscar y asumir y no hay otras formas concretas al menos para un escriba como uno. Pero sí, estoy seguro que las reacciones van a ir produciendo modificaciones del entorno y en sitiado y pobre ciudadanos cada vez más limitado, espiado, sometido y robado. Creo que la esperanza porque no tiene un límite exacto para que se cumpla, y eso logra vencer el desánimo y acudir a las nuevas formas de comunicación y reclamos. Sé que a veces esto puede ser confuso, pero estoy tratando de lograr un estilo nuevo. Gracias por el comentario y espero tengas un año 2019 tal como lo mereces y deseas
Un abrazo

Bello y profundo texto
La ciudad nos enfrenta y nos reencuentra. Nos premia con la gloria y nos castiga con el olvido
Felicitaciones!
Un abrazo

Resulta enigmático tu escrito, amigo Gustavo, a pesar de que el mensaje está claro: perdición y regreso a la esperanza. Es cierto que, aunque andamos muchas veces a ciegas, la esperanza nos salva de la desesperación.
Es agradable encontrar un nuevo escrito tuyo precisamente al comienzo del nuevo año.
Un fuerte abrazo con mi deseo de felicidad para ti y los tuyos durante el 2019.