Cartas sin destino CCLXXXI
Publicado en May 13, 2018
Espiral (continuará... )Los días van resquebrajando la piel, haciendo estragos en mis pensamientos más aletargados que cuerdos. El sol que me quema suavemente el rostro, de pronto, me indica que un nuevo amanecer se asoma y, aunque las sábanas me mantienen prisionero, es el inicio de las crónicas de una muerte anunciada. Ya es hora de despertar.En un abrir y cerrar de ojos, el sol con un solo pestañeo se esconde de la penumbra y me pregunto: por qué todo momento se vive acelerado. No logro alcanzarlo con mis brazos y ya se ha ido. Como suave brisa de verano, ¿he de esperarlo?Cómo retenerlo con mi abrazo. Necesito sostenerlo aunque sea un instante y verlo; pensarlo y sentirlo desgarrándome el cuerpo. Ya cansado de dejarlo ir, fantaseo con agarrar las manecillas y usarlas a mi favor. Pero quédate tranquilo, porque hay un momento en que el tiempo se detiene. Se detuvo con tu partida.
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