DesenlaceConozco esta piel que también es mi piel. Sé que tengo el cuerpo entumecido, porque lo siento corto punzante en cada centímetro de mi existencia. Pero aún sigo. Ya no siento nada. Mis ojos se expanden ante el oscuro paisaje que se avecina sobre nuestras cabezas, y aunque las estrellas enciendan todo el lugar, quisiera que cayera completo sobre mí. Necesito romperme en mil pedazos por esta tierra fértil y florecer otra vez, lejos de la melancolía y el dolor.Este río que se mecía quieto ahora son nuestros recuerdos. Río que se abalanza consternado por las orillas de una isla olvidada y quisiera que se vaciara dentro de mí, ¿acaso es tan difícil de percibir? Y ahora que pareciera que el mundo se me viene encima, que el cielo se va desmoronando sobre nuestros cuerpos, esa luna nostálgica lo sostiene y mis latidos le siguen aullando por una vez más.Siento este lamento constante decayendo en espiral, sintiendo que cada uno de los pétalos de nuestros momentos se marchitan y doliente este sentimiento de estar frente a ti, sin ti.