Catalejo Mundial -3-
Publicado en Apr 11, 2017
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Catalejo Mundial -3-
 
Amigos y amigas de Radio Sensación:
 
El hábito no hace al monje pero el lenguaje sí hace a las personas. El filósofo británico de origen austriaco, Ludwig Wittgenstein, decía que “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”, y el escritor inglés Samuel Johnson dejó para la posteridad la frase siguiente: “el lenguaje es el vestido de mis pensamientos”. Los seres humanos tenemos una gran ventaja sobre los animales, los vegetales y los minerales y esa gran ventaja es el lenguaje. Es indudable que cualquier expresión humana (y el lenguaje es una de las más prioritarias de todas las expresiones humanas) deja ver parte importante de nuestro carácter y de nuestra personalidad.
 
De alguna manera solemos creer que nuestra personalidad es algo fijo, que forma parte de nosotros a la manera de una inmovilidad imposible de evolucionarla. Error. Grave error. Está demostrado que no es cierto; que hay cuestiones, como el lenguaje que hablamos, que se ven afectadas por nuestros pensamientos y de cómo funciona nuestro cerebro. Lo que hablamos (y sobre todo cómo hablamos) afecta la evolución de nuestra personalidad y es un reflejo directo de nuestra manera de ser y de actuar en la vida. Nuestra forma y manera de hablar es, en realidad, lo que somos. En la Santa Biblia cristiana, Juan dejó escrito que “en el principio era el Verbo”. Y resulta que el Verbo es la Palabra. Pensando en todo ello llego a la conclusión de que existen tres factores primordiales en la vida humana: respirar, pensar y hablar.
 
Nuestra respiración es automática y ocurre a pesar nuestro. Nos sirve para conectar con nuestro presente, con nuestro ahora, con saber que estamos viviendo el momento actual de nuestra actividad humana. ¿Qué sucede con el pensar? Aunque parezca mentira, y muchos hasta lo llegan a dudar por simple ignorancia, la mayoría de las veces también estamos pensando a pesar nuestro y de manera automática. Pensar suele ser mucho más automático de lo que nos gustaría. Pero somos seres humanos y no lo podemos evitar porque forma parte del diseño humano con el que Dios nos creó. Ahora bien, dicho esto centrémonos en nuestro lenguaje.
 
Cuando hablamos, cuando verbalizamos palabras a través de nuestro aparato fonador, estamos materializando nuestros pensamientos. Y, además, los demás nos pueden escuchar. Hay algo de lo que yo me siento orgulloso. No me refiero a la vanidad, ni a la soberbia, ni a creerme superior a nadie, sino que me refiero al sano orgullo de que, desde el principio de mi más remota infancia, nunca me ha dado por hablar mal sino que siempre, desde que tengo uso de razón, procuro cuidar las palabras que empleo en mi manera y forma de hablar. ¿Por qué razón soy y actúo de esta manera? Porque prefiero ser persona cultivada y no gente vulgar. Esto se debe a una cuestión muy sencilla pero, a su vez, de gran importancia: lo que decimos a través de nuestra manera y forma de hablar impacta en el mundo que conocemos y, al mismo tiempo, en las personas que nos conocen, porque resulta que nuestra manera y forma de hablar es nuestra manera y forma de actuar de cara a los demás.
 
La palabra tiene poder. Así que hablar bien es algo que depende, muy directamente, de 13 pasos: 1.- meditar. 2.- escuchar. 3.- leer. 4.- escribir. 5.- decir lo que pensamos (sin que nos importe en un principio y sólo en un principio) que nos equivoquemos porque para eso existe siempre tiempo si queremos cambiar. 6.- utilizar nombres propios. 7.- hacer el esfuerzo de explicarnos bien para ser bien entendidos. 8.- saber diferenciar entre ser alumnos cuando todavía somos alumnos y ser maestros cuando ya somos  maestros. 9.- permitirnos el lujo de que surjan nuestras ideas en nuestro pensamiento antes de hablar por hablar y sin ningún tipo de clase o estilo. 10.- diferenciar entre el habla emocional y el habla neutra. 11.- hablar con los demás siempre sobre temas y cuestiones que nos interesan a los demás y a nosotros al mismo tiempo. 12.-  no tener miedo a decir palabras bonitas. 13.- liberar los centros puntuales que tenemos en el cuerpo para poder filtrar nuestra energía positiva y dejar que fluya nuestro idioma cada vez más enriquecido y enriquecedor. ¿Imposible? ¿Quién afirma eso de que es imposible? Sólo quienes no quieren aceptar que nuestra forma de hablar y nuestra manera de decir las cosas siempre se puede mejorar pero necesita un pequeño esfuerzo diario. No resulta imposible si es que queremos hacerlo, si es que creemos que podemos hacerlo y, sobre todo, si es que lo hacemos en la realidad.
 
Amigos y amigas de Radio Sensación: en la invisible presencia de los sueños duermen los signos emocionales de esta profunda y honda comunicación que es tu esencia en el intervalo de mis apasionados viajes por el círculo de esas manifestaciones de tu singular presencia. En el fondo de todas tus miradas existe esa invisible magia que procesa este mi caminar trashumante por los países de tu cuerpo. Comunicación. Esa es la verdadera proposición de tu misterio en el ámbito de mis memorias; esas plurales intuiciones de saber que estamos unidos por el horizonte, allí donde tus besos se enredan con mis palabras. Palabras. Sólo palabras para convertirte en mí. Como amantes de las lunas, flotamos ingrávidos en ese elemento confidencial de nuestras mutuas ilusiones en medio de un poema compuesto por tus formas de besar mis sueños y mis formas de soñar tus besos. En este nuestro mundo no nos importa lo exterior; ese afán de conquistar la materia que tantos ávidos halcones humanos buscan con el ansia de los avaros rompedores del silencio. Silencio. Un ámbito que nos introduce en un sinfín de proposiciones amorosas sin límites ni fronteras. Fronteras. No hay fronteras entre tu corazón y el mío. Que se queden ellos, los de la materia descompuesta, con el miedo. Nosotros vivimos nuestra Liberación.
 
“Cuida tus palabras, que ellas no levanten un muro entre ti y los que contigo viven” (lo dijo el filósofo Tales de Mileto de la Antigua Grecia).Y termino con tres pensamientos míos: “hay personas que saben escuchar y aprenden mucho pero hay gentes que no saben oír y no aprenden nada”, “lo importante no es lo que los demás dicen de nosotros sino lo que nosotros decimos de los demás” y “cuando alguien deja de comunicarse contigo es que ese alguien no se merece que le escuches”. Habla siempre con estilo, con clase y con criterio. No es producto ni de estudios ni de sabidurías intelectuales sino de tu manera y forma de ser. Hablar bien es esa clase de magia magistral con la que llegamos a obtener nuestra seguridad y hace posible que despleguemos todos los recursos adecuados para producir los cambios que sean necesarios y, de esta manera, lograr obtener una buena y perfecta personalidad humana que sea reflejo de nuestra personalidad divina.
 
Deja que te escuche para saber quién eres. Con esto os envío mi más cálido y profundo mensaje: “la belleza de tu lenguaje es tu verdadero y más legítimo pasaporte”. Que Dios esté siempre con todos vosotros y con todas vosotras en este viaje infinito hacia lo eterno de nuestras propias y bellas palabras.  
 
Mi primera Gran Verdad es que soy Hijo de Dios. Mi primera Gran Verdad es que Jesucristo me dio Dignidad y no tengo miedo a decir que la Dignidad nos hace libres porque estamos protegidos por la Sangre de Jesucristo y el Poder del Espíritu Santo. Mi primera Gran Verdad es que estoy casado como Dios manda. Mi primera Gran Verdad es que amo a mi Patria y mi Patria es Cristiana. ¿Qué os parecen estas tres frases recién salidas de mi horno?: "La Inteligencia es el mejor armamento que tenemos los seres verdaderamente humanos para imponer la Justicia", "Lo mismo que la Luz hace brillar a la Naturaleza, la Cultura hace brillar a la Inteligencia", "¡Dadme Cultura y acabaré con el Diablo!". Que Nuestro Dios os acompañe a todos y a todas. 
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Foto del autor José Orero De Julián
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Programa radiofónico cultural y social.

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Categoría: Artículos

Subcategoría: Comentarios & Opiniones



Comentarios (5)add comment
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José Orero De Julián

Jesucristo es El Camino, Jesucristo es La Verdad y Jesucristo es La Vida.
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April 17, 2017
 

José Orero De Julián

Eso es Elvia. Lo acabas de llamar por su verdadero nombre: nuestra carta de presentación. Saludos amistosos.
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April 15, 2017
 

José Orero De Julián

Para Leticia y para Elvia: somos en verdad quienes somos por la manera que tenemos para comunicarnos con los demás. Es ahí, en ese momento, donde el lenguaje nos desnuda de caretas y nos muestra tal como somos en la realidad. Un saludo amistoso para las dos. Vencemos en el desierto y venceremos en la gran ciudad.
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April 12, 2017
 

Elvia Gonzalez

muy buen tema has traído a escena, efectivamente nada nos representa mas que la forma de hablar, lo que sale de nuestra boca, lo que decimos, como lo decimos, es lo que nos desnuda frente a nuestros interlocutores, es nuestra carta de presentación, ante la sociedad, gracias por tanta información, abrazos
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April 12, 2017
 

**Leticia Salazar Alba**

Es un amplio texto con una manera excelente información escrita del una manera cautivadora, me gusta mucho leerte, la llevé a favoritos un abrazo desde uno de los desiertos de México, Nuestro lema s Vencimos al desierto
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April 11, 2017
 

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