"Denisse 2, el recuerdo", por Daih
Esa furia - suavidad que me trastornó. El poseerte y sentirme poseída. Tener un ángel sobre mí y una bestia dentro. Esa dualidad en que estamos al borde del desequilibrio. Desequilibrio al que no dejamos caer sin paracaídas.
Volar por los senderos de la lujuria. Eres mía porque te pago, una hora en que ese cuerpo de diosa se entrega completamente, con la dulzura de tu voz incitándome a que te tome, te acaricie, te dañe.
Sin embargo accedes a la tentación de mi vagina y olvidas tu esbeltez y te transformas.
Mi dualidad se satisface en ti, el ying y el yang en un solo cuerpo.
Y mi espíritu dual se exacerba en tu llamarada.
Eres el filo de la navaja donde se pende mi razón.
Mis bancarrotas, ilusiones, verdades y valores se esfuman en la punta de tus pezones y se deshacen en el fragor de tu pene.
Mi bella amapola. Beberé de tus semillas para internarme en el oscuro mundo, tu mundo, infranqueable, de una poderosa medalla de honor que deja a tu corazón incólume y frio.
No hay belleza que pueda regalarte, ni el más puro don de mi feminidad, ni el más áspero de mis sueños eróticos hacen que bajes a mis deseos. Sólo me satisfaces, cumples tu tarea, eres la mejor.
Sin embargo he podido vislumbrar más allá de tu vedada mirada de puta triste, la ilusión.
¿Será que por eso me follaste y te olvidaste de tu dulzura? ¿Dejaste por un momento de actuar en tu papel? Te transformaste en la bestia que desde el fondo de mi abismo te seducía.
Pocas personas lo han intuido, sólo tú con esa experticia que tejemos las féminas, pudiste oler desde el fondo de mi sexo, cuando sentiste en tu boca mi orgasmo, lo profundo.
Tengo un punto negro que se esconde en mi espalda, allí vive un demonio de siglos.
El grito primigenio se augura. Denisse, bella Denisse. Te invito a danzar con él un vals inolvidable.
Daih.- (23/5/15) 
Imagen: Ebony Shaomi