ESTA MUERTA
Publicado en Nov 03, 2017
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ESTÁ MUERTA…
(La historia que a continuación se presenta, se desarrolla en una sala de detención y de autopsias, luego de la detención de un joven).
Conforme avanzaba la fiesta, el alcohol se introducía en nuestros actos.
Era la noche de Halloween, los tiempos se tornan violentos en las calles desde hace aproximadamente seis meses, por lo que es muy común que se decreten toques de queda, el asistir a un evento social significa que tienes que pasar la noche en el lugar en que se llevara a cabo.
Cobró auge el hecho de que las fiestas temáticas se realicen en los domicilios de alguno de los miembros del cirulo social, algo novedoso en estos tiempos… no.
En esta ocasión tocó el turno a Hanna… una joven de nuestra clase de teatro, alta, cabello obscuro, de tez blanca y de verdad, muy atractiva, grandes ojos y mi novia un tiempo.
Al ponernos de acuerdo, ella sugirió que el evento tuviese lugar en una pequeña quinta campestre que a las afueras de la ciudad tenía su familia… claro… todos accedimos.
Jorge llevaría un sonido casi profesional y karaoke… por mi parte me tocó llevar una computadora y algo de cerveza… Katia llevaría botanas y más cerveza… Oscar cocinaría a la parrilla unos cortes de carne y costilla, se apoyó en su primo David.
En un número reducido de diez personas llevaríamos a cabo nuestro festejo…
__Y… que pasó, llegaron a la fiesta y luego… (Cuestionó el abogado de turno)
__Le cuento que fui el primero en llegar, espere por espacio de cinco o diez minutos quizá,  Hanna llegó y abrió las puertas, pasamos al lugar y de inmediato instalé mi equipo, Jorge no tardó mucho e hizo lo propio, después de preparar todo, en cuanto llegó el parrillero (Oscar) lo ayudamos con el asador… acordamos que solo tendríamos abierto por espacio de una hora, comenzaríamos solo con los que llegaran, cerrando las puertas sin abrirse por cuestión de los toques ordenados…
 
La primera en contar una anécdota de terror fue la anfitriona… Hanna… estábamos todos cerca por lo que no interfería con los cocineros… tomábamos nuestra comida y continuábamos la charla… confieso que algunos de los relatos de verdad me asustaban pero disimulé, cuando pasas los veinte años no es normal que algo te asuste… retas a las autoridades y desafías los riesgos, no eres tan precavido como cuando ya eres adulto maduro… bueno, el caso es que justo cuando terminó Hanna, tocaron el timbre… ya había pasado el tiempo establecido por lo que no hicimos caso y continuamos con la velada… fue difícil… especialmente porque eran insistentes.
Katia checó la cámara de seguridad y no había nadie en el monitor __ quizá se retiraron ya__ dijo…
No hace falta ser matemático para darte cuenta cuando un grupo de diez personas está completo… lo estábamos…
Nadie comentó nada… solo continuamos con nuestros relatos… era Halloween y tal vez un curioso o bromista nos quiso molestar… era común y perfectamente normal… en esta época.
Hanna se retiró al poco rato… sin dar importancia continuó Katia… su historia trataba de unos duendes… tema que prefiero no tocar…
Luego le siguió Jorge y Oscar, también Diego… al tocar el turno de Carla notamos que Hanna tenía ya buen tiempo separada del grupo, por lo que fuimos a buscarle.
Me resultó algo incómodo, no era nuestra intención pasar por las piezas del lugar como intrusos, pero Hanna tenía tiempo sin aparecer…
Al poco rato de estar buscando vimos una puerta abierta… conducía a un pequeño jardín de conservas… discretamente le llame…
__Hanna… estás ahí… sal por favor… no es gracioso.
 
No recibí respuesta…
 
Al ingresar, vi a mi amiga hincada y de espaldas hacia mí… escuché claramente un quejido… buscamos el interruptor de la luz y la encendimos… Hanna estaba herida de las piernas y brazos, al parecer se había lastimado pues un cuchillo estaba en su mano derecha, no podía ponerse en pie… corrí a ayudarle y con cuidado la sacamos de ahí…
 
__Que ocurrió luego… la sacaste y que pasó después…
__solo comentó que iba a revisar la caldera que está en la parte posterior a ese jardín… comenzaba a hacer frío y quería cerciorarse que todo estuviera bien… dijo que escuchó unos ruidos y la vio a ella…
__ A ella… ¿a quién?...
__No lo sé… solo dijo que a “ella”… que venía para llevarla…
 
La abuela de Hanna recién había muerto por lo que nos asustó el comentario… al principio pensamos que nos quería gastar una broma y ya no le dimos crédito, le hicimos unas curaciones lavándole las heridas que por fortuna no eran de seriedad, le pedimos una explicación… solo nos veía desencajada, ausente.
Las lágrimas brotaban de sus ojos, nos hizo sentir un poco incómodos y conforme avanzaba la noche nos relajamos un poco, al fin, pronto amanecería y podríamos llevarla a un hospital para su revisión, tratamos de pasarla bien… Hanna no dijo palabra alguna y solo dirigía su mirada penetrante al pequeño jardín… fue una escena tétrica.
 
Cerca de las cinco de la mañana se comenzaron a retirar nuestros compañeros hasta que solo quedamos Katia, Hanna y yo… me recosté en uno de los sillones de la sala y Katia me señaló a nuestra anfitriona, se encontraba de pie… difícilmente podía sostenerse… comenzó a avanzar lentamente al jardín…
 
Katia quiso darle alcance y dio un grito tan agudo que me asustó y me incorporé tan rápido como me fue posible…
 
__ ¡ahí!, ¡ahí!, ¡ahí!... Carlos, mírala… la vez… está desnuda detrás de la puerta…
__ ¡Que ves Katia… yo no veo nada!...
 
Tomé a Hanna de la mano… nervioso por la repentina escena solo tomé las llaves de la quinta y de mi auto… saqué a Katia y a Hanna, les abrí la puerta y las saqué de ahí… pronto… lo más que me fue posible…
 
Al tomar carretera, note como a Hanna comenzaron a sangrarle las heridas y no solo eso, también los ojos… llegué cuanto antes a las avenidas de la ciudad y en breve fui detenido por uno de los retenes militares… se acercaron al auto… repentinamente me apuntaron con sus armas y me ordenaron en forma violenta que bajara… que me hincara y que pusiera las manos en mi nuca… me privé… no sé qué ocurrió, no pude explicar nada…
 
(El abogado llevó a Carlos a la sala de autopsias…)
__Ven conmigo… reconoces estos cuerpos…
__Si… claro… es Katia y es Hanna… las reconozco…
__ Dime… es verdad lo que dices Carlos, si me hablas con la verdad te podría ayudar hijo…
__Que quiere que le diga…
__ La verdad… solo eso… la verdad…
 
El llamado a la puerta del lugar, fue mío… estaba completamente fuera de mí… el saber que Hanna, mi novia, me dejaba era inaceptable… yo… era único, un artista… porque me dejaría.
Nadie estaba ahí… solo su amiga Katia y ella, por lo que no me resultó difícil entrar por la parte de atrás, sigiloso, en silencio entré al cuarto de caldera… luego al jardín de conservas… esperé unos momentos ahí hasta que vi a Katia acercarse.
Había tomado ya unas herramientas de jardinería, en cuanto mi primer víctima pasó, salí tan pronto como pude… vaya, no le di tiempo de reaccionar… le corté la garganta y se ahogó con su propia sangre… no lo disfruté pero no podía dejar que avisara a Hanna.
 
Katia me veía sorprendida mientras agonizaba… me incliné y le dije en susurro… duerme ya… todo terminó amiga.
 
Fui de inmediato por Hanna… apenas me vio y trató de encerrarse en su cuarto… fue inútil… sus fuerzas no se comparaban a las mías… la tiré al azotarle la puerta en el cuerpo… la tomé del brazo y la arrastré hasta el jardín.
Le dije que pronto terminaríamos la escena, que no se preocupara, los primeros cortes fueron leves, luego al salir la sangre me invadió un odio repentino y comencé a hacerle más daño.
Su llanto solo hacía que mi proceder fuera más agresivo.
Terminé mi acto y un momento de lucidez me hizo ver las cosas… quise curarla, la vende y le lave las heridas… ya era tarde… ya era tarde.
Sereno… salí a la calle y fui por mi auto… abrí el portón con las llaves que le encontré a Hanna en la sala de estar… caminé muy despacio y llegue a mi carro, lo metí al patio principal.
 
Luego me dirigí a Katia, creo que aún se movía… no lo sé… no me importa ya… la tomé en mis brazos y la subí al asiento trasero… la recosté.
Cuando llegué con Hanna, la vi a la cara… sus ojos estaban abiertos… el llanto seguía brotando… recordé nuestras pequeñas temporadas en el teatro… fue única.
 
La tomé como si no hubiera cargado nada… no sentí su peso… llegué a la puerta del copiloto, la abrí y la senté… todo transcurrió normal para mí… la gente en los autos me veía extraño y con asombro… como no lo harían así… si veían la terrorífica postal de Hanna a mi lado.
 
Al llegar al retén, claro que me esperaban… lo demás ya lo sabe…
Hanna nunca entendió que la voz en mi interior tenía razón… que debíamos partir, que este lugar no sería ya para nada el lugar de paz que conocimos… mis padres y hermanas muertos tenían razón… tenían razón.
Ahora… está muerta…
__Carlos tomó en un instante de la mesa de autopsias un bisturí y lo enterró en su vena yugular… se desangró en unos momentos… los presentes no pudieron ser más que testigos presenciales del acto, inmóviles quedaron… solo observando la agonía de aquel…
El abuso en las drogas lo obligó a ver y vivir un mundo diferente, la muerte de su familia lo dejó ajeno a la vida normal__
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Foto del autor Benjamn Pineda Reveles
Textos Publicados: 6
Miembro desde: Feb 08, 2017
2 Comentarios 471 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

La mente puede ser nuestra amiga... o bien, no suele ser as... disfrtalo

Palabras Clave: MUERTA

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



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Iramesoj le ogam

Un texto muy duro y triste. Aparte, los guiones no deberían ser guiones bajos y cuando pone:

"_ Dime… es verdad lo que dices Carlos, si me hablas con la verdad te podría ayudar hijo…"

Debiera poner interrogantes en "¿es verdad lo que dices, Carlos?"

Un saludo
Responder
November 03, 2017
 

Benjamn Pineda Reveles

Gracias... Tome nota
Responder
November 04, 2017

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