CONSIDERA Y AGRADECE POR LO QUE TIENES
Publicado en May 12, 2016
Prev
Next
Eres un ser humano, mucho más que una criatura, un hijo de Dios, tienes la dignidad de un hijo de Dios (1era carta de Juan 3, 1), eres una auténtica maravilla hecha, con mucho amor, por el Creador. Como cualquiera de tus semejantes, puedes tener tus momentos de gloria en este globo terráqueo (aunque no sean más que suspiros comparados con la edad de las galaxias y del universo) y puedes tener también tus momentos de miseria.

Considera todo lo que tienes en tu vida, todas las bendiciones y agradece, de corazón, con todo tu amor, a Dios por eso, porque Él es la fuente, el dador de vida, el principal proveedor, el que nunca se cansa de hacerte el bien, tu benefactor, porque, como dice la Escritura, qué tienes que no te haya sido dado del cielo. A Dios le agrada que seamos agradecidos. Además, está comprobado que ser agradecido es bueno para la salud en general, porque libera el gozo en nosotros. Y es que también es algo hermoso ser agradecido. Consideremos el pasaje de la Biblia donde Jesús curó a diez leprosos (Evangelio de Lucas 17, 11-19) y solamente uno se devolvió para agradecerle a Dios y glorificarlo. Cuán desilusionado y triste hasta cierto punto debe haberse sentido Jesús en ese pasaje. Incluso, aunque sea difícil, se debe agradecer por lo que no es tan bueno en nuestras vidas, por las cosas que aparentemente son malas para nosotros, porque todo forma parte de la experiencia de la vida y todo tiene el propósito de formarnos como seres humanos.   

Considera que tienes dos ojos con los cuales puedes ver amaneceres, atardeceres, arreboles, arcoíris, el colorido de las aves, auténticos cuadros vivos de gran belleza que, aunque se reunieran Picasso, Gauguin y otros más de su talla, nunca podrían ser igualados con los cuadros vivos y hermosos que te ofrece la Madre Natura.

Considera que tienes una nariz con la que puedes percibir el olor de las rosas, de las cortezas de los árboles, de la vainilla, de la canela, del chocolate, de la hierba humedecida, del perfume de la mujer o el hombre que amas.

Considera también que tienes una boca con la que dices cientos de palabras, con la que puedes bendecir o maldecir, decir la verdad o mentir, dar consejos a tus amigos, a tus familiares, animar al que está decaído.

Considera que tienes unos labios con los que puedes brindar una sonrisa y hacer algo para alegrarle un poco el día a tu prójimo, a aquel que está próximo a ti. Esos mismos labios con los que puedes besar a un niño, a una joven, a los viejitos.

Considera que tienes los oídos con los que puedes oír y escuchar lo que alguien te cuente, lo que alguien te confíe. Tienes también tus manos y tus dedos con los que puedes tocar cualquier tipo de escala con la guitarra española o la eléctrica, con los que puedes recoger la arena en la playa. Esas tus manos que puedes extender a quien las necesite, a aquel que tiene problemas y que necesita de un amigo en quien apoyarse.

Y por si todo lo anterior fuera poco, como si fueran pocas las bendiciones, tienes en el “techo” de tu cuerpo, una “máquina” perfecta, asombrosa, calculadora, que trabaja continuamente de día y de noche y que le manda órdenes precisas a todos tus órganos.
Tienes también memoria y conciencia de lo que haces, puedes disfrutar de las cosas e interiorizar las experiencias vividas. Investigas, lees, te expresas, te alegras y te entristeces y sabes que algún día dejarás esta tierra para pasar a otra vida, que es la Vida Eterna (1era carta de Juan 2, 24-25), que es el mayor de los regalos de Dios para nosotros, donde ya no habrá más enfermedad, ni dolor, ni sufrimiento, ni llanto, sino un compartir la felicidad divina, la felicidad que Dios nos quiere comunicar desde siempre. Pero de entre todas las cosas que tienes, de entre toda la riqueza que puedas acumular, hay algo que representa la cima en tu vida. No se te puede olvidar que tienes un “cofre rojo”, muy especial, justo allí en el pecho, que es también maravilloso, donde puedes guardar ternura, dulzura, comprensión, compasión, misericordia, perdón, bondad, agradecimiento, humildad, sencillez, poesía, música, buenos deseos, amor al prójimo, es decir, donde puedes guardar todo aquello que te acerque y te asemeje en algún grado a Dios, o bien donde puedes acumular odio, egoísmo, maldad, deseos impuros, intrigas, mentiras, (Evangelio de Marcos 7, 20-23) todo tipo de asperezas que sólo el amor verdadero puede limar. Ese cofre rojo es una auténtica maravilla, claro está, sin desprestigiar a la gran “máquina”, perfecta y calculadora, que tienes en tu “techo”.  

Ojalá que siempre puedas guardar, en ese cofre rojo, muy especial, canciones de amor inolvidables, palabras profundas y sinceras, verdades, acciones de amor, mucho agradecimiento, la práctica del bien, mucha bondad y misericordia. Ojalá que algún día, con toda la ayuda que puedas necesitar para alcanzarlo, puedas guardarte tú mismo en el cofre mayor, el del rojo más intenso, en el cofre rojo que es la Fuente del Amor Verdadero y así nunca más salir de Él, para que lo ames con todo el corazón y con toda tu alma por siempre y para siempre.
 
CONSIDERA Y AGRADECE POR LO QUE TIENES -
CC by-nc 4.0 -
Ibrahim Fajardo Muñoz

 
Página 1 / 1
Foto del autor Ibrahim Fajardo
Textos Publicados: 248
Miembro desde: Jan 10, 2016
0 Comentarios 557 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Artculo que tuve la oportunidad de escribir y compartir por medio de la revista digital Celestial Nor, donde hablo un poco del agradecimiento, de lo bueno y lo bonito y benfico que es ser agradecido. De fecha de septiembre de 2012.

Palabras Clave: agradecer agradecimiento Dios corazn ser supremo

Categoría: Artculos

Subcategoría: Comentarios & Opiniones


Creditos: Ibrahim Fajardo

Derechos de Autor: Ibrahim Fajardo


Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy