Píldoras para ser auténtico (Filosofía) -83-
Publicado en Dec 02, 2016
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83.- El sentido cívico de los listos y los tontos.
 
Razonemos. ¿Qué nos dice Ignaico Vidal-Focxh. Razonemos mientras leemos: Yo tendría algo que aportar al simposio que se celebra en Basilea (Suiza) sobre la inteligencia: "Inteligencia: ¿Qué significa?, donde participan el científico de la NASA Mike Aloonzo, el artista Nabil Ahmed y Chus Martínez, directora del Instituto de Arte HGK FHNW. Extraño que no me hayan invitado. Porque tengo algunas cosas que decir sobre este tema, sobre lo estupendo que es ser inteligente y lo terrible que es no serlo y, encima, saberlo. Que es el caso de la inmensa mayoría. Ya alguien observó que la vida se diferencia del teatro en que no hay ensayo general, los seres humanos hacemos las cosas a bote pronto y las comprendemos cuando ya son irremediables.
 
O sea, acertamos casi por casualidad, y la mayor parte de las veces actuamos como tontos. Hace años se lo dije a un amigo: "Lo que más lamento en el mundo es no haber sido muy inteligente". Él para consolarme respondió: «Dudar de la propia inteligencia es ya señal de poseerla, porque todos los tontos sin excepción creen que son inteligentes y que tienen la razón». Efectivamente, esta respuesta alivió un poco mi pena de ser tonto, pero luego, esa misma noche, en la cama, con las manos cruzadas sobre la barriga y mirando al techo, me dije: «No, no, eso lo ha dicho para complacerme, pero lo cierto es que no soy muy inteligente. ¡Qué pena!». Amargo momento. Por cierto, al techo no le iría nada mal una capa de pintura.
 
«Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos», escribía Alberti en la estela de Calderón. El verso más citado de Juan Ramón implora «¡Intelijencia, dame/ el nombre exacto de las cosas!/... Que mi palabra sea/ la cosa misma», porque en efecto la comprensión de un fenómeno comienza por nombrarlo y definirlo. Ahí tienes a Bauman con su "sociedad líquida y su estado de crisis", a Serge Latouche y su "decrecimiento", a Byung Chul Han con su "sociedad del cansancio"... 
 
Inteligente es Bill Clinton, según me cuentan los que le han conocido. Lo era Francis Crick, que descubrió la estructura helicoidal del ADN, «por el que la vida se convierte en vida», como le explicó por carta a su hijo. Basta ver sus fotos. Era tan inteligente que para sus colegas resultaba incluso ofensivo. Qué bien estaría ser como ellos, y no como Jack Durrance, el militar de "Las cuatro plumas" (la novela, no la película) que ha perdido la vista y se declara a la señorita Ethne Eustace diciéndole la verdad (cito de memoria): «Aunque no muy inteligente, soy honesto, soy sólido, soy serio; no te fallaré...». Y así andamos ciegos por la vida, como Jack Durrance, pero así no se consigue que Ethne olvide al desaparecido Harry Feversham ni se seduce a un lector. Tanto Ethne como el lector esperan, legítimamente, que estés en el secreto. Pues bien, sí, ése es el caso, damas y caballeros; aunque parezca que apenas sé preguntar, en todos los tonos, ¿qué?, podemos estar todos satisfechos porque esta tremenda humildad mía es, como sugería mi amigo, signo de una inteligencia notable. Ahí estamos. Vamos para bingo.
 
Ahora opino yo mismo. No es cierto, por ejemplo, que todos los tontos tengan suerte. Esa es una creencia más tonta que los tontos que se la creen. Los listos son personas que no es que se las sepan todas sino que saben las mejores. Hablemos de chavalas de buen ver por poner un ejemplo cotidiano y bastante clarificador. El tonto se conforma. El listo es inconformista.
 
En otro orden de cosas, mientras el tonto siempre abre la boca para hablar, el listo siempre abre los oídos para escuchar. ¿Quién es máslisto y quién es más tonto, el que abre los ojos para mirar o el que abre los ojos para aprender? La respuestas es contundente: mientras que el tonto siempre abre los ojos para mirar, el listo siempre abre los ojos para aprender. Hagan ustedes la prueba del dedo y la luna y lo comprobarán; porque mientras que el listo mira a la luna, el tonto se queda mirando al dedo. Si damos una tiza a un tonto y damos una tiza a un listo, mientras que el tonto escribe en la pared "tonto el que lo lea", el listo escribe en la pared "tonto el que no lo lea". La responsabilidad civil de los listos es que siempre tienen que demostrarlo para ser considerados listos; pero los tontos carecen de dicha responsabilidad civil porque no tienen que demostrar nada ya que todos sabemos que son tontos. Hay un famoso refrán español que dice: "Aunque el mono se vista de seda, mono se queda". Apliquemos dicho refrán a los tontos y nos surge el siguiente derivado: "Aunque el tonto se vista de inteligente, tonto es para la gente".  
 
Hablemos de tontos y de listos en cuanto a las relaciones entre el hombre y la mujer. La frase más estúpida que he leído yo en mi vida es la que escribió el célebre y famoso filósofo alemán Arthur Schopenhauer cuando dijo aquello de: "Las mujeres son animales de cabellos muy largos y de ideas muy cortas". Y lo dejó grabado para la posteridad. Después de leer tal majadería abandoné de inmediato el estudio de schopenhauriano de "la cuádruple raíz del principio de razón suficiente" (tesis con la que consiguió el doctorado en Leipzig). Yo, que estaba entonces interesado en saber el pensamiento de Schopnehauer eliminé de mi memoria todo conocimiento sobre él. ¿Cómo puede la Humanidad considerar como genio a quien dice tal estupidez? Luego me enteré que lo que pasaba con Schopenhauer era que era un misógino, que quiere decir "hombre que tiene miedo a las mujeres". Y como el tal pensador temblaba de miedo cuando se encontraba ante una mujer inteligente se le ocurrió escribir aquella absurda afirmación. Misógino o no misógino desde entonces ya no leí ni leo jamás a Schopenhauer.
 
El caso es que he oído a muchos hombres plantearse la cuestión de si las mujeres son más inteligentes que los hombre o viceversa. Yo huyo como alma en pena cuando se plantea este debate pues me imagino que la cuestión se viene abajo desde el mismo inicio, desde el planteamiento de la pregunta. Porque vamos a ver. Planteemos la idea desde el principio. Todos sabemos que el hombre es macho y la mujer es hembra. Y todos sabemos que el diseño orgánico de un macho es diferente al diseño orgánico de una hembra. En el diseño orgánico de las mujeres tiene mucha importancia la psicología. Y es totalmente diferente la psicología femenina de la psicología masculina. Lo mejor para conocer a una mujer, lo mismo que para conocer a un hombre, es saber quién es y cómo es en realidad.
 
Y ahora van y me dicen muchos tontos aquello de "Es imposible comprender a las mujeres. Son tan difíciles de entender que no hay manera de conseguirlo". Y sigo asombrándome una vez más por la existencia tan abundante de tontos. Porque sigue fallando la cuestión desde el planteamiento de la pregunta. En primer lugar porque la mujer, además de hembra, es ante todo un ser humano. Y para comprender a las mujeres es primero necesario conocer a los seres humanos. Después de esto me siguen diciendo los tontos que tanto abundan en nuestro mundo: "Bah. Todas las mujeres son iguales" ¡Qué absurda tontería!. Ni todas las mujeres son iguales ni  todos los hombres lo somos. Cada mujer y cada hombre, por sí solos, son un universo único, unívoco y completo. Así que no hay que conocer a las mujeres sino conocer a una mujer. Y después a otra. Y después a otra. Y así sucesivamente. Porque todas son distintas.
 
Entonces, partiendo de ello, ya puedo volver al principio; a la cuestión de si "las mujeres son más inteligentes que los hombres o viceversa". Pues ni sí ni no. Resulta que hay mujeres muy inteligentes y mujeres que no lo son tanto al igual que hay hombres que son muy inteligentes y hombres que no lo son tanto. No debemos nunca generalizar; pero si nos ponemos por una sola vez (por una sola vez y que no sirva de precedente) a generalizar entonces llego a la conclusión de que hay que echar mano de la historia y de la sociología para responder a esa pregunta que los tontos no saben nunca plantearse.
 
Resulta que durante siglos y más siglos (muchos siglos) las mujeres han estado (y por desgracia siguen estando todavía en muchos países) dominadas y esclavizadas por los tontos machos dominantes y sometidas a estar silenciosas y refugiadas en sus alcobas o viviendas, haciendo labores domésticas y siendo nada a la hora de la libertad de expresión mientras los tontos machos dominantes no hacen más que hablar y hablar y seguir hablando necedades tras necedades.
 
¿Qué ocurrió durante siglos y más siglos con los hombres? Que los hombres estuvieron haciendo muchas tonterías cuando iban de caza, muchas tonterías cuando iban a las guerras, muchas tonterías cuando iban a las tabernas, muchas tonterías cuando iban a los prostíbulos, muchas tonterías cuando se iban con sus amigos, muchas tonterías cuando manejaban los poderes públicos, muchas tonterías sin pensar...
 
¿Y qué ocurría mientras tanto con las mujeres durante siglos y más siglos? Que recluidas al silencio, encerradas en su esclavitud, tenían muchas horas para pensar y pensar y pensar. Y fueron desarrollando un enorme caudal de pensamientos, sentimientos y sueños que los hombres nunca dejaron que saliesen a la luz pública. Pero esos pensamientos, sentimientos y sueños fueron acumulándose generación tras generación y se fueron introduciendo en la genética femenina y formaron parte esencial de su psicología. Y ahora que en algunos países ya salen a la luz y la exponen y las hacen públicas resulta que las mujeres sí son muy inteligentes mintras muchos hombres siguen siendo tontos machistas dominantes nada más. O sea, tontos del todo y sin remedio alguno.
 
En definitiva. En esta cuestión de las mujeres y los hombres nunca debemos caer en el error de generalizar sino que debemos relativizar y decir "¿esa mujer es más inteligente que aquel hombre o viceversa?. Así, tomando a la mujer de una en una y al hombre de uno en uno. Nunca debemos plantearnoslo entonces en plural diciendo si las mujeres son más inteligentes que los hombres o no. Pero en última instancia si alguna vez me ponen contra la espada y la pared y me dicen que solo vale decir si o no y nada más, nada de relativizar... entonces digo rotundamente que sí, que las mujeres son más inteligentes que los hombres.
 
"La vida no vale nada si tengo que posponer otro minuto de ser y morirme en la cama. Y por eso para mí la vida no vale nada si no es para perecer porque otros puedan tener lo que uno disfruta y ama. La vida no vale nada cuando otros están matando y yo sigo aquí cantando como si no pasara nada. La vida no vale nada si escucho un grito mortal y no es capaz de tocar mi corazón que se apaga. La vida no vale nada si no es para perecer porque otros puedan tener lo que uno disfruta y ama".  Pablo Milanés hizo famosa esta canción en un momento de la historia, los años 80, en el que muchas personas estaban luchando en todo el mundo por los derechos fundamentales de la vida.
 
Todo lo que podemos decir y escribir sobre la igualdad, la fraternidad y la convivencia en paz de todos los habitantes de este planeta es poco. y es poco, porque a simple vista da la impresión de que la gente no hace mucho caso. Seguimos odiando, matando y despreciando a otros porque el color de su piel es diferente; porque han nacido en otro lugar del mundo o porque tienen más o menos dinero que nosotros. Y si no es por alguna de estas razones, pues nos inventamos otras. Todo con tal de no vivir en paz.  ¡Qué tonta es la enorme cantidad de hombres que se creen listos y solamente son tontos! 
 
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