La probabilidad, el albedrío o las barajas: Capítulo 22. Jueves por la mañana
Publicado en Aug 11, 2018
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EXTRACTO DE LA NOVELA: La probabilidad, el albedrío o las barajas.
http://www.megustaescribir.com/obra/64381/la-probabilidad-el-albedrio-o-las-barajas
 
22.     Jueves por la mañana  
Amanecí jadeando y con mi sexo erecto, con esa impresión de seguir haciendo el amor, pero lo cierto era que estaba en mi habitación. Las pasiones pueden ser malas cuando nos esclavizan. Llevaba semanas intentando evitar lo inevitable, fingiendo no desearla, hasta que me acosté con Jimena. ¿Habría estado pensando en mí por la mañana de la misma forma que yo en ella? No lo sabía. Bien sea amor o deseo yo quería tenerla en ese mismo instante entre mis brazos. Hay pequeñas cosas que significan nada, pero nos hechizan, como la brisa veraniega marina, que se colaba por un abierto de la ventana, o el pensar con el cuello de Jimena, ambas en conjunto llenaban mi instinto de perfume y hacían que me despojara por un momento de mi vida adolescente, de mis días con sus cargas juveniles y fatigas familiares. Me vino de golpe un anhelo. Aún no había sonado el búho despertador para ir al colegio cuando decidí bajar y llamarla por teléfono.  Menos mal que contestó ella.
—No vayas al colegio. Dile a tu madre que te sientes enferma.
—¿Te has vuelto loco? Hoy tenemos finales de inglés y de Historia del Perú y yo no tengo tantos sobresalientes como tú.   ¿Y no tenías que hablar con los torpes de tus amigos?
Como siempre, ni siquiera me acordé de esto último.
—Y eso qué importa. Lo apruebas en febrero. Y ya hablaré por la tarde con ellos.
—¿Qué quieres, Gabriel?
—Quiero ir a tu casa y que lo hagamos. Aprovechemos al menos la primera hora, ambos estamos aprobados, de sobra, en inglés y puedo hablar con los chicos antes de Historia del Perú.
—¡Qué niño caprichoso! Entonces tendrás que esperar a que se vaya mi madre al bar.
—Yo espero. ¡Claro!
—Vente después de las ocho y media, pero mucho antes de las once tenemos que estar en el colegio que yo sí quiero dar Historia del Perú. Menos mal que hay huelga y las puertas están abiertas a todas horas.
—Voy preparándome para salir.
Así lo acordamos, llegué puntual, no quería perderme ni un segundo y volvimos a confundir nuestros cuerpos en el sofá de su salón, tan apenas me abrió la puerta, y en su habitación. Después de saciar mi instinto, mientras nos vestíamos, le ofrecí que nos volviéramos a ver por la noche y que lo hiciéramos en la playa. A ella se le iluminaron los ojos.
—Te ha gustado, ¿verdad?
—¡Ummm! —afirmé con la cabeza.
—Está bien, pero nos recogemos temprano.
—¡Ummm! —volví a mover mi cuello, mientras me acercaba para darle un beso antes de salir de su habitación.
—¡Vamos!, démonos prisa.
Salimos disparados y cogidos de las manos, sin advertir el espacio y el tiempo, mirándonos y sonriendo en el camino. 
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Foto del autor Samont H.
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Descripción

Capítulo 22 del manuscrito: La probabilidad, el albedrío o las barajas.

Palabras Clave: samont sandro montes la probabilidad el albedrío o las barajas.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficción


Creditos: Sandro Montes

Derechos de Autor: Sandro Montes

Enlace: http://www.megustaescribir.com/obra/64381/la-proba


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