Ella es escandalosamente bella, tiene una pequeña hija, que no conoció a su padre y además, tiene un gran corazón, al que casi todas las tardes, saca a ventilar, a la puerta de su casa.Le gusta escuchar rock and roll, cuando termina de bañarse y suele quedarse desnuda, secándose al viento, por puro placer.Juega a que la lastiman, los Sábados por la noche, por obra y gracia, del asco universal; ya nadie quiere pagar la cuenta del amor, porque el precio, (según la modernidad), es demasiado alto.¿Quién va a besar su espalda, sin clavarle un puñal?, siempre habrá algún infierno, a la vuelta de su cielo, pero ella está cansada de ser la madre de sus pretendientes, ella quiere un hombre, que la abrace, antes de dormir.Cuando se aburre, camina por el jardín, piensa en todo lo que tiene que hacer, que limpiar, que ordenar y se cansa, (tiene un solo cuerpo, para dos almas), pero su pequeña hija, le sonríe y todo vuelve a tener sentido, una vez más, un día más.Se masturba cada vez que recuerda, algo que la conmovió, algo que la hizo enloquecer, algo que modificó su rutina, es conciente de que su deseo es infinito, como sus ganas de ser feliz, en las cuatro estaciones del año.