Guárdame ahí, en ese rincón al que nunca vas. 
Guárdame en ese rincón que te tienes prohibido y que te da pena mostrar. 
En el lugar donde pones los pecados, la perversiones e inseguridades. 
Guárdame ahí en el hueco donde te da miedo mirar, explorar y aceptar. 
Guárdame en ese rincón oscuro donde queda la violencia y lo sexual, la verdad, los deseos ocultos y el amor que tanto miedo te provoca.
Guárdame en ese rincón polvoso donde nadie mira jamás. 
En el rincón silencio del corazón,
en la comisura callada de tus labios.
Guárdame donde nadie te ha besado, donde nadie te ha mirado. 
Guárdame en secreto.
No digas a nadie que me conoces, que nos vemos en habitaciones oscuras, en recuerdos perdidos y memorias infantiles. 
Guárdame en secreto de ti y escápate de lo que eres para verme. 
Escápate de pretensiones que te hacen insoportable; de las rutinas y tus peinados, de tus ambiciones y preocupaciones.
Guárdame en ese rincón que te prohíbes. En esa fracción tuya, que nadie conoce. 
Guárdame en ese lugar que tu madre desconoce y que tu padre ni siquiera imagina. En el sitio que la iglesia condena y la escuela busca para controlar. 
El sitio que tanto miedo da a todos, pero, que yo amaría descubrir.