EL MISMO
Publicado en Jan 03, 2017
Prev
Next
Me levanto de la cama como cualquier día, como si se tratara de un intracendente 23 de enero o extraviado 29 de agosto, pero después de avanzar sólo tres pasos, caigo en la cuenta de que es 31 de diciembre, el final de 2016 y de la nada surge una extraña motivación para tomar el día en serio y también empezar a tomarme en serio.
Es la última oración lo que me tiene aquí escribiendo, aunque lo “de tomarlo en serio y tomarme en serio” lo he practicado durante cuarenta años, no cincuenta y cinco que tengo de vida, porque que durante los primeros quince, no tuve la consciencia o necesidad de cambios. Los resultados de mi consideración de los años nuevos, siempre han sido nefastos. Nunca he conseguido cumplir mis propósitos. Por esto mismo, creí estar convencido de lo inválidos que son estos ejercicios y por lo mismo, me sentí capaz de omitir para siempre todo plan de transformación en función de fechas, acontecimientos, situaciones, numerología, creencias y casualidades, pero no fue así y aquí estoy de nueva cuenta con la tentación de transformarme.
Una vez más un final lo tomó como un punto de partida para el cambio, para la mejora, para el logro, intentando modificar lo que no me gusta de mí e introduciendo en mi vida prácticas y hábitos que desde mi punto de vista son positivos. He decidido, una vez más, que puedo sustituir en menos de veinticuatro horas, mis “malos” hábitos por unos “nuevos” y benéficos.
Transformar una manera de pensar en veinticuatro horas es ridículo. Lo que siempre ha sucedido y cuya probabilidad de que vuelva a suceder, es muy alta, es que llevaré a la práctica lo necesario para cumplir con mis propósitos, tal vez un día o hasta una semana, en el mejor de los casos, pero hasta ahí.  La realidad del día a día, del trabajo y mis preocupaciones intrínsecas, empezarán a hacer borrosa mi visión positiva del día de hoy hasta que, una semana después, ya no pueda distinguirla.
Mis malos hábitos, que dicho sea de paso, muchas veces disfruto y me satisfacen , volverán y los hábitos, supuestamente benéficos, desaparecerán. Fin de la historia. Volveré a ser “el mismo”.
A diferencia de otros años, siento que en este estoy un poco más consciente de que seguir siendo “el mismo”, catorce mil seiscientos días más, que es lo mínimo que pretendo seguir viviendo, es algo, no para pensarse en serio, sino algo para reflexionarse a profundidad, por lo que esta vez, es casi obligatorio hacerlo realidad.
En dos mil diecisiete, a diferencia de otros años, todo debo planearlo. Fijarme objetivos alcanzables, cuyo logro requerirá de un esfuerzo superior y constante para alcanzarlos en tiempo y contribuir para que mi visión se convierta, lo antes posible, en una realidad.
Dicho esto, puedo afirmar que estoy listo para iniciar 2017 y dejar de ser “el mismo”. No hay nada más por escribir, sólo, como siempre debió haber sido, me resta ACTUAR.


Página 1 / 1
Foto del autor Juan Carlos Maldonado García
Textos Publicados: 109
Miembro desde: Jul 09, 2009
0 Comentarios 221 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

A propósito de los propósitos de año nuevo que cada vez son más y más difíciles de lograr.

Palabras Clave: año nuevo propósito decisión cambio transformación.

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Sociedad



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy