El chico de la fila de atrás (Guión) -9-
Publicado en Jan 04, 2017
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EL CHICO DE LA FILA DE ATRÁS (9)
 
Debido a que, durante todo el miércoles, Juan Manuel Fernández Fernández no había encontrado en ningún lugar de Madrid a Pepe Julián, el conocido por sus numerosos amigos y sus numerosas amigas como "El chico de la fila de atrás", ahora se veía, a las nueve de la mañana del frío día invernal, jueves 22 de diciembre, totalmente abatido y desolado, sentado en el bordillo de una de las orillas del Estanque del Retiro, frente al brujo de la cartomancia, echando migas de pan a una gran cantidad de palomas que se acercaban a comer incluso subiéndose en sus manos.
 
- ¡Caramba, Neil! ¿Désde cuándo eres tú tan caritativo con los animales?
 
Juan Manuel Fernández Fernández se levantó como movido por un resorte invisible nada más escuchar aquella voz tan inconfundible mientras todas las palomas alzaron sus vuelos.
 
- ¡¡Pepe Julián!! ¿Eres tú Pepe Julián?
 
- ¿No estás viendo que sí soy yo?
 
- Déjame que te toque para saber si es verdad...
 
- Veo que eres tan incrédulo como Tomás cuando Jesucristo resucitó y se presentó ante sus discípulos. Dame la mano, Neil.
 
Neil estrechó su mano de su gran amigo Pepe Julián,
 
- ¡¡Esto es un milagro!!
 
- Porque los milagros existen, Neil. Y mucho más durantes estos días en que va a nacer el Niño Dios. Pasado mañana es Nochebuena, amigo. Por eso se producen tantos milagros a la hora de que Jesús de Nazaret vuelva a nacer en los corazones de los hombres y mujeres de buena voluntad.
 
- ¡¡Ostras, Pedrín!! ¡Cuánto has cambiado, Pepe Julián!
 
- No somos como pensamos; de repente, un día despertamos y somos diferentes.
 
- ¿Pero qué haces tú por aquí a estas horas de la mañana?
 
- Suelo hacerlo por costumbre. Me levanto casi siempre sobre las seis de la mañana, a veces incluso a las cinco, voy a una cafetería a tomarme un café con leche para entrar en calor y después me da por andar y andar kilómetros y kilómetros cuando me encuentro solo de verdad. Por eso he llegado a comprender que los animales son mucho más nobles que toda esa gran cantidad de gentes que se dicen llamar personas pero que sólo actúan como gentes.
 
- ¿Gentes? ¿Personas? ¿Cuál es la diferencia?
 
- No vamos a hacernos líos con definiciones de diccionarios o con conceptos sociológicos... la verdad...  para mí, y hablo desde mi punto de vista particular, la gente es el conjunto de seres humanos que se ve aglutinados en un montón, paseando por las ciudades, manifestándose ante un acontecimiento, observando un espectáculo deportivo o artístico... o sea... un grupo abstracto de personas a las cuales las puedes analizar en conjunto, tal como se manifiestan en ciertos momentos sociales de la vida. ¿Y qué es para mí persona?. Pues entresacar de toda esa "masa" abstracta de gente a un sólo individuo (hombre o mujer) y conocerle profundamente. En este sentido persona toma toda la amplia definición de ser humano con personalidad propia. Mientras "gente" es masa, "persona" es individuo. La "gente" suele moverse por intereses de grupos o maneras de pensar alienadas y con prejuicios generales. No me gusta eso de "es buena gente" o "es mala gente", porque no me determina nada sobre el ser humano de quien me están hablando. Prefiero mil veces que digan "es una buena persona" o "es una mala persona" porque entonces sí me están determinando y calificando como un ser humano particular que tiene personalidad propia. La "gente" no posee personalidad propia sino que se mueve por estímulos, generalmente a través de los líderes que imponen el marketing social y la moda general, y al ser irreconocible suele manifestarse de forma egoísta, cambiando de parecer según se le antoja no por evolución propia sino por interés personal o capricho social. No me gusta la "gente"... me encanta, sin embargo, la "persona"... aquel o aquella que se mueve por voluntad propia, que huye de la "masificación" de su pensamiento, que posee unos principios sólidos que los va confirmando mientras vas conociéndole o conociéndola. Para mí, y sigo insistiendo es que es un punto de vista personal, ser gente es tener la personalidad alienada por los grupos y convertirte en una parte más de la "masa"... mientras que ser persona es, aún perteneciendo al grupo, no ser "masa" sino tener personalidad que le da características originales, verdaderas y propias. Porque mientras la "gente" es voluble y caprichosa y miente y engaña con tal de seguir viviendo dentro de su propio egoísmo (disimulado en el interior de la "masa"),  la persona (con sus aciertos y sus errores) es siempre verdadera, es tal como es, es transparente y si te quiere es porque te quiere y si te odia es porque te odia. En definitiva, entre gente disoluta y variable para quien tú sólo eres un instumento valioso únicamente para cumplir con algún interés temporal (y luego te deja en el olvido) y persona (aquel o aquella que está contigo siempre o te rechaza pero tiene las señales de identidad bien definidasy claras) prefiero estar siempre con la persona.
 
- ¡¡Ostras, Pedrín!! ¡Cuánta sabiduría para ser tan joven!! De verdad que me convences, colega. ¿Pero dónde te metiste todo el día de ayer que te estuve buscando y no te encontré en ningún sitio ni en ningún lugar?
 
- ¿Cómo iba yo a saber que me estabas buscando, Neil? De haber recibido un mensaje tuyo en mi móvil te habría dicho dónde me encontraba. ¿Quieres saberlo ahora?
 
- Me gustaría saberlo por simple curiosidad.
 
- Ayer estuve en la Ciudad Encantada de Cuenca. ¿Quién te invita cuando tomas una copa? La Soledad. ¿Nadie es Nadie? Sólo soy alguien cuando lloro. ¿Cuál ha sido mi mayor éxito? Haber visitado La Ciudad Encantada y haber vuelto encantado del todo.
 
- ¡Jajajajaja! ¡¡Eres grande entre los grandes, Pepe Julián!!
 
Pepe Julián miró con simpatía a Juan Manuel.
 
-Después de volver totalmente encantado he ido a mi casa, me he dado una buena ducha, he buscado el bar donde siempre tomo mi café con leche y, después de haber desayunado, he comenzado a pasear hasta llegar aquí. Pero lo importante ahora no es saber lo que hago yo durante las primeras horas de las madrugadas diarias sino qué estás haciendo tú a estas horas en el Parque del Retiro y echando migas de pan a las palomas cuando se entiende que deberías estar todavía durmiendo hasta las diez de la mañana.
 
- ¡¡La he cagado, Pepe Julián!!
 
- Llámame solamente Pepe cuando sientas soledad y así acortamos el camino para sentirnos mejor, compañero.
 
- ¡¡No estoy de coña, Pepe!! ¡¡Esta vez la he cagado del todo!!
 
- ¿Qué es eso de que la has cagado del todo?
 
- ¿Podemos ir caminando?
 
- Caminante sí hay camino.
 
- ¡Jajajajaja! ¡Tú siempre estás contra todos hasta que terminas por vencerles o convencerles. De las dos maneras siempre triunfas tú.
 
- No es eso, Neil, no es eso. Respeto mucho a Antonio Machado pero no tengo por qué ser Antonio Machado para llegar a la cima. ¿Me entiendes?
 
- No quiero discutir contigo sobre asuntos de Literatura.
 
- Entonces caminando que es gerundio.
 
Los dos amigos comenzaron a caminar mientras seguían hablando.
 
-¡Me han cazado como a un conejo, Pepe!
 
- ¿No recuerdas, Neil, que cuando nos conocimos por primera vez te dije que comías demasiadas zanahorias y que eso era muy bueno para la vista pero que si te pasabas ibas a caer en la trampa por no tener los ojos muy bien abiertos?
 
- ¡Jajajajaja! No me hagas reír.
 
- ¿No te acuerdas cuando la cagaste con aquella a la que se te ocurrió decirle que habías estado una larga temporada cortando caña de azúcar en la Cuba de Fidel Castro porque te gustaba haber podido ligar con ella?
 
- Sí. ¡Jajajajaja! ¡Vaya que sí que la cagué! 
 
- ¿Y no te acuerdas cuando la cagaste con aquella a la que se te ocurrió decirle que eras un impotente sexual pero deseabas estar con ella?
 
-¡¡Jajajajaja!! ¡Eso fue mucho peor, Pepe!
 
- Entonces dime qué has dicho o qué has hecho ahora.
 
- ¡Esto es muy serio y sería gravísimo para mí si se entera mi padre!
 
- ¿Has incendiado el Teatro Real?
 
- Pero Pepe... por favor... que es muy serio esta vez...
 
- Te creo pero... ¿tú opinas que la opinión de un lince como yo puede ser más valiosa que la opinión de un conejo como tú?...
 
- Por supuesto que pìenso de esa manera y por eso prefiero hablar contigo y no con niguno de esos viejos zorros de mi barriada.
 
- ¿Y si te equivocas al elegir consejero?
 
- ¡Jamás me has defraudado ni te has burlado de mi! Los viejos zorros de mi barriada se burlan hasta de sus propias sombras mientras que tú te ríes hasta contigo mismo pero no te burlas de nadie para no hacer daño a nadie. No es lo mismo reírse con los demás que burlarse de los demás. Eso lo he aprendido de un lince como tú pero no de ninguno de todos esos viejos zorros que si pueden te roban hasta los calzoncillos.
 
-  La risa nos sirve para ensanchar las ganas de ser, de existir y de vivir. La risa es la mejor manera de superar una crisis y, sobre todo, si la crisis es de personalidad. ¡Ríete, Neil, ríete hasta contigo mismo pero no te burles de ti!
 
- ¡¡Jajajajaja!!
 
- Y ahora cuenta y dejemos las bromas aparte.
 
- No sé por dónde empezar, Pepe...
 
- Estoy seguro de que será algún lío absurdo.
 
- ¿Por qué dices que es absurdo?
 
- Porque te gusta demasiado leer a ese tal Franz Kafka.
 
- ¡Sí! Jajajajaja. ¡No comprendo nada de lo que leo de ese tal Franz Kafka pero no sé por qué tengo yo la extraña manía de coleccionar todos los libros escritos por él!
 
- Eso sí que es ser masoquista, Neil.
 
- ¿Que quiere decir Franz Kafka cuando escribe, Pepe?
 
- ¿Te lo explico contándote un cuento, y valga la redundancia, de mi propia cosecha personal mientras seguimos caminando hacia adelante, siempre hacia adelante, estimado amigo?
 
- Supongo que será muy entretenido escucharlo.
 
- Por lo menos te servirá para comprender tanto a Franz Kafka que terminarás por olvidarle completamente y ya no buscarás más libros de él.
 
Pepe Julián dio una patada a una castaña de las miles que se encontraban por el arenoso suelo del Parque del Retiro madrileño. La castaña terminó colándose en el agujero que se había formado en la base de uno de los castaños de Indias.
 
- ¡Gol! ¡¡Gol!! ¡¡¡Gol!!! Has marcado otro gol, Pepe.
 
- Entonces, para liberarte de Franz Kafka y sus influjos, escucha lo siguiente. Cuando perdió el primer peón no le dio ninguna clase de importancia; ni cuando perdió el segundo ni el tercero... pero comenzó a preocuparse cuando, de repente, en dos jugadas seguidas perdió un caballo y un alfil. Mas Teterioukin era siempre así, un jugador de ajedrez enigmático que nunca jamás borraba la sonrisa de su rostro. Una sonrisa de triunfador. El problema fue cuando perdió, de manera seguida, el segundo de sus caballos y un cuarto peón...
 
A Teterioukin se le conocía, por su forma de jugar al ajedrez tan de manera anárquica, como "el Bakunin de la FIDE". Y es que, para más "inri", había nacido en el mismo pueblo (Priamujino, en el departamento de Tver, al noroeste de Moscú) que el célebre Mijail.
 
Pero Teterioukin era más conocido, entre los jóvenes aficionados ajedrecistas, como "Teté"... cariñoso apelativo con el que le bautizaron las quinceañeras brasileñas cuando, inesperadamente, ganó el Torneo de Sao Paulo de este mismo año de 2007. Mas ahora esto es Helsinki y su rival es, nada más y nada menos, que el campeón mundial, el búlgaro Vesalin Topalov que ocupa el lugar número 1 en el ranking de la FIDE, con la friolera de 2.813 puntos ELO.
 
La cosa está mal, verdaderamente mal, para el ácrata "Teté" porque Topalov está realizando un verdadero "paseo militar" ayudado por la estrambótica manera de jugar de Teterioukin que más que el ganador del famoso torneo de Sao Paulo parece, hoy, jugar como un párvulo de una pequeña y perdida aldeíta siberiana. Y los aficionados que siguen la partida con sumo interés están sorprendidos y enfadados.
 
¿Esto es "Teté"? se preguntan los unos a los otros con las miradas circunflejas. ¡Esto es una payasada indigna! Se responden los unos a los otros con las mismas miradas. Lo extraño es que "Teté" no parece darle importancia y sigue con su rubia sonrisa de bebé satisfecho. Las quinceañeras brasileñas que se han desplazado hasta Helsinki para admirar a su pequeño y nuevo ídolo están también sorprendidas. ¿Qé le pasa a "Teté"?.
 
La partida sigue su esdrújulo desarrollo y llega un momento en que Teterioukin pierde hasta la reina y la última torre que le quedaba. Ahora si está verdaderamente aterrado cuando observa el tablero. Sobre él sólo le queda el Rey y el rival cuenta con 7 piezas: 2 peones a punto de coronar, una Torre, un Alfil, un Caballo, la Reina y, por supuesto, el Rey. El próximo movimiento es Jaque Mate sin ninguna clase de remedio.
 
Entonces es cuando todo el mundo queda atónito de asombro. "Teté", sin perder la sonrisa, y con un aplomo digno de campeón de campeones se dirige a Topalov y le ofrece tablas...
 
- Maestro, le ofrezco un empate... ¿qué le parece si acordamos unas amistosas tablas?.
 
Topalov queda patidifuso. No responde de inmediato porque no sabe si le están tomando el pelo o "Teté" es un demente salido del psiquiátrico de San Petersburgo.  El caso es que al juez de partida, el juez que controla la mesa, le entra un inopinado e inesperado ataque de risa...
 
-¡ja ja ja ja ja!... ¡¡Ja Ja Ja Ja Ja!!... ¡¡¡JA JA JA JA JA!!!
 
Y dicen las crónicas de Sucesos que la partida no la perdió el pícaro "Teté" porque fue declarada nula e inconclusa ya que al juez tuvieron que llevárselo urgentemente al hospital porque no terminaba nunca de reír y no pudo firmar el Acta. Ahora está siendo atendido en la UVI y parece que va a ser internado en una Sala del Hospital Psiquiátrico de Helsinki mientras "Teté" permanece invicto y va a ser invitado al Torneo de Linares.

- ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡¡¡Claro que lo he entendido, Pepe!!!
 
- Si de verdad lo has entendido qué es lo que te he querido decir, Neil...
 
- ¡Ostias, Pepe, no me seas tan cabrón! ¡Lo he entendido pero no sé explicarlo!
 
A Pepe Julián se le escapó una espontánea sonrisa antes de aclarar a su amigo el porqué del cuento de "Teté".
 
- Como supongo y estoy casi seguro de que existe algún lío de faldas por medio déjame que te cuente amigo, déjame que te cuente para que olvides a Kafka de manera definitiva a la hora de tener o no tener complejos de inferioridad cuando te enfrentes con una mujer.
 
- Cuéntame, Pepe. Lo necesito de verdad.
 
- De María Jesús AR a María Jesús MC hubo un puen puñado de años. No me han importado nunca jamás las distancias existentes entre los sentimientos. Al fin y al cabo, de María Jesús AR a María Jesús MC sólo existió la distancia de un sentimiento de un joven de 18 años de edad a un sentimiento de un joven de 18 años de edad. La etapa del crecimiento se me quedó, para siempre, detenida en los 18 años de edad. Maria Jesús AR y María Jesús MC significaron mucho para mí. Trascendente y transcendente. Apertura de una época y cierre de la misma época. De los 18 años de edad hasta los 18 años de edad, habiendo pasado muchas veces más por los 18 años de edad. Diesel en su pura esencia. Diesel en su pura existencia. Diesel en su pura naturaleza. Diesel en su pura realidad. Diesel en su pura verdad. María Jesús AR y María Jsesús MC se quejaban, las dos como dos sentimientos de semejanzas matemáticamente construídas por el destino, de que los hombres las insultaban por dar besos a los hombres. Curiosa manera de comportarse de los hombres que aparentan ser hombres pero se quejan de las mujeres que besan a los hombres. ¿Alguien puede desentrañar esta paradoja? Desde Madrid hasta Puerto del Rosario sólo existe una distancia horizontal, una línea recta que empieza en María Jesús AR y acaba en María Jesús MC. No importa si me besaron a mí, si no me besaron a mí, si besaron a otros menos a mí, si besaron a otros incluyéndome a mí. No importa. Ambas buscaron su liberación lejos de los hombres que las insultaban (¡estúpìda incoherencia de estúpidos hombres!) porque les daban besos. Quizás un beso de María Jesús AR nunca llegó a mi rostro. Quizás un beso de María Jesús MC resbaló por mi cara. Quizás nadie creía en la verdad de los sentimientos de María Jesús AR y María Jsesús MC pero yo sí. Yo, con mis siempre 18 años de edad, creo siempre en la verdad de esa clase de besos nunca dados o esa clase de besos siempre recibidos. En realidad contabilizar besos dados o no dados en la cara no tiene tanta importancia pues diversas Teorías del Albsurdo, de lo absurdamente absurdo, dicen que existen mujeres que nunca dan besos en la cara ni tampoco permiten que se les de besos en la cara a ellas. Yo siempre he pasado olímpicamente de las Teorías del Absurdo, de lo absurdamente absurdo, porque teniendo siempre 18 años de edad bastantes trabajos tengo que llevar a cabo como para perder el tiempo con los absurdos sartrianos, con los absurdos camusianos o con los absurdos de cualquier otro hombre que insulta a las mujeres que besan a los hombres. De María Jesús MA a María Jesús MC aprendí una existencia llena de besos dados en la cara y de besos no dados en la cara. Me da lo mismo. Me da igual. Me es indiferente que a mis 18 años de edad María Jesús AR dé besos en la cara a todos los hombres menos a mí o que María Jesús MC me dé besos en la cara como se los da a los demás. La indiferencia de las chavalas que logran liberarse de prejuicios me es más importante que contar los besos en la cara que no me quisieron dar o los besos en la cara que sí quisieron darme. Porque paso, y seguiré siempre pasando olímpicamente, de todas las Teorías del Absurdo ya que yo soy un joven de 18 años de edad totalmente concreto. Y que yo sepa -y no soy un ignorante- los besos que me dan en la cara o lo besos que no me quieren dar en la cara, o viceversa, me son tan indiferentes como el absurdo de haber conocido a muchos hombres que insultan a chavalas como María Jesús AR o María Jesús MC porque dan besos en la cara a esos mismos hombres. En definitiva, contar los besos dados o los besos recibidos no forma parte de mi Contabilidad General. Y es que en mi libreta del Debe y del Haber no anoto cifras, cantidades ni número alguno... sino solamente sentimientos. ¿Has olvidado ya a Kafka?
 
- ¡Ostias! ¡Acabo de olvidar a Kafka y estoy pensando en otra cosa muy diferente!
 
- ¿Era o no era de masoquistas preocuparse por un problema kafkiano?
 
- Ahora sólo sé que tú eres el único que me sigue llamando Neil...
 
- Quizás porque sea yo el único que puedo entenderte del todo...
 
- ¿A qué te estás refiriendo?
 
- A que tanto a mí como a ti nos gusta ser siempre como Juan Salvador Gaviota.
 
- ¿Y eso que tiene que ver con Neil Diamond?
 
- Lo mismo que Franz Kafka tiene que ver con El Dúo Dinámico.
 
- ¡¡Jajajajaja!!
 
- ¿Es que he dicho alguna tontería?
 
- No. Es que eres demasiado inteligente, Pepe.
 
- Por eso te estoy dando a entender que a los dos nos ha tocado ser líderes. La diferencia es saber quién de los dos es una verdad y quién de los dos es una mentira.
 
- ¿Cómo se mide eso, Pepe?
 
- Son los que nombran líderes los que tienen la respuesta. Dale tiempo al tiempo, Neil... y el tiempo lo resolverá...
 
- Insisto en que eres demasiado inteligente, Pepe.
 
- Si tú lo dices a lo mejor es decir la verdad aunque los demás no se lo crean.
 
- ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡¡Esto sí que es ser amigo verdadero!! ¿Cuánto coeficiente de inteligencia tienes, Pepe?
 
- Hay por ahí alguna persona que va diciendo que yo soy un 140 pero no sé si se refiere a eso o es que voy en moto y a 140 kilómetros por segundo cuando me da por pensar en algo. 
 
- ¡¡Jajajajaja!! Cuando dicen que eres un genio no se equivocan.
 
- Perdona, Neil... pero hay excepciones que confirman la regla...
 
- ¿Te estás refiriendo a ti?
 
- No. Me estoy refiriendo a Salvador.
 
- ¿Y quién es ese tal Salvador que se las da de genio sin serlo?
 
- Ya está muerto, Neil.
 
- ¿Pero quién es ese Salvador que se las daba de genio siendo solamente un simple loco nada más?
 
- Tú lo has dicho, Neil. Era uno de los muchos locos que los dirigentes de la humanidad han confundido con sabios geniales cuando sólo fueron o son locos llenos de vicio y corrupción pero que de ejemplo para la humanidad que les elige como genios es para partirse de risa ya que se han burlado siempre y se siguen burlando de esa misma humanidad que les adora.
 
- ¡Ya lo sé! ¡Estás hablando de Dali!
 
- Eso es, Neil. Estoy hablando de Dali que algunos le dicen Dalí y otros le dicen Dali pero que viene a ser lo mismo, porque es borracho, vicioso, drogadicto y más simple que el mecanismo de un chupete se llame Dali o se llame Dalí. ¿Te lo crees, Neil? Dali Dali o Dalí Dalí es la misma gilipollez pero en sentido duplicado: Quizás será porque es doblemente estúpido con sus bachatas merengadas que ni él mismo sabe lo que son.
 
- Supongo que conoces mucho sobre ese tal Dali Dali. 
 
- Conozco lo suficiente como para decir de él que es un completo imbécil y que como artista tiene menos futuro que un chimpancé intentando cantar maravillas para luego pintarlas en cualquier esquina de las calles más oscuras de cierta ciudad.
 
- ¿Santo Domingo por ejemplo?
 
- Sí, Por ejemplo Santo Domingo, Neil.
 
- ¿Y qué remedio tienen esa clase de gentes que no son personas?
 
- El único remedio que puede surtir efecto es seguir la dieta del ajo y agua.
 
- ¡¡¡Jajajajaja!!! ¡¡Muy bueno, Pepe!! ¡A joderse y aguantarse!
 
- ¡Jajajajaja! Muy bueno, Neil.
 
- Eres de verdad genial.
 
- Dejemos eso ahora porque sonó la hora de la verdad.
 
- ¿A qué te estás refiriendo?
 
- ¿Cómo te sigue yendo tu rollo con la Carmencita de la calle Amor de Dios?
 
- ¿Con aquella chica de la que te hablé hace ya meses?
 
- Sí. ¿No se llama Carmencita?
 
- Se llama Carmen Olivares Vera pero...
 
- Pero se ha ido con algún chuleta...
 
- No sé cómo lo aciertas pero es verdad. Hablando de chuletas ha preferido irse con el carnicero y la he terminado por perder.
 
- ¿Te la ha quitado un carnicero que, además, es chuleta por culpa de su profesión?
 
- No. No me la ha quitado nadie... pero ella ha preferido a un carnciero antes que a un cartero.
 
- Sobre gustos no está todavía todo escrito y nunca estará todo escrito jamás. Por eso existen chavalas, más o menos monas, a las que les gusta más el olor de la carne, con las infaltables moscas a su alrededor, que la alegría de recibir cartas perfumadas por el olor del amor noble.
 
- Contigo se me pasa...
 
- ¿Qué es lo que se te pasa conmigo?
 
- El dolor, Pepe, el dolor.
 
- ¿Es que sufres de dolor porque una chica, más o menos mona, haya preferido la carne con moscas antes que tus cartas con amor?
 
- Yo quiero y deseo porder olvidarla, Pepe; pero ella no hace más que herirme todos los días paseando adrede por toda la barriada de Lavapiés para que yo la vea besándose con el carnicero. 
 
- ¿Me puedes dar su número de móvil?
 
-¡No, Pepe, no!
 
- Pero si no voy a intentar ligar con ella para nada de nada. ¿Tú crees que yo soy uno de esos cabrones como Agustín "El Ronco", que aprovechándose del dolor de su mejor amigo intenta ligar con la chica que su mejor amigo no puede olvidar para poder tener relaciones sexuales con ella?
 
- La verdad es que jamás te han visto a ti hacer nada de eso. Por lo menos en el barrio de Lavapiés.
 
- Ni en Lavapiés ni en Bombay. Jamás he hecho ninguna traición amorosa ni a ningún amigo ni a ningún enemigo. Respeto tanto a los seres humanos que sufren como para no ser como Agustín "El Ronco" nunca jamás. ¿Me pasas o no me pasas el número de Carmencita?
 
- ¿Estás seguro de que quieres el número del móvil de Carmen Olivares Vera para no intentar ligar con ella?
 
- Quizás lo hago para que llegue el momento en que ella te pida volver...
 
- ¡¡Ni borracho, Pepe, ni borracho vuelvo yo con ella!!
 
- Confía en mí, Neil. Cuando lo veas por ti mismo no vas a tener que emborracharte nunca más por culpa de ella ni por culpa de ninguna otra mujer. ¿Comprendido?
 
- ¿Quieres decir que es absurdo lo que estoy haciendo?
 
- No es absurdo. Es de idiotas.
 
- Me gusta que seas sincero pero no tanto, Pepe.
 
- Pues aquí hay ajo y agua para todos. ¿Me pasas o no me pasas ese número?
 
- Te lo paso si me juras que no vas a intentar ligar con ella.
 
- Yo nunca juro jamás por culpa de ninguna chica, chavala o mujer. ¿Te has enterado ya, Neil? ¡No juro por culpa de ninguna! ¡Absolutamente ninguna!
 
-¡Ostras!
 
- Es que o eres líder de verdad o sólo eres un mierda que desea ser lider sin valer nada para serlo.  Además, debes de saber, que yo elijo con las que me quiero enrollar y ligo con otra clase de chavalas.
 
- ¿Cómo has sabido que estoy sufriendo por culpa de ella?
 
- Muy fácil y muy sencillo. Si no sufrieras todavía por culpa de ella estarías durmiendo tranquila y plácidamente en tu cama hasta las diez o las once de la mañana. Pero pongo la mano en el fuego, y no me quemo, si digo que apenas puedes pegar un ojo por las noches y te levantas a deambular por todo el barrio de Lavapiés desde las seis de la madrugada. Es más, hasta estoy seguro de que te pones de rodillas ante el portal donde vive ella, miras a su ventana y le pides a Dios que salga a verte por si acaso existe otra oportunidad. Si haces todo eso y alguna otra cosa que yo no sé pero que me lo puedo imaginar tratándose de asunto de mujeres es que o estás totalmente enamorado de una ficción para llevarle la contraria a Carmencita o es que estás loco o empezando a estar loco. ¿He acertado?
 
- De pleno. Sé que sigo enamorado de esa chavala malagueña que se llama Carmen Olivares Vera y que vive en la calle Amor de Dios de mi barrio de Lavapiés. Y también sé que estoy haciendo muchas tonterías por su culpa.
 
- No eches la culpa a ella.
 
- De acuerdo, Pepe. Estoy haciendo muchas gilipolleces por culpa mía.
 
- Me parece que estás metido en algún lío muy grande, Neil; y yo quiero intentar sacarte de todo ese lío.
 
- Si se entera mi padre me mata.
 
- Pero quizás se pueda evitar que se entere hasta que podamos haber salido de ese follón.
 
- Pero si tú no estás metido en ningún follón, Pepe...
 
- Pero cuando veo a un gran amigo metido en un follón bien grande tengo empatía con mi gran amigo y le defiendo a muerte. ¿Me pasas o no me pasas su número de móvil?
 
- Está bien.  Te lo paso y que sea lo que Dios quiera...
 
Ambos sacaron sus móviles y Juan Ramón Fernández Fernández le pasó el número del móvil de Carmen Olivares Vera a su gran amigo Pepe Julián, el llamado por sus más íntimos colegas "El chico de la fila de atrás".
 
- ¿Ya está?
 
- Ya está, Neil.
 
- ¿Y qué opinas del follón en que me he metido?
 
- ¿Tú crees que eso es tener dignidad?
 
- ¿Qué es tener dignidad, Pepe?
 
- La dignidad es lo que un verdadero hombre no debe perder nunca porque eso se llama cobardía sea un hombre cristiano o no lo sea. Jesucristo predicó lo que es la dignidad y dijo a sus hermanos que fuesen siempre dignos. Así que nada de dejarse bajar los pantalones.
 
- Eso es muy fácil decirlo.
 
- Es mucho más fácil hacerlo.
 
- Pepe...
 
- ¿Que me quieres contar más? Ya es hora de que te vayas a casa a meterte en la cama y dormir sin pensar nada más que en dormir. Vete a casa y dájame caminar por entre estos castaños de Indias porque necesito seguir en plena forma para jugar el domingo al fútbol con los del Deportivo. ¿De acuerdo?
 
- Pepe... es que... hay otro asunto...
 
- ¿Otro lío de faldas?
 
- Si. Pero eso ha dicho mi madre que prefiere explicártelo a ti y a solas los dos.
 
- ¿Me estás intentando decir que tu madre se ha fijado en mí?
 
- Si.
 
-¿Y me estuviste buscando todo el día de ayer para invitarme a comer en vuestra casa?
 
- Sí. Es como si de repente se hubiese enamorado de ti.
 
- Vamos por partes, Neil. Conozco demasiado bien a tu madrey a tu padre aunque sólo he comido una vez en vuestra casa, Ni tu madre engañaría jamás a tu padre ni tu padre engañaría jamás a tu madre; así que no digas pendejadas, ¿Qué te sucede, tío? ¿Ver al carnicero de tu barrio besándose en la boca con una chica que ni es tuya ni quiere ser tuya te despiertan fantasías? No vuelvas a insinuar que tu madre se ha enamorado de mí o te mando a la mierda como he tenido que mandar a muchos idiotas a lo largo de mi vida.
 
- ¿Vas a venir o no vas a venir?
 
- ¿Qué sucedería si yo no voy?
 
-¡Menudo cacao se armaría si no vienes a comer estar tarde a nuestra casa!
 
- ¿Puedo saber algo, aunque sea solamente un poco, del lío en que te has metido?
 
- Eso es lo que quiere contarte a solas mi madre para que no se entere mi padre porque mi vida corre peligro.
 
- ¿Pero es que no hay ninguna mamá que deje de pensar en mí para solucionar los problemas de sus hijos?
 
- ¡Jajajajaja! ¡Creo que eso quiere decir que sí!
 
- Pero si yo todavía no he dicho nada...
 
- Te esperamos a las dos de la tarde en punto.
 
- A lo mejor has acertado y voy a estar en la comida con todos vosotros... pero... si veis que no llego a punto... es que he muerto...
 
- ¡Jajajajaja! ¡Sabía que ibas a decir que sí!
 
- Vete rápidamente a tu casa a dormir hasta la una y media por ejemplo porque lo necesitas, Neil. Mientras tanto yo ocuparé tu lugar para seguir dando de comer a las palomas; aunque en este caso ya no van a ser simples migas de pan como les das tú sino que llevo un par de suizos en los bolsillos de mi pantalón que tienen mucha azúcar porque las palomas también tienen derecho a una vida dulce. Cuestión de clase, estilo y glamur, chaval.
 
- ¡¡¡Jajajajaja!!!
 
Juan Manuel se fue en dirección a la boca del metro de Alcalde Sáinz de Baranda para volver de regreso a su casa y seguir el consejo de Pepe Julián que, efectivamente, volvió al Estanque del Retiro, frente al brujo de la cartomancia, y allí estuvo dando de comer a las palomas y los gorriones que se subían a sus manos para comer migas de aquel manjar llamado "suizos con acúzar". Y al "chico de la fila de atrás" no le importaba nada que alguien le estuviera escuchando porque él era como era y no como los demás querían que fuese. Y mucho menos aquel diabólico ser de la cartomancia que echaba, por su boca, pestes contra él porque ya nadie quería caer en la trampa de los brujos y las brujas que nunca leen el futuro en ninguna clase de cartas pero hacen creer que sí. Así que Pepe Julián le miró de frente mientras decía en voz bien alta para que le escucharan todos los paseantes tanto hombres como mujeres.
 
- ¡Supongamos que te encuentras con un brujo o una bruja de esos que dicen que leen el Tarot porque en las cartas se puede ver el futuro de una persona. Supongamos que quieres ver si es cierto. Hay una forma muy simple y sencilla para demostrar que todo eso es mentira y que en ningún sitio se puede leer el futuro de una persona y menos en algo tan burdo como unas cartas de Tarot. Todo es pura mentira para engañar a "navegantes" ingenuos. La demostración de que es mentira es sencilla. Es la siguiente. ÉEl o ella, el brujo o la bruja, te pide que barajees las cartas y hagas un corte. Después pone unas cuántas sobre la mesa y según están colocadas te lee tu futuro. Ojo porque la colocación de las figuras de las cartas es totalmente importante. Pues bien, el tío brujo o la tía bruja te cuenta una sarta de estupideces que en tu inteligencia está saber que son sandeces sin ninguna clase de veracidad. Pero para estar seguros de ello haz lo siguiente: pídele que como buen consumidor que va a pagar por el producto comprado tienes todo el derecho de saber si el producto es de buena calidad o una pura estafa. Por supuesto que es una estafa. Para demostrarlo pide que te deje barajear otra vez las cartas y después de cortarlas que te las eche de nuevo para comprobar si salen de la misma manera o de forma distinta. Si salen de forma distinta, que es muy posible por cuestión de cálculo de probabilidades, todo lo que te ha dicho hace unos minutos (la primera vez que las leyó) es pura mentira. Ahora te tiene que decir cosas distintas porque las cartas son diferentes y están situadas de otra manera sobre la mesa. Pero para mayor afianzación pídele que te las eche tres o cuatro o cinco veces o si quieres pídele que te las heche cinco mil veces o un millón de veces si te apetece que para eso vas a pagar los serivcios del adivino. Verás como salen infinidades de variantes pues hay infinidades de combinaciones de cartas sobre la mesa. Entonces entramos en la cuestión: si de las diez veces que te ha hechado las cartas (para no ser exagerado con el número de veces) salen diez interpretaciones distintas de tu futuro ya que son diez combinaciones distintas de cartas sobre la mesa ¿cuál es la verdad? ¿La primera, la segunda, la tercera o así sucesiavemnte hasta la décima? Porque si tu futuro está en las cartas del Tarot y es una verdad absoluta según dicen los brujos y las brujas tienen que salir siempre las mismas cartas después de barajearlas y colocadas de la misma manera; lo cual es totalmente imposible. Luego es mentira que en las cartas del Tarot esté escrito tu futuro. Es una verdadera estupidez creer en eso y además es un insulto a la inteligencia humana. Que se vayan al carajo los brujos y brujas que sólo son unos embusteros sacacuartos que desean vivir a costa de la ingenuidad de los "navegantes" que no saben donde está la costa para poner pies sobre la tierra. Y todo eso sin pegar un palo al agua. O sea viviendo del cuento del Tarot siendo más falsos y más falsas que una mierda de plástico! ¡¡Han oído ustedes bien!!
 
El brujo recogió todos sus bártulos y se marchó antes de que llegasen los municipales porque el grupo de paseantes, hobmres y mujeres al mismo tiempo, ya se iban a abalanzarse sobre él para hacer justicia con sus propias manos mientras "El chico de la fila de atrás" seguía sonriendo y dando de comer a las palomas y a los gorriones.


 
- Escribo poesía para gorriones como preludio de este nuevo amanecer. Un clamor de las violetas me llega mientras observo, a través de la ventana, el azul de mar. Eros o el amor: una disyuntiva como si fuera una especie de himno al azahar mientras la Luna (rosa nocturna) se asemeja a un melón abierto a punto de ser comido y la balada de la oveja ha dejado de sonar para dar paso al romance de las olas y el viento. Llueve. El elogio de la fresa es como agua nocturna que empapa la voluntad del árbol; algo así como la exaltación de la palmera que ansía llegar a la nube. Alabanza de la cebolla de Miguel Hernández como alegría de la noche en cuatro tiempos. Geranio. Ha vuelto a abrirse el geranio mientras un ratón es como la canción elemental de los despertares. Al fin la primavera empieza a ser la alegría del jilguero mientras los niños hacen metáfora del balón. El señor Mirlo inicia su romance de la rana y la luna, mientras la gloria de la cereza brilla bajo el sol. Es la baraja del año: un paisaje de abril, una risa de abril. Doña Gallina es como dulzura de la lluvia y las siete palomas del arco iris son como un deseo dentro del cuento del Niño Jesús.

 



 
  
 

 
 
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Foto del autor José Orero De Julián
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Descripción

Guión literario para Cine.

Palabras Clave: Literatura Prosa Narrativa Guión Cine.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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