Es una gran posibilidad que ello ocurra toda vez que se me haga llegar un argumento lo suficientemente poderoso capaz de debilitar el mío; porque cuando digo no ser el dueño de la verdad, intento abrir las puertas para invitar a posturas diferentes.
Por supuesto ante un tema complejo como es el amar, las actitudes pueden ser diversas y, a mi juicio, todas tienen el legítimo derecho de ser atendidas.
De todas formas debo reconocer que cometí un error al plantear la invitación final en aquel formato, pues se puede interpretar como un gesto desafiante y, en verdad, jamás pretendí que así fuera.
No obstante los dime y diré, mi querida amiga, TU opinión para mí es tremendamente importante y siempre bien acogida.
Un saludo cordial y un sincero deseo de nunca dejar de contar con tu presencia.
Jcrc.

Francamente no podría pedir más, mi querida Lucy. Considero que aterrizaste en la médula misma de mi concepto y le has brindado una interpretación que me otorga orgullo. No en vano estuve un buen tiempo dándole vueltas a tan magnífico sentimiento para darle una digna respuesta y tener la ocasión de proponerla a aquellos quienes creen en el verbo y definir con igual dignidad la razón del sustantivo amor.
Creo que más que nunca debo agradecer tus palabras, por haber fortalecido mi consciencia y permitir que mantenga la fé en las virtudes de la vida.
Un gran beso de gratitud.