Tormento en las alturas
Publicado en Sep 27, 2015
Prev
Next
Image
No fue hasta el momento que abordé el avión que recordé que lo había olvidado. De pronto mi mente lo trajo a la memoria de una manera macabra, pues era demasiado tarde. Sentí que la sangre se me helaba, estaba perdido, era mi fin. Mis esfuerzos de todos estos años, se derrumbaban como una torre de naipes ante un estornudo. Porque eso era, un estornudo desafortunado de olvido, que me destruía por completo, que le quitaba todo sentido a éste viaje. No podía bajarme del avión ahora, de algún modo era necesario pese a todo continuar. Tenía varias horas para intentar encontrar una explicación a lo inexplicable. El horror me invadía, mi presión cardiaca hervía como una tetera olvidada con el gas dado. Todo me daba vueltas, sentí que me desmayaba, quise pararme, pero estaba mareado. Alcancé a ver el instante en que la auxiliar de vuelo, venía hacía mí, como fiera indomable.
De pronto fue cómo si todo el mundo hubiese abandonado en un segundo el avión, los pasajeros habían desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. Me escondería en el baño del avión, un buen rato, hasta que el avión despegara – me dije resuelto. En pleno vuelto me acercaría a la jefa de cabina, para explicarle la situación. De seguro me entendería y solucionaría éste impase.
Mis piernas no se sustentaban, por lo que traté de moverme sólo con mis brazos, sosteniendo mi cuerpo en los respaldos de los asientos como un minusválido  mientras de mis caderas colgaban mis extremidades inertes.
El único pasajero que se encontraba conmigo en el avión, era un abuelo de cara alegre y rojiza, a pesar del día nublado. Sus ojos me observaron con desconcierto y recelo. No tengo tiempo para explicaciones. Tampoco intentó ayudarme, pese a todo lo que me demoré en llegar al baño y lo costoso que fue entrar en él. Cuando giré la perilla, respiré con alivio. El sonido externo se perdió tras la puerta. Tras un instante de tiempo que me pareció una eternidad, decidí salir, pues me estaba ahogando. Al parecer la jefa de cabina, había notado mi ausencia, y tan pronto me vio se dirigió a mi encuentro. Cerré la puerta violentamente. Fui sorprendido, no podría soportar el costo de mi falta.
La mujer intentaba forzar la puerta y daba golpes en la puerta obligándome a salir. Cerré los ojos y esperé. Tras un breve rato, sentí su voz muy cerca de mí, incluso podía sentir su mano en mi brazo que me remecía, mientras me repetía, señor, señor… no tuve alternativa y al abrirlos, me encontré con su sonrisa, y agregó “debe ponerse el cinturón, estamos por despegar”.
********
Página 1 / 1
Foto del autor Esteban Valenzuela Harrington
Textos Publicados: 169
Miembro desde: Apr 15, 2009
0 Comentarios 579 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

A veces las cosas se complican

Palabras Clave: avin

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



Comentarios (0)add comment
menos espacio | mas espacio

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy