Tulipán nocturnoPor mucho tiempo caí en el hechizo de pensar, creer que esperé impaciente tu llegada entre las sombras, justo a la hora de medianoche. Y no solo me hizo falta tiempo y lágrimas para despertar de la pesadilla que me había dejado sin respiración.Pese a que mis raíces me mantuvieron anclado, me arrancaste con tus garras tozudas y no te importó ensuciarte con la sangre que recorría mi pecho. Solamente me cogiste como si te perteneciera y, por algunos momentos, así lo creí.El trauma revive en cada una de las emociones derramadas, mientras ahogo los gritos que salen desgarrados de mis labios. Querían liberarse y, aun así, nadie los escuchó.Creí esperarte plantado sobre mi lamento, encantado, agradecido que pudieras deshojarme a tu antojo. Y entre las sombras, me rompiste como quisiste. Danzamos hasta el fin; tú como el agresor y yo como tu presa, ¿o acaso había otra alternativa?