Aún sabiendo los riesgos que corría al decirte que te amaba, decidí apostarlo todo, todo por amor.
Sabía que te podía perder, que podía perder mi felicidad, simplemente mi todo. Fueron largas noches en las que no lograba conciliar con mi sueño y cuándo lo hacía estabas presente tú. Poco a poco te convertiste todo en mi. 
No se como ni en que momento te metiste por completo en mi, lograste que perdiera el control y me enamoré de ti, fue como un hechizo de amor.
Fueron días, noches, semanas y mese en los que en cada minuto estabas tu ahí en mis pensamientos, lograba inspirarme al escribir con tan sólo pensarte, pero a la vez lograbas que me doliera tanto amor, sin embargo perdí el miedo por ti y lo posté todo por amor.
Decidí darme a conocer tras ocultarme un tiempo detrás de una chica "anónima" que te envíaba cartas, detrás de palabras llenas de sentimientos. Fueron noches que invertí al no saber si hacía lo correcto o sólo empeoraba las cosas.
Cuando entregué las cartas de amor veía tu interés en esa persona y en las palabras plasmadas en esas hojas y no podía soportar que tu pensaras que la autora de esas cartas no era yo. Fueron noches en las que escribía sólo para ti, noches que lloré, que no dormí y que sólo pensaba en ti.
Mi rostro no era el mismo, había algo que todos notaban y nadie lograba saber que era, simplemente mis días estaban llenos de "ya no eres la misma" "¿estás bien?"  "te noto distraída".
Solamente hubo una persona que se acercó a mi y me dijo
- Hija, en el amor hay que apostar todo, "el que no arriesga no gana".
Y decidí apostarle a este amor, consciente de que o te quedabas a mi lado o simplemente te alejabas.
Fueron tres meses eternos en los que no sabía que hacer, noche tras noche lloraba y buscaba solución alguna a este amor, pensaba en los pros y contras.
Sin embargo pudo más mi corazón que mi cerebro. 
Dí el paso que tenía que dar, con miedo al no saber como sería tu reacción, me atreví a bajar de la camioneta y caminar hacía donde te encontrabas.
Después de 3 largos meses de escribir, llorar, sentirte distante y recuperarte, quize hablar y dar a conocer a esa "muchacita" que tanto se ocultaba detrás de esas cartas.
Me arriesgué a perder a la persona que más amo, la persona que llegó cuando más sola me sentía, cuando mi mejor amiga me había abandonado. Prometí no volver a enamorarme, prometí no darle paso al amor para evitar lo mismo que hoy estoy sintiendo por ti.
Me tropecé, me tambaleé, perdí el equilibrio por ti.
Muero de miedo, sólo necesito que me abraces fuertemente sin decir ni una palabra más. Quiero sentirte como si fuese la última vez que te veré, la última vez que te tendré cerca, eres, fuiste y seguirás siendo la única persona por la cual arriesgué mi felicidad, por la cual aposté cada pedazo roto de mi corazón.
No tengo idea de lo que pasará, no se si nos volveremos a ver, si me aceptarás o simplemente me mirarás fijamente a los ojos y me dirás:
    - lo siento mucho
Y te marcharás pensando que fue tu error.
Sólo quiero que sepas que gracias a ti logré encontrarme nuevamente.
Logré inspirar cada palabra escrita, cada letra pronunciada.
Nunca pensé expresarme y demostrarme tal y como soy.
Tu hiciste que la mujer débil y derrotada tómara fuerzas de no se donde y luchara por lo que más ama.
Gracias a ti puedo sentirme segura y al menos puedo decir que lo intenté y por primera vez me enamoré, sólo que me descuidé de un pequeño detalle, me enamoré pero era de la persona que tal vez no sentía lo mismo por mi. 
De repente me llegaste tu, me has llenado el corazon de vida, no te vayas nunca de mi lado.
Dime, ¿Qué hago yo con todo esto?  ¿Qué hago con mis noches y días? Mis amigo dicen que te olvide que antes de ti no era igual. Dime ¿qué hago yo?
 Cada vez que pienso en ti, tengo motivos para amarte siempre, esto es algo diferente a cualquier forma de amor.
  Tengo miedo, miedo a perderte, a arruinarlo todo, a destruir lo que hasta hoy llevamos construído y con esfuerzo!
Porque aún te sigo amando.
 
Lo aposté todo de mi, todo por amor.