Yami Ni Taisuru Hikari - Capitulo 2 - El Monstruo de la Gran Nariz
Publicado en Aug 26, 2016
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CAPITULO 2
EL MONSTRUO DE LA GRAN NARIZ.
 
Ciudad Capital De Erifryo.
 
El hombre corpulento corre presuroso en el largo y amplio pasillo del palacio, suda de manera asquerosa y su prominente barriga se mueve de manera ridícula. Exhala e inhala con la boca abierta y sus brazos se contonean y mueven rápidamente.
Llega a una intersección de pasillos y gira a ala derecha, finalmente esboza una mueca que asemeja una sonrisa al ver su objetivo, una puerta con un símbolo azul tallado en ella. Da largos pasos con sus cortas piernas y cuando su mano empuja la puerta, se detiene estrepitosamente e inclinado intenta recuperar el aliento.
Levanta su rojizo rostro y ve a tres personas mirar desde frente de él, hacia algo debajo de ellos. Se levanta extrañado de que no lo haya volteado a ver si quiera. Están en una especie de balcón, mirando un gran patio bajo ellos. Él llega a asomarse a ver qué es lo que ellos observan tan atentos, se acomoda en el lado derecho. El sujeto a su lado lo mira de reojo, pero el de en medio de los otros dos, tiene los ojos fijos en el campo, el sujeto regordete deja de mirarlo y observa el campo.
En él se recrea lo parecido a un bosque, con árboles, grupos de estos, incluso un pequeño arroyo, logra ver unos cervatillos y venados. Moverse. Finalmente lo ve.
Un sujeto en medio del campo, con un atuendo completamente blanco, una larga túnica y un sombrero de ala ancha con una pluma. Estático, sin moverse, si quiera voltear. El hombrecillo obeso se pregunta qué hará ahí. Finalmente un brusco movimiento en la yerba hace que desvié su mirada hacia unos metros a la derecha del hombre de blanco.
Otro sujeto este va vestido con la ropa hecha girones y su cabello es café y despeinado. Se mueve aparentemente en silencio, pero con brusquedad, voltea y mira hacia los árboles. Siguiéndolo con la mirada, se da cuenta de que hay alguien en el árbol. Otro sujeto de cabello largo, hincado y haciendo señas. Finalmente un tercero, entre arbustos, con una daga en la mano. La situación era obvia para el hombre, lo iban a atacar esos tres.
Finalmente, comenzó la acción. El hombre en el árbol comenzó a dar saltos de rama en rama, llegando hasta un árbol detrás del último donde terminaba el bosquecillo, junto sus manos y con los ojos cerrados comenzó a mover sus labios. Murmuraba. El hombre sintió una punzada al ver lo que este hombre hacía, unió cabos y no le falto mucho para entender.
-        Atrapa Vidas – Murmura el hombrecillo mirando fijamente.
Observa como todos menos el sujeto de en medio asienten.
El hombre del árbol termina de hacer ademanes y un  brillo sale de sus manos, lo pone en contacto con el árbol y este obtiene un brillo verde.
-        Uso una aplicación de terceros a su poder de crecer – Dice el hombre de en medio – Observemos como lo usa – Sonríe.
El árbol brilla y sus ramas, excepto en la que está el Atrapa Vidas, se extienden y alargan, convirtiéndose en monstruosas ramas negras y gigantes, lanzándose en directo al hombre de blanco, atrapándolo. El sujeto del árbol sonríe, pero de inmediato tiembla y mira hacia abajo.
-        ¿Qué esperan?, ¿Una jodida invitación? – Les dice con furia y miedo - ¡Atáquenlo con todo lo que tengan! –
Los otros sujetos salen en brincos de sus escondites. A ambos les brillan las manos. Uno usa el cuchillo que jugueteaba. Lo lanza y este se multiplica en varios, todos dan en el blanco.
-        Hizo uso de una habilidad de multiplicación de entes en terceros – Dice fascinado – Lamentablemente es muy usual –
El otro sujeto mueve las manos. El agua del riachuelo le obedece y formando una esfera, atrapa la cabeza del sujeto de blanco, ahora clavada también su ropa a las ramas. Los tres Atrapa Vidas sonríen, el de las ramas baja con sus amigos y chocan las manos.
-        Les dije que podríamos con este tío –  Dice con su tosca voz el sujeto del cuchillo.
-        Era fácil, somos más que el – Se jacto el del agua
-        No solo eso – Ríe levemente el de las ramas – Nosotros tenemos poderes… él es un simple humano… - Ríe sonoramente
Los tres ríen estrepitosos. Desde el balcón el hombrecillo gordo mira todo. Una pelea rápida. Él sabía que terminaría así, los Atrapa vidas son muy poderosos, pero presiente que falta algo, que esto aún no termina. Mira de nuevo hacia donde está el hombre de en medio, como los demás, expectantes por el momento, silenciosos. Finalmente el trio de Atrapa Vidas triunfantes se quedan en silencio Sus muecas cambian de alegría a miedo de golpe, mientras lentamente voltean a ver al sujeto de blanco. Un ruido no muy fuerte pero claro se percibe en el mudo ambiente ahora. Nadie habla, solo el viento y la leve corriente del rio, pero nada más, excepto ese ruido que va en aumento.
-        ¿Qué es eso? – Murmura el hombrecillo del balcón.
Nadie le responde. Se limita a mirar de nuevo hacia el campo. El hombre de blanco permanece inmóvil, igual que los Atrapa Vidas. Que muestran un temor profundo en sus rostros.
-        ¿Qué sucede Patch? – Pregunta el hombre de los cuchillos al de las ramas - ¿Qué es eso? –
-        No lo sé – Responde tembloroso – Es un poder… -
-        Enorme – Murmura el que usa el agua agachándose lentamente.
-        No me digas que ese humano… - Murmuro Patch.
-        Imposible – Dijo lentamente el de los cuchillos.
El ruido se hizo más fuerte, los tres se quedaron estáticos solamente escuchando. Finalmente sucedió. De la nada apareció una gruesa capa de hielo blanquecino y azulado alrededor del hombre de blanco, quedando sumergido dentro de él.
-        ¿Qué demonios? – Musito Patch.
-        No… no lo sé… - Respondió el de los cuchillos.
-        ¿Qué diablos? – Acompleto el del agua.
Patch volteo y miro a los dos.
-        Eloias, Dendedor – Mirándolos fijamente – Usemos un ataque más en conjunto y evitemos que ese humano haga más cosas extrañas –
Ambos asintieron. Eloias, el de los cuchillos, saco un par más y se lanzó en un salto hacia el gigantesco trozo de hielo.
-        ¡TOMA ESTO! – Los cuchillos brillaron - ¡SILVERY SIYANITS EBARIC! –  Lanzo los cuchillos que brillaban más aun y se multiplicaron, siendo cientos, lanzándose hacia el cielo.
-        ¡HEYSER KAISER! – Dendedor, el manipulador de agua formo un torbellino que absorbió todo el riachuelo y lo lanzo directo al hielo.
Una explosión de agua y los sujetos sonreían de nuevo, nadie sobrevivía a ese ataque para contarlo. Eso creía. Hasta que la niebla de agua se dispersó. Para su asombro, el hielo, estaba intacto. Todos vieron atentos y atemorizados esto. Lo siguiente, había alguien sobre el mismo.
-        ¿Qué? – Dijo el hombre regordete desde el balcón - ¿Cuándo fue?... ¿Cómo fue? –
Nadie le respondió solo atinaron a seguir mirando esto. Los tres atrapa vidas estaban estáticos sin entender nada. Finalmente Patch dijo mientras asentía en su mente.
-        Usare mi técnica más fuerte, nuestra libertad depende de ello. – Dijo mientras avanzaba hacia el hielo.
-        ¡No lo hagas Patch! – Dijo Dendedor – Si fallas en ello, puedes morir –
-        Es mejor otro ataque coordinado – Dijo Eloias sacando dos cuchillos más – Son los últimos – Rio.
-        Úsalos cuando llegue el último golpe – Fue lo que dijo Patch antes de avanzar y dejar atrás.
 Junto los puños cerrados y comenzó a respirar lentamente, abrió los pies y en esa extraña pose, cerró los ojos. Mientras el hombre de blanco comenzó a caminar sobre el hielo, dando largos saltos después, logro bajar, avanzando rápidamente, su traje se mezclaba con los remanentes de bruma blanca y en ocasiones desaparecía. El hombre del balcón forzaba sus ojos para intentar ver al hombre de blanco, lo volvía a ver, pero este se perdía ante sus ojos en la nada del hielo. Finalmente apareció, rompiendo una nube de bruma, mientras sus ojos brillaban un tono azulado desde lejos visible, pero Patch ataco en ese momento.
-        ¡YAH JEEVAN VAAYIRARS SOS DETA HAI! – Una aurea verde le rodeaba y unas ramas gigantes aparecieron y rodearon al sujeto de blanco todavía en el aire, Patch a completo - ¡GOLIAM! – Las ramas tomaron forma de un ser enorme y horrible, hecho de plantas, con ojos huecos donde brotaban raíces y sus colmillos eran ramas gruesas y con puntas - ¡DESTROZALO! –
El golem aprisiono al hombre de blanco como si nada y Patch sonrió mientras sudaba intentando controlar al golem.
-        Eso es todo Patch – Vitoreo Dendedor - ¡Aplástalo! –
-        Si rápido amigo – Dijo Eloias –
Patch se limitó a sonreír mientras sus músculos se tensaban imitando la pose del golem.
-        Ustedes dos cierren la boca o se las dejare abierta para siempre –
Los dos dejaron de reír y solo miraban como el hombre de blanco se mantenía estático y Patch entre sudor grueso murmuro.
-        …. Eres mío… -
El hombrecillo obeso miro con fascinación la escena, e golem se movía a voluntad de su invocador.
-        Fascinante – Murmuro.
-        Lo que sigue será aún más -  Dijo el hombre entre los otros dos.
Patch mantenía su concentración al máximo y finalmente, decidió moverse, intentando cerrar sus puños. Quería aplastar al hombre de blanco. Pero de nuevo, lo impensable sucedió. El hielo se volvió a extender sobre los brazos del golem, el sujeto de blanco se mantenía estático, Dendedor y Eloias miraban estáticos como el hielo crecía rápidamente. Patch, jadeante y sudoroso, intentando mantener su cuerpo en sincronía con el golem, decidió liberar al hombre antes de que el hielo cubriera su creación.
-        Escuchen bien pedazos de escoria – Dijo apretando los dientes mientras hablaba – Tendré que soltarlo o golem será congelado y como sabrán, ya no siento los brazos por el hielo, así que cuando lo suelte, usen un ataque en conjunto, con todo su poder restante –
Ambos afirmaron con las cabezas.
-        Planean algo señor – Dijo el hombre de la izquierda girándose al del centro.
-        Sí, eso parece, pero todos sabemos que sucederá a estas alturas -  Dijo lentamente mientras una sonrisa aparecía.
-        ¿Listos? – Patch dijo con el rostro rojo por la concentración, Eloias estiro los dedos y Dendedor sacaba elegantemente su último cuchillo - ¡AHORA! – Bajo de golpe sus manos y comenzó a respirar bocanadas.
El golem también dejo caer sus brazos como Patch, el hombre de blanco cayo, pero una columna de hielo apareció bajo el donde descendió de manera casi magnifica. Pero inmediatamente alzo la vista, dos sujetos iban a toda prisa hacia él. No se movió siquiera.
Dendedor iba a toda prisa hasta que sintió algo que no era normal, no solo que el sujeto de blanco estuviese estático sobre la columna, no… sintió algo… fresco… en su brazo. En su carrera cuando lo alzo, vio algo que le hizo sentir una profunda punzada de miedo. Hielo. Hielo en su manga.
-        ¿Qué carajos? – Dijo al ver la gruesa escarcha en su brazo - ¿Cómo llego eso ahí?? – Se detuvo de golpe y volteo a ver a Eloias -  Eloias, ¿No tienes algo de hiel…? –
Al voltear su compañero yacía congelado completamente.
-        Oh no … -
Fue lo único que musito antes de voltear y ver un resplandor azul frente a el rodeado de blanco, segundos después, ya estaba congelado.
El hombrecillo obeso veía todo, de fascinación y curiosidad inicial, sola quedaba ahora un temor y un nudo en su garganta al ver como esos dos hombres estaban petrificados, finalmente escucho un grito desesperado y furioso.
-        ¡MALTIDO ME LAS PAGARAS! –
Era Patch, el último en pie.
 
Bosque de Notre.
 
-        Es tu fin muchacho… te unirás a los que ya han caído como tú – Un sujeto imponente, enorme y con aura oscura lo señalaba – Esto fue solo un juego y tú has perdido – Estaba el postrado y herido en el piso - ¿Y sabes que le pasa a los perdedores? – No movía ni siquiera un musculo viendo a ese horrible sujeto – Ahí están – Señalo una pila de cuerpos inertes y amontonados – Y tú te unirás a ellos… antes de que te des cuenta… - El sujeto comenzó a avanzar con pasos lentos. Inmóvil, no podía reaccionar, moverse. Nada. Metros, pies, pulgadas, la distancia se acortaba hasta que esa sombra fría y macabra estaba frente a él que seguía sin poder moverse. – Adiós – La última palabra antes de que la oscuridad, lo rodea por completo…  -
Dozuga despertó de su sueño sudando y con la boca seca. Jadeaba un poco y comenzó a voltear desesperadamente al no reconocer el lugar. Tomo las cortinas de la ventana al lado de la sencilla cama de donde se encontraba. Atardecía y la noche comenzaba. Al ver el camino y los arboles supo que seguía en casa de Eliz  dedujo que debía estar en una cuarto de huéspedes o algo por el estilo.
-        Carajo ese sueño ha sido muy real – Dijo mirando hacia el frente – Es como si fuera algo que hubiera visto antes… aunque es imposible… recordaría algo tan… terrorífico… - Se quedó reflexivo  hasta que su estómago hizo un prominente ruido – Esta hambre también es muy real – Dijo con una sonrisa – Veré si hay algo para comer.
Dozuga se puso de pie y noto frio. Sus pies estaban descalzos y sus botas a un lado de la cama. Sin hacerle mucho caso las dejo de lado y siguió caminando salió del cuarto y percibió un aroma que le resulto exquisito.
-        ¿Qué será eso tan delicioso que puedo oler? – Dijo mirando de lado a lado.
Vio los detalles de la casa, los sillones donde antes había tomado él te, vio una silueta enjuta que le causo un sobresalto, su mano se apoyó en la puerta tras de sí ocasionando que la madera crujiera. La silueta se volteo revelando a una anciana con el ceño fruncido.
-        Naah – Dijo está volteándose de nuevo para mover la tetera y servirse sonoramente una tasa  - Eres tu – Volteo y lo miro molesta – Muchachito imprudente, me has metido un buen susto cuando te vi venir del bosque, temí por mí y mi nieta – Volteo, tomo un trago del té y volvió de nuevo hacia Dozuga - ¿Qué no sabes que los sustos a las personas mayores pueden caerles muy mal? – Volteo y bebió más te -   Y por si fuese poco, cuando te di el golpe en la cabeza, mi nieta se molestó conmigo –
Dozuga había intentado hablar pero la perspicaz anciana le había impedido hablar entre diálogos hasta que escucho la parte “Cuando te di un golpe en la cabeza”.
-        … Así que fue usted… – Dijo algo serio.
-        Estos jóvenes de hoy día… - ¿Qué dijiste? – La anciana giro al escuchar las palabras de Dozuga –
-        Nada – Dozuga se gira de golpe con el rostro negro y un aura pesimista –
-        ¿Te pasa algo? – La anciana intenta ponerse de pie –
-        No - Dozuga niega con la cabeza – Estoy bien… - Una breve pausa - ¿Sabe dónde está Eliz? –
-        Eh… - La anciana titubea – Ahh… Eliz… ella está en la cocina preparando la cena…es eso que has estado oliendo desde que despertaste – La anciana se gira en su asiento y sigue sirviendo él te con sus manos cubiertas de arrugas –
-        Esto… gracias… supongo… - Dozuga comienza a caminar guiado por su olfato hasta que la anciana habla sin voltear a verlo –
-        Es por ese camino, no hay puerta así que será fácil que la encuentres – Con sus dedos tomo la taza y se la llevo a la boca tomando un sorbo aun sin voltear  a ver a Dozuga.
-        Gra…Gracias – Dozuga se acaricia la nuca sintiendo todavía una leve punzada.
Siguiendo con su camino esquivando muebles y demás, siente frio en sus plantas de los pies debido a la ausencia de zapatos y logra ver cuadros en la pared, detalla uno donde se ve a una pareja con un bebe en brazos.
-        “Debe ser Eliz y ellos sus padres” –Sin más, no le gusta husmear cosas ajenas.
 Sigue su camino y ve las sillas con el comedor y finalmente el ruido y el sonido de los instrumentos de cocina, lo hace saber que está básicamente al lado,  cruza el umbral sin puerta y un espacioso cuarto se ve ante él, ahí ve a la joven castaña cocinar y moverse de un lado a otro entre ollas y hornos. Ve la rustica cocina con hornos de piedra y leña, mesas y muebles de madera y cazuelas y ollas toscamente hechas de metal.
-        Ho… Hola – Dice unos minutos tras percatar que Eliz no ha notado su presencia –
Eliz todavía tarda unos segundos en levantar su cabeza de la parte baja de un horno donde deposita varas secas de roble.
-        Ahh… Dozuga… ¿Ya despertaste? – Toma una especie de bayas y las deposita en una olla - ¿Tienes hambre?... No te preocupes… La cena ya estará en unos minutos… Si gustas aséate en el pozo que hay afuera y ven ya estará servida – Ella voltea y le sonrió con un mecho de cabello pegado a su frente por el calor que el fuego y el vapor de la comida levanta.
-        Esto… si como digas – Él se retira lentamente sin oportunidad de decir más que lo visto y sale del umbral solo para voltear a todos lados y buscar la puerta que da a ese patio.
Ve una ventana desde donde se observa el pozo y un paisaje oscurecido, es de noche. Camina hasta que llega a la primera puerta y abre, sus pies cosquillean. El pasto. Y el sigue sin zapatos.
-        Cierto era lo que le iba a preguntar a Eliz… -
Dice entre murmuros hasta que voltea de golpe hacia los árboles. Siente algo. Raro. Una mirada. Algo. Algo lo mira. Sus ojos verdes se entrecierran viendo los arboles e intentando profundizar en el bosque sin lograrlo, las sombras se confunden y no logra ver más allá de las primeras filas de árboles.
-        Estoy seguro de que algo me miraba – Dice con un rostro frio y serio - … Quizás fue mi mente…. Esa anciana golpea fuerte… - Mientras roza su nuca sintiendo una punzada de dolor.
Camina hasta el pozo y saca una cubeta llenada a medias de agua transparente y fría, con sus manos toma el agua y la tira en chorros leves en su rostro, limpia sus manos y se seca con su propia ropa.
-        Ahh – Dice satisfecho – Me siento más fresco – Sonríe pero su estómago gruñe fuertemente – Jejeje – Ríe – Creo que es hora de ir a cenar - 
Comienza a caminar de vuelta a la casa… pero eso que lo veía se comienza a mover lentamente entre los árboles, se mueve con pasos largos y grandes, sin dejar de mirar al joven rubio que abre la puerta y se adentra en el umbral.
Dozuga se detiene levemente en el umbral y sonríe.
-        Sé que estás ahí –
Cruza el umbral y cierra la puerta.
-        Ya veremos qué tan fuerte eres –
 
Ciudad Capital de Erifryo.
 
-        CHOQUE VITAL, DUENDE DEL BOSQUE –
Patch con la ropa con grandes destrozos, rasgada y sucia junta las palmas de sus manos y un aura verde le rodea. Está cansado. Esta herido. Esta perdido.
El hombre de blanco frente a él, con la máscara blanca que cubre el rostro esta visiblemente intacto, solo pequeñas manchas de tierra en su traje.
-        “Como mierda es que no he logrado darle” – Patch piensa mientras intenta concentrar su poder – “Este será mi último golpe, pero estoy seguro de que lo venceré con ella” – Aun y cubierto de heridas se permite sonreír – ADIOS DEMONIO BLANCO – Grita mientras unas ramas emergen debajo del hombre de blanco aprisionándolo y brillando con intensidad – SEGUNDA FASE, SUSPIRO JAPETO.
El hombrecillo obeso mira incrédulo desde el balcón con los otros tres. La batalla ha sido increíble para él, nunca había visto a alguien como al hombre de blanco, alguien que le hiciera frente a un Atrapa Vidas tan poderoso, a un Atrapa Vidas de clase 2, y lo que más le sorprende, un solo humano le hace frente.
Las ramas impiden al sujeto de blanco soltarse y Patch sonríe mientras un chorro de sangre escapa por su frente sin más. Pero ve algo que lo deja “helado”. Aun por encima de la máscara. El hombre de blanco. Sonríe.
Una explosión. EL destello que aleja parvadas de aves y ocasiona que el ruido que se escuchaba antes de él, se vuelva silencio. Patch de pie, respirando con bocanadas de aire y su pecho sin ropa , expuesto, solo le quedan los pantalones y las botas, su cuerpo se mueve mientras intenta respirar y recuperar el aliento, gotas de sudor recorren su torso. Sonrie todavía. Nadie sobrevive a eso. Nadie. Ni ese demonio humano.
Cae de rodillas sobre el campo donde un color negro lo rodea dejando un hueco y los restos de la explosión. Patch cae y se sostiene de  sus brazos sintiendo un dolor en todo su cuerpo, está agotado.
El hombrecillo obeso mira atónito la escena.
-        Lo… lo… ¿Lo logro? – Dice esperando respuesta de los hombres que lo acompañan.
Silencio. Los tres hombres miran hacia abajo sin inmutar sus gestos o mostrar preocupación. El hombre voltea y mira el silencio tenso que rodea el campo, él y Patch perciben algo, no es un silencio normal. Finalmente ven algo en el cielo, e algo inaudito. Patch se levanta temblando con los ojos bien abiertos y con el aliento desprendiéndose de él, el hombrecillo también. El hombre de blanco, esta flotando en el cielo sobre un pedestal de hielo.
-        Perfecto – Murmura el hombre en el banco junto a los otros dos que sonríen expectantes – El Descenso de la Exterminación Blanca… - Dice el hombre intermedio, el más viejo.
-        Espere… - Lo interrumpe el hombre mirándolo atónito – Dijo… ¿La Exterminación Blanca?... -
El anciano lo miro con una sonrisa amplia, casi demente y con un brillo en los ojos.
-        Kudian… – Dijo con un tono ciertamente macabro – La Exterminación Blanca –
Patch musito con horro intentando mover sus cansados brazos para elevar las ramas para cubrirse. Kudian descendía a toda velocidad directo a Patch, este último miro con furia y elevo sus palmas, con el escaso aliento recuperado ataco.
-        FORMACION DE VIENTO, ATAQUE DEL MILLAR – Una serie de hojas aparecieron de la nada pero con una forma de cuchilla y un grosor considerable. Inmediatamente se lanzaron hacia Kudian.
-        Es inútil lo que intente – Narraba el anciano viendo la escena excitado –
Kudian saco de su capa blanca un artefacto largo y de forma esperada.
-        La Espada de Sigfrido – Murmuro Patch mientras con los brazos elevados veía las hojas ir directo a Kudian que no detenía su avance hacia él.
La espada tenía una funda blanca como su traje, hasta que al salir de su funda, la hoja era de un azul intenso.
-        … Cuando la Exterminación del Norte desciende del cielo… - El anciano miraba con una expresión de niño en navidad  - Nada… -
ZAS. El solo blandir la espada fuera de su hoja libero una ráfaga que destruyo todas las cuchillas de Patch antes de rozarlos siquiera cuando los metros entre uno y otro disminuían radicalmente y ponía un pie en el suelo cubriéndolo de escarcha.
-        Nada… - Los hombres junto al anciano asintieron sonrientes y el hombrecillo sentía una admiración y temor profundo.
Kudian frente a Patch no perdió tiempo. Patch tampoco junto sus manos en un último ademan mientras un aura verde lo rodeaba, su técnica de más desesperación, Kudian, su técnica de mayor velocidad.
-        … lo detiene…. – El anciano estaba a centímetros de caer del balcón debido a  querer ver más de cerca.
Kudian en milésimas de segundo paso de estar frente al Atrapa Vidas, a estar al lado de este con la espada de lado cerca de su torso.
-        Montjome – La fría voz Kudian fue lo último que escucho antes de  que el mas frio roce de su vida comenzara en su pecho, con la hoja blanca, la última sensación de su vida, con un gran miedo en su rostro.
-        Nada – Murmuro el hombrecillo mientras las escenas fugaces terminaban de golpe como empezaron.
Kudian guardo su espada. Patch tenía una impresión vacía, con el terror grabado… mientras su torso se abría generosamente de lado a lado, dejando una ráfaga carmesí escapar, pero ese no fue su fin, una escarcha detuvo la sangre, pero no se contuvo, siguió cubriendo su cuerpo totalmente. Kudian volteo y guardo su espada. El sonido de la funda chocando con el mango basto para que Patch se convirtiera en un montón de nieve que el viento disperso en segundos.
-        Magnifico – El anciano volvía con compostura a su sitio y sacaba unas gafas de su capa – Dígame señor, que lo trae a estas áreas del palacio –
El hombrecillo recuperado parcialmente del shock volteo sin palabras.
-        El profesor Derr ha preguntado que se le ofrece – Dijo uno de los hombres a su lado con gafas también y ojos pequeños.
Casparreo un poco y hablo con tartamudeos y un habla incomprensible.
-        El rey... el rey…. – Dijo sin dar a entender nada.
-        ¿Algo malo le sucedió a nuestro rey? – Pregunto el otro hombre con un libro apegado a su pecho.
-        El rey… solicita… solicita que… solicita que Kudian… vaya ante su presencia… - Dijo aun con la mirada vacía.
-        ¿El rey lo solicita? – El anciano dijo sin sorpresa alguna – De seguro el frente empeoro… -
-        No tengo… no tengo noticias de ello… solo me pidieron que informara a usted que Kudian debe presentarse a la brevedad ante su majestad.
El anciano miro fríamente al hombrecillo por unos segundos y finalmente dio su resolución volteando al balcón.
-        ¡KUDIAN, EL REY BUSCA QUE VAYAS ANTE EL! –
Su voz vieja hizo un eco profundo, Kudian volteo de inmediato con el rostro cubierto también por tela blanca, sin más termino de girar su cuerpo y a pesar de tener el rostro cubierto, su cabeza estaba hacia la del hombrecillo obeso, que solo podía verlo con temor. Con lentitud, Kudian llevo sus manos a la cabeza y comenzó a retirar la máscara que la cubría.
El cabello gris cayo rápidamente sobre sus hombros pero no bajo más, su piel blanca y finalmente, unos ojos azules, fríos y penetrantes que miraban directamente al hombrecillo que estaba al borde del pánico.
Kudian sonreía.
 
Bosque de  Notre
 
Guiso de tres bayas al vapor, conejo asado relleno de avellanas y cubierto de hierbas silvestres, además de agua con plantas. Dozuga está repleto y feliz, mira de reojo a Eliz comiendo delicadamente emulando a su abuela. Ambas con cubiertos, Dozuga se siente mal por haber comido tan pronto, pero el sabor en su paladar hace que esa preocupación se vaya. Finalmente Eliz termina de comer y limpia sus labios delicadamente con una servilleta.
-        Pudo haber quedado mejor… - Dice mientras se levanta a recoger sus platos.
-        ¿Bromeas? – Dozuga dice mientras se pone de pie y toma su plato – Déjame ayudarte… después de todo soy el invitado –
-        Claro que no Dozuga… menos después de lo que sucedió – Hace hincapié mirando a su abuela la cual solo toma otro sorbo de agua mirando hacia otro lado.
-        No no… permíteme ayudarte… - Una sonrisa simple que hace que Eliz sonría –
-        Está bien – Dice ella recogiéndose un mechón de cabello – También puedes ayudarme a traer el postre –
-        ¿Postre? – Dice Dozuga al mismo tiempo que la abuela con cierto brillo en los ojos.
-        Si… esto… prepare tarta de fresas – Dice con cierto temor por la reacción de los dos.
-        ¡¿Enserio?!- Los dos jadean de la emoción mirando a Eliz con felicidad –
-        Si…. – Da un paso hacia atrás con miedo - ¿Vamos Dozuga? –
-        Claro –
 Él toma los platos uno sobre otro y comienza andar hasta que se queda estático, los platos caen estrepitosamente al suelo, rompiéndose en cuestión de nada, su mirada se torna oscura.
-        ¡Dozuga que sucede? – Eliz voltea a verlo y los remanentes de platos en el suelo.
-        Esta aquí… - Dice con un tono sombrío.
-        ¿Ehh? – Eliz dice expectante y la abuela solo comparte esa expresión - ¿Quién está aquí? –
-        Ese es el problema Eliz – Dice Dozuga – Ni yo sé que es… -
De nada la pared donde Dozuga había clavado su mirada se rompe en mil pedazos y lo único que ven, son unos ojos verdes, brillantes como luces del día, y lo más notorio, una gran nariz de roca entre ese tumulto de sombras que extiende un brazo hacia Dozuga quien toma postura y su mirada sombría se torna desafiante.
-        Grobe Nase – Es lo último que dice cuando el brazo, está a centímetros de él. 
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Descripción

El segundo capitulo de mis historia, disfrutenlo, siento tardar en subirlo pero soy nuevo en esto asi que jejeje no se que decir SINOPSIS: La leyenda de que un dios bajo a la tierra a traer la paz pero un hombre de hierro le asesino es la trama de trasfondo. Una guerra está desangrando los reinos Taran, Eri y Deria, años y años de guerras hacen que Akala, el imperio más grande del mundo los ataque, obligando a los tres a unirse en una poco sólida alianza de defensa. Los “Atrapa Vidas”, una especie de caza recompensas con poderes y habilidades únicas, se unen a los bandos dando sus servicios por una buena paga, la mayoría, del lado de Akala, destrozan las defensas de la triple alianza y su líder, el temible, Gagoru, el llamado, Rugido Atronador ha levantado el reto, quien lo venza será el nuevo líder de los “Atrapa Vidas” y obtendrá la libertad de los prisioneros de Furi, una ciudad capturada al inicio de la guerra. La historia comienza en un pueblo al sur de Taran, donde Eliz, una joven que perdió a sus padres, vive en paz a pesar de la gran guerra que se libra, conoce a Dozuga, un extraño joven de cabello rubio que asegura, poder detener la guerra él solo, venciendo a Gagoru…

Palabras Clave: Historia Peleas Shonen Sobrenatural Comedia

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficción



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