Esta es la última vez que te quiero
Si pudiera devolver los momentos a nuestro tiempo, quizá las montañas serían más ligeras, las ilusiones flotarían por montones como plumas libres y mi cuerpo navegaría como gotitas de agua sobre los pétalos de tu piel.
Ya no tengo la certeza de las noches en vela que has pasado recordando, porque muy en lo profundo, justito dentro de mi pecho, me gusta pensar que he ido y venido por tu mente como ensueño que rompe tu silencio y deslumbra la oscuridad que ciega tus ojos dormidos.
Ahora sé, que tras un punto final, cuando hemos cerrado la puerta y abandonado al amor a su suerte, el destino puede brindarte colores que abrigan hasta el más crudo de los inviernos. Y es por eso que aquí estoy, con los brazos abiertos y el corazón palpitante. Contento de dejarte ir. Porque el tiempo ha recuperado su camino y el espacio se hace infinito; en esta nueva vida que es la mía después de ti.