Esperando la deseada edicin (Diario)
Publicado en Jan 13, 2017
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Tengo 48 años de edad. No me interesa ni me importa nada en absoluto que en mi propia tierra (España) no me hayan dado ninguna oportunidad de demostrar que puedo entrar entre los mejores escritores de todos los tiempos. Gracias a Dios, y porque Dios es grande, ya hace un año que las puertas de la República de Ecuador me han sido abiertas y he conseguido uno de mis sueños. Como periodista ya había triunfado desde 1994. Y en 1996 ya estoy formando parte (junto con mi esposa Liliana de los Ángeles Del Castillo Rojas) de los mejores escritores ecuatorianos. Estoy a la misma altura que Jorge Enrique Adoum, Alfonso Barrera Valverde, Paco Benavides, Rosa Borja de Icaza, Vicente Cabrera Funes, Carlos Carrión, Luz Argentina Chiriboga, Agustín Cueva, Eduardo Estrella Aguirre, Joaquín Gallegos Lara, Yanna Hadatty, Tatiana Hidrovo, Lucrecia Maldonado, Violeta Luna, Juan León Mera, Juan Montalvo, Pedro Reino. Hernán Rodríguez Castelo, Ángel Felicísimo Rojas, Alfonso Rumazo González, Ricardo Torres Gavela y Dolores Veintimilla. Son los grandes escritores/pensadores de aquel país y los que siguen todavía vivos nos han visto (a Liliana y a mí) pasar como una centella por el horizontes de la Letras Ecuatorianas) hasta situarnos en un lugar de privilegio. Ha sido en Guayaquil, tierra fértil de escritores de los Siglos XX y XXI en cuya nómina nos hemos situado de forma deslumbrante gracias al ensayo titulado "El Pensamiento Vivo de Benjamín Carrión" con el que hemos salido ganadores del Premio Nacional de Ensayos. Ya estamos. Ya hemos llegado. Ya ha merecido la pena irnos del "país de las envidias" (perdona España por tener que llamarte así por culpa de unos cuantos que dirigen el falso cotarro literario nacional) para triunfar en el "país de las oportundiades".
 
Era una oportunidad única después de haber triunfado y brillado en periodismo escrito, en periodismo radiofónio, en autor teatral, en guionista de cine y televisión y hasta en poesía tanto oral como escrita. Ya nos detiene nadie, Ya en nuestros correspondientes currículos vitales podemos añadir que somos escritores de primerísima fila digan lo que digan los envidiosos de España (y vuelvo a pedir perdón a España por culpa de dichos miserables) porque la realidad es que, para el próximo año, está prevista la edición de venta al público como, en efecto, se llevó a cabo y se presentó en la Casa de la Cultura de Guayaquil.
 
Hoy, mientras me enfrento a los recuerdos, estoy tomando un tentempié en el "Café Libro" de la ciudad de Quito y me entra la risa; así que para que no se me note demasiado que paso de todas las "varillas made in Benito" (muy apropiadas para quienes no ligan ni con el palo del recogedor de las basuras) me pongo a sonreír mientras dentro de mi cerebro suena una de Mari Trini: "Su piel color aceituna dicen que de buena cuna en la mirada una duda. Así fue mi tercer amor. Su cuerpo era pequeño revoltoso en su sueño granadino fue su techo y mora su condición. El primer beso un fracaso. El segundo un ocaso. El tercero no existió. Así fue mi tercer amor. Decía gustarle el campo pero vivió en el asfalto poco después se casó. Así perdí mi ilusión. Así fue, así pasó mi tercer amor su piel y mi piel nunca se llevaron bien. Así fue, así pasó mi tercer amor responderé que no era ya cuestión de honor. Quiso estudiar tres carreras sólo acabó la tercera y enseguida la olvidó. Así fue mi tercer amor. Soñaba ser vagabundo y descubrir todo un mundo pero equivocó su rumbo y en la ciudad se quedó. Cada hora que pasaba con las manos agarradas ensayaba la llegada de pronunciar el adiós. Decía gustarle el campo pero vivió en el asfalto poco después se casó. Así perdí mi ilusión. Así fue, así pasó mi tercer amor. Su piel y mi piel nunca se llevaron bien. Así fue, así pasó mi tercer amor. Responderé que no. Era ya cuestión de honor.
 
Y mientras las ofertas de 1.500 euros -diez minutos exactos y cronometrados por cada"varilla made in Benito"- sigue su marcha por los andurriales oscuros de esta vida de los desencantos yo sigo brillando con luz propia gracias a una Princesa que no dudó ni un instante en llevarme hasta sus alturas, Por eso soy yo, gracias a Ella, "El Príncipe de las Letras" dentro de su corazón. Y eso sí que merece la pena y no ningún premio amañado de los Planetas, los Nadales y otros de semejantes "pelajes". Yo soy feliz. Yo soy el que soy y Ella es la que es. Y paso olímpicamente de las "varillas made in Benito" (muy apropiadas para quienes, como él, no ligan ni con el palo del recogedor de las basuras) mientras, un año después, recojo mis primeros frutos literarios en forma de libro editado. Gracias, Guayaquil.
 
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Miembro desde: Jun 29, 2009
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Descripción

Pginas de Diario personal.

Palabras Clave: Diario Memoria Recuerdos.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



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