Vuela por los aires en alas de mariposa,
sorie sin mostrar sus dientes y es feliz.
Cae dormido soñando montañas de antaño
y dejando flores en lápidas olvidadas,
renace al despertar con menos recuerdos
y una nueva gota de desequilibrio
lo pierde entre un niño y un viejo.
Mi abuelo disfraza soledades y emociones
para que nadie sepa su destino.
Mi abuelo regala brillo de estrellas en su mirada.
Canta mi canción de infancia, por favor,
que yo sepa que estoy en tu memoria
como el olor a leña y la tiritona luz de vela.
Que nada empañe los cincuenta años de distancia
entre  tu nacimiento y el mio.
Que nada cambie la felicidad de tenerte
y  la emocionante aventura de cuidarte.
Que nada me quite el regalo que  da la vida
de llevar tu misma sangre.