Literatura deportiva (Ensayo) Capítulo 7: Edad Media en Francia.
Publicado en Sep 24, 2016
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Sigue Manuel Hernández Vázquez haciéndonos saber que existe un pequeño verso francés que se documenta en siglo XIII, donde se explica que el origen de la palabra deporte procede de éste país ya que es considerado por ahora como el más antiguo conocido y dice así: "Por déduire, pour desporter / et pour son corps reconforter / porter faisait fausons" (“Para descansar y reponerse /  y el cuerpo reconfortar / partió para una cetrería”. La palabra francesa deporter se transformó en sport en Inglaterra y deporte en España, significando en un principio "diversión". Lo que está claro es su origen latino, dada la semejanza que existe entre los países europeos de lenguas romances. Deportare, disportare, como aparecen en algunos textos medievales españoles, significa en sentido figurado, distraer, aunque su significado más generalizado fue siempre el de diversión. Rabelais (1494-1553), la usó ya en el sentido actual. Es en Francia donde se crea la ordenación de los torneos, de los juegos de pelota y de la esgrima. No se conoce con seguridad el origen de los torneos medievales. Es posible que apareciesen a través del entrenamientos periódico de una serie de ejercicios preparatorios para la guerra, utilizando los elementos típicos de la época (ejercicios hípicos, esgrima con espada y lanza, escudo o rodela, armadura). Si además a todos estos ingredientes se le añaden el aspecto lúdico y la necesidad de dar unas normas fijas para poder competir en igualdad de condiciones y dar un resultado final, nos encontraremos con seguridad delante de uno de los deportes más reglamentados de la Edad Media. Las primeras reglas documentadas que se conocen se deben a Godofredo de Preuilly (muerto en 1066) y tenían como objetivo dar unas normas fijas reduciendo al mínimo el riesgo de confrontación. Así Nithard, nieto de Carlomagno, describió un torneo donde unas veces se combatía individualmente y otras en grupo, convirtiéndose a veces en verdaderas batallas organizadas como diversión y también como preparación para la guerra. Una de las modalidades del torneo era la justa, que consistía en tocar con la lanza al adversario con la intención de desmontarlo del caballo o que la lanza se rompiera contra la armadura del contrario. En la pista los combatientes se enfrentaban a galope y en el momento de cruzarse intentaban golpearse con las lanzas, evitando el choque entre jinetes ycaballos. Una de las modificaciones que se introdujeron para evitar la gravedad de los choques fue colocar una empalizada, barrera o tablas tal como se llamaba en España y que separaba a los contendientes. Otra modalidad fue el torneo de cuadrilla, y simulaba una verdadera batalla que se practicaba tanto como diversión como de preparación y entrenamiento para la guerra. Había también otras modalidades de torneos como el correr lanzas contra un blanco, conocido con el nombre de quintana, o bien luchas entre grupos con el objetivo de desarmar y coger prisioneros. La participación en los torneos estaba limitada a los caballeros que debían demostrar su origen noble y no ejercer ningún oficio. Todo el ritual giraba alrededor de la dama a quien el caballero admiraba, llevando en el momento del torneo los colores de su dama. Existieron maestros profesionales que enseñaban las técnicas y el ritual de los torneos. La armadura se componía de yelmo con visera y penacho, jubón guateado y coraza de acero; todo el atuendo tenía su correspondiente protección incluyendo puños y zapatos. A partir del siglo XIV, la justa se impuso a todas las demás modalidades, aumentando la seguridad de los combatientes por la mejora de la armadura y la eliminación de los golpes más peligrosos. Todo ello exigía de una gran fuerza física y un gran dominio del caballo. Las justas de San Ingilberto, en 1389, contadas por Froissart, nos hablan de tres caballeros franceses que durante cuatro días seguidos lucharon contra al menos treinta y seis ingleses, sin que ninguno de los franceses fuera derribados. En cuanto al ritual ostentoso que fueron adoptando las justas según Evans, es muy probable que la influencia procediera de los sarracenos con los que estaban en relación constante los franceses y los españoles, puesto que adoptan formas elaboradas que recuerdan las Tradiciones del Profeta que relatan su comportamiento en la vida cotidiana. Debido a que en Francia hubo combates muy violentos, llegó un momento en que los torneos fueron prohibidos frecuentemente por la Iglesia (por ejemplo el Papa Inocencio II en el concilio de Clermont en el año 1130). También los reyes franceses promulgaron constantemente edictos en contra de los torneos, aunque nunca se llegarona controlar. Solamente cuando aparecieron las armas de fuego, los torneos empezaron a decaer hasta que desaparecieron o se convirtieron ya en la Edad Moderna en manifestaciones como los "carroussels" o las "courses de bagues". Como veremos más adelante en nuestro país, se popularizó el juego de cañas, como una derivación de los torneos medievales. A través de una influencia recíproca con los maestros italianos, la esgrima se popularizó en Francia sobre todo a partir de la decadencia de los torneos, entre la nobleza, existiendo hermandades de esgrimistas en Yprés, Brujas, Bruxelas, Tournay y Gante.  Uno de los hechos más significativos del deporte de la Francia medieval fue el auge de los juegos de pelota. Hay bastante información gracias al poeta e historiador francés Jean Froissart (1337-1410), que parece que era un gran aficionado. Se dieron a conocer varias modalidades de juego de pelota que iban desde los que sólo se golpeaba a la pelota con la mano, a los que utilizaban una raqueta o un bastón. Los más populares fueron el juego de la paume (corto y largo), el soule (que era una especie de fútbol), y el crosse (juego de persecución que en Inglaterra evolucionó más tarde hacía el golf y el hockey). Fueron los religiosos los primeros que practicaron los juegos de pelota. Las autoridades religiosas autorizaban su celebración por Pascua Florida y Navidad, aunque otras veces los juegos de pelota eran prohibidos, debido a que se producían abusos y altercados (en 1245 se prohibió en Rouen la práctica del juego a los religiosos). Durante el siglo XIV, los juegos de pelota se extendieron por los castillos donde la nobleza y la corte se divertían y apostaban dinero o en especie. El rey Juan el Bondadoso (1319-1364), obsequió a sus vencedores con suntuosos vestidos. Según un documento de 1424, existió una maestra de juego llamada Margot que jugaba con el dorso o la palma de la mano. En París, en 1292, la lista de gremios señala que existían 13 empresas fabricante de pelotas. De las crónicas clericales del siglo XII se sabe que durante la época de los merovingios y carolingios, existía ya el juego practicado sobre todo en los monasterios y escuelas episcopales. Entre los siglos XII y XV tuvieron una gran difusión por castillos y ciudades y al iniciarse la guerra de los 100 años, había tal afición que Carlos V el Sabio los prohibió al igual que el resto de los juegos que no servían al oficio de la guerra (1338). Felipe el Hermoso también intentó evitar su práctica, y a finales del siglo XV el alcaldede París prohibió jugar en días laborables.  Hacía 1450, los fabricantes de pala forman un gremio independiente cuando aparecieron las raquetas, y en París los Campos Elíseos se utilizaron como campos públicos para la práctica de los juegos de pelota, teniendo cada uno de los terrenos 120 x 90 metros. Las reglas fueron apareciendo y las raquetas y pelotas se fueron perfeccionando. El campo se limitó por líneas y se introdujo la red para separar los dos campos. Incluso se construyeron salas cubiertas para evitar el frío y la lluvia (hasta ese momento se jugó siempre al aire libre en espacios llamados tripots).  El soule era un juego parecido al calcio italiano. La palabra ya designaba en principio una bola de madera o un balón de cuero que se rellenaba de heno, salvado, musgo y más tarde aire. Se jugaba con los pies o también con bastón. En 1319, el rey Felipe V prohíbe los juegos de soule y lo mismo hace más tarde Carlos V en 1369. A pesar de todas las prohibiciones, el juego se siguió practicando sobre todo en los monasterios durante la Pascua. A veces se llegaba a pedir dinero en la iglesia para el juego. No sólo fue una diversión popular sino que lo practicaron también las más altas jerarquías. Así se conocen las crónicas acerca del obispo de Poitiers en 1165 y de los frailes de Mende (Departamento de Lozére), el día santo de la fiesta de Pascua, en el año 1286. En el monasterio de Auxerre, Departamento de Yonne, se celebraban por Pascua unos torneos que se inauguraban con cantos gregorianos. El ceremonial y las reglas de juego estaban fijadas en una "Ordinatio de Pila facienda", fechada el 18 de abril de 1396. Existía la costumbre de que los frailes cuando ingresaban en el monasterio tenían la obligación de donar un balón. Además de las actividades deportivas citadas, se practicaron en Francia otras disciplinas muy difundidas por toda la sociedad. El mariscal francés Jean Boucicant (1364-1421), destacó de joven en la práctica del juego de la barra, el salto y el lanzamiento de la jabalina y piedras. Se sometió a un duro entrenamiento junto con el heredero del trono, con marchas, carreras de resistencia y salto al caballo, fortaleciendo los brazos dando golpes de hacha, maza o martillo en el aire. La lucha también fue una actividad practicada tanto por la nobleza como por el pueblo. Los luchadores que destacaban podían ser contratados como profesionales en la corte. Fueron muy populares por su fuerza y habilidad los bretones. En 1466, en la corte de Borgoña se combatió ya de acuerdo con unas reglas muy severas. Por ejemplo, se prohibieron las llaves por debajo de la cintura. Un juego relacionado también con la lucha fue el tirar la cuerda (soga-tira) que se practicaba entre dos equipos muy numerosos. Otro muy popular sobre todo en Namur (región de las Landas) era la lucha subido en zancos, que se realizaba entre dos equipos de zancudos con el objetivo de tirarse al suelo, empujándose sólo con los brazos y los codos.
 
Detengámonos un momento, antes de dar por finalizado el capítulo, en la "soule". La "soule" era un juego de pelota que se practicaba a través de los prados, los bosques, landas y hasta las villas o estanques. El fin era devolver el balón en un lugar indicado, el fogón de una casa por ejemplo. En ciertos casos, hasta había que mojar el soule en una fuente antes de alojarlo en la ceniza. El juego era pues sólo una galopada inmensa entrecortada de peleas (mêlées) más o menos encarnizadas. El instrumento de juego podía ser una pelota de cuero, una vejiga de cerdo llena de heno, una pelota de tela o una bola de madera. Los estadios no eran necesarios porque eran deportes de plena naturaleza. Las parroquias no estaban en condiciones de construir un local o dedicarles un terreno de juego. Las reglas eran muy fluctuantes y las autoridades estaban contra la práctica de estos deportes. No obstante podemos señalar puntos comunes, como que la salida se efectuaba de un lugar fijo (el cementerio, una plaza, una ventana, el castillo, un prado). Las fechas de celebración solían ser a inicios del año, antes de la siembra, porque los "souleurs" no respetaban gran cosa. Uno de los documentos más antiguos que conciernen a la "soule" es una ordenanza del rey Carlos V de Francia de 3 de abril de 1365, en la que precisa "que no puede figurar entre los juegos que sirven el ejercicio del cuerpo". En 1440, otra interdicción hecha por el obispo de Tréguier precisa que este juego ya se practica desde hace muchísimo tiempo y amenaza a los jugadores con la excomunión y 100 sueldos de multa, lo que prueba que la "soule" fue muy apreciada en aquella época: había que inspirar el miedo para terminar con el juego. Pero esto no interrumpió el encarnizamiento de los "souleurs" (el antecedente de los que hoy se llaman futbolistas). Los juegos tradicionales, bajo el antiguo régimen, atraían a mucha gente. En Auray, una "soule" opuso 16 parroquias (o sea que esta es, quizás, la primera Liga de Fútbol a lo largo de la Historia del Balompié). Finalizamos dando a conocer unos datos que están bien documentados en la Edad Media francesa.
 
1147 - Una carta especifica el pago de una cantidad de dinero y la entrega de los "siete globos de mayor dimensión". 1283 - La única referencia a un juego en Cornwall data de este año. Un hombre llamado Roger fue acusado de golpear a un compañero de juego en un juego llamado Soule con una piedra, un golpe que resultó fatal. Los datos se registraro en rollos judiuciales. 1393 - En París, un partido se llevó a cabo frente a Saint-Eustache y se codificaron las reglas del juego - 1396. Los soules estaban alcanzando mcuhos seguidores y practicantes intentando superar a sus predecesores, pero este celo tuvo que ser restringido y surgió una regla fechada en 1412 que limita el tamaño de la bola o Soule, señalando que no tenía que ser lo suficientemente pequeño para ser sostenido con una mano. Esta costumbre desapareció en el siglo XVI. 1365 - Hay documentos del juego de Soule como una ordenanza de Carlos V dodne se dice "que los soules no pueden aparecer entre los juegos que sirven el ejercicio del cuerpo." Sin embargo, no parece que los soberanos bretones (Bretaña se mantiene independiente en el momento) siguieron con el juego, ya que no estaba bajo la misma autoridad eclesiástica. 1440 - Otra prohibición por el obispo de Tréguier dejó claro que este juego había sido practicado desde hace mucho tiempo. Amenazó a los jugadores con la excomunión, o un castigo muy severo, y 100 sueldos de multa. La Soule era muy apreciada en ese momento, así que era necesario inspirar el miedo para poner fin al juego, pero eso no impidió que la avidez de los souleurs siguiera creciendo.
 
Y llegó, con el paso de los siglos, el XIX: A partir de este momento, la mayoría de los soules se llevaban a cabo en Morbihan, a pesar de su prohibición. Sólo la guerra puso fin a este juego debido a que los jóvenes se movilizaron todos. 1841 - Se contaron hasta 800 jugadores en Bellou-en-Houlme contados hasta 800 y se decía que llegaban hasta 6.000 los espectadores de un partido. La pelota estaba en torno a tres pies y pesaba 13 libras. En este juego, los perdedores solián cortar el balón por la mitad con sus cuchillos. Para evitar esto, la pelota se enfundó en estaño.
 
 
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