Llaves secretas y caminos ocultos,
necesito un juego que nos haga pensar...
Por muchos cálculos quiero desgarrar,
quedarme sin respirar hasta sentir que me elevo,
perder esperanzas y sorprenderme peleando.
Hoy hay más penas que lo normal,
impulsaré mis piernas hacia ese lugar
donde gritó por última vez
y un gemido dejó a todos perplejos en la noche oscura de un maldito octubre.
Ahora lo sueñas,
algún girasol se seca
¿acaso esa era su pesadilla?
Le fingiré anhelo,
aumento de serenidad
hasta que me marque la hora justa el reloj
y ya no contemos con su canto infantil.
El viento consume sus deseos de querer alejarse,
el aburrimiento que captan sus ojos
una pupila casi inexistente
y le dejaré en soledad sin un consuelo
bajo la estrellada frontera de las quimeras destrozadas.