Las aventuras de Pedrito
Publicado en Feb 09, 2015
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Las aventuras de Pedrito
Galán famosísimo, según él dice que fue o quién dice que sea; esta es su historia por haber sido pródigo en amores. El deseo de contar sus historias me nació de haberlas estimadas por buenas, por eso ruego al destino me ayude a tomar mi pluma y pueda  escribir  sin que se cansen mis manos. Seré como un cronista de lo que oí y supe, para que todos vean que no es necesario rostro hermoso, él solo con su discurso de calidad, enamoró a mujeres humanas y divinas.
Escuchando su historia me puso en obligación su relato esbozado, y mi pluma  encontró la ocasión para descubrir su nombre y su rostro, para que vean como es de él, la suerte del destino, que en aquel que toca; para siempre gana.
Si vos lo conocieras pensarías ¿Cómo es posible qué señoras, señoritas, reinas y princesas caigan rendidas a los pies de Pedrito? que con su lenguaje simple y sencillo gana tan solo con la mirada.  Lo único que queda por pensar es que a él se lo habrá de querer por la fuerza, porque si uno mira a Pedrito puede ver que no es un hombre perfecto, sus manos castigadas por el trabajo, su figura no es precisamente la de un héroe mitológico, sin embargo Pedrito desde el principio de su juventud lleva en él, los caprichos del destino, la estrella favorable de los elogios en la miradas femeninas. 
Así nos cuenta que a la edad de trece años roba su primer amor, una vecina suya, rubia, de trenzas largas, de ojos verdes, de unos dieciséis años se enamora perdidamente de él, al principio era todo como un juego, así como juegan los niños, después ella lo convence a Pedrito para que hable con su padre (de Pedrito) y entre los dos le pidan a la familia de ella, le dejen llegar a su casa como el novio. La primera de las respuestas del padre de Pedrito fue la risa, después con la mucha insistencia, el enojo pero como la gota orada la piedra, tanto lloró, suplicó, prometió buena conducta Pedrito que al final ganó.
El padre y el hijo se pararon frente a la puerta del alemán para después recibir un portazo; después de eso la niña no se rendía, el niño menos, un día de esos, ese juego de niños casi llega a ser un juego de adultos. En el preciso instante en que Pedrito pensaba pasar a los hechos, el padre de ella los descubre, Pedrito sale a correr con los pantalones casi por el piso por los campos, el alemán por atrás, algo le gritaba, no se sabe que. La niña quedó roja como un tomate, su enamorado; desaparecido. Por un buen tiempo Pedrito desapareció y no se lo volvió a ver por ningún lado.
Cuatro meses después, el alemán con la niña de trenzas largas de la mano parados frente a la casa de Pedrito, pidiendo se haga cargo del embarazo, Pedrito jura y perjura que sólo la tocó con la mano y que nunca pasó de ahí, ella jura por todos los santos del cielo que fue él, el único que la tocó. A Pedrito no le queda otra que el casamiento, se hacen los arreglos para después del nacimiento, mientras tanto los tortolitos se quedan en la casa del alemán, Pedrito aprovecha y por primera vez, prueba las delicias del amor, después de esto nunca más dejará este vicio.        
Bajo la tutela de la niña de trenzas largas, así se va haciendo diestro y bien disciplinado en las armas del amor, fue desde niño un soldado con la espada, que lo consagra como varón.
Cuando nace el bebe tiene únicamente los ojos verdes de la madre, del padre la piel y por la mescla algo oscura y unos rulos que todos se sorprendieron, Pedrito se dio cuenta que no era el padre, los otros también, Pedrito salió corriendo ofendido por la estafa.
La escapada lo  dejó en Buenos Aires, solo con algunas monedas, en plaza Constitución conoció una mujer de unos cuarenta años o más, después de algunas horas de charla se lo termina llevando a su casa, era una mujer soltera, sin hijos. Un poco conmovida por la historia de Pedrito, otro poco por ángel que llevaba que lleva adentro,  no le queda otra que enamorarse de Pedrito.
Así nace esta segunda historia, Si Pedrito ya había tomado clases con la hija del alemán, la veterana le enseña lo que faltaba.
Mientras estuvo con esta señora nuestro amigo no trabajaba, salía poco de la casa, ella lo atendía como aun rey, cumplía con todos sus caprichitos, a cambio de esto él le ofrecía toda la fuerza de su juventud casi inagotable.
Después de dos años de entrenamiento en el arte de amar, un día Pedrito ya aburrido de siempre lo mismo, decide salir un poco, ella se niega, el insiste, llegan los gritos, las recriminaciones, los pases de facturas.
Pedrito otra vez huyendo en la oscuridad de la noche, escapándose furtivamente, casi en secreto, ella lo ve salir cuando gana la calle, a los gritos le pide perdón, llorando le dice: si fue verdadero el amor, no es tan justo premiarse así todo el ofrecimiento recibido, seguro te irás con otra, pero como en esta gloria con ningún otra disfrutaras.
Pedrito a lo lejos  le respondió: Seguro encontraré otras con menos fortunas que vos, pero seguro estoy no le faltaran dotes a su alma como te faltaron a vos. Después de esto desapareció en la oscuridad de la noche.
Así conoce a la gitana que apenas lo ve se enamora de él, ella lee la fortuna mirando en la palma de su mano y le dice que un gran mal lo asecha, le dice que él está huyendo de ese mal, que muy pronto si alguien  no lo ayuda, esa misma noche morirá.
No sabemos si la gitana adivinó que estaba huyendo o si se dio cuenta de esa situación por el bolso que llevaba o si lo delató la cara de preocupado; tampoco sabemos bien, si él aceptó irse con la gitana por la premonición del peligro que lanzó la gitana o si se fue con ella porque era muy hermosa de rostro y de muy bonita figura, la cuestión es que la gitana cuidó de Pedrito por el tiempo de un año, hasta que un día, otra gitanilla vino a visitar a su amiga, encontró a  Pedrito solo en la casa, su amiga no estaba, por horas hablaron, ella le contó de su vida, sus anhelos, sus proyectos, le habló de sus gustos, después él le contó de sus aventuras, como se escapó del alemán, sus idas y venidas. No sabemos si la gitanilla se enamoró de Pedrito por la estrella que lleva en su pecho o  por alguna otra causa secreta que nosotros no conocemos, la cuestión es así,  la gitanilla lo convence a Pedrito y esa misma tarde se escapa con su nueva compañera.
Esa misma noche después de una rica cena romántica Pedrito quiere consumar su nuevo amor, ella también, pero el amigo de Pedrito se niega a la consumación.
Después de varios intentos fallidos en varias noches consecutivas, la gitanilla piensa que esto es un maleficio, arrogado desde su antigua amiga, en venganza por el robo.
La gitanilla no duda en ir a ver a una gitana vieja para que lo “limpie” a Pedrito.
Dos horas de viaje, tres colectivos y un remis  fueron necesarios para llegar hasta donde vivía la vieja gitana.
El ranchito se sostenía de milagro, parecía que ya se caía, un perro flaco dormía en la puerta y un loro en un árbol en la entrada daba la voz de alarma.
El loro gritó, el perro se levantó alerta, la vieja salió, a penas vio a la joven levantó los brazos en señal de bienvenida y a los gritos, casi llorando repetía el nombre de la joven, la apretó contra su pecho, luego la separaba un poco la auscultaba de la cabeza a los pies, la apretaba de nuevo, así un buen rato hasta que se calmó.
La gitanilla contó la historia de Pedrito, la vieja lo miraba sorprendida. Trajo su mazo de cartas lo puso sobre la mesa, le pidió a Pedrito que cortara el mazo con la mano izquierda, él obedeció. La primera de las cartas: El rey de copa. La vieja hace un gesto de afirmación. La segunda carta: El as de espada. La vieja se tapa la boca para no gritar y abre los ojos grandes. Saca la tercera y última carta: El as de corazones. La vieja, respira.
Dice la vieja gitana: La primer carta habla muy bien de Pedrito, cuenta su pasado, presente y su futuro  (mirando a Pedrito) siempre levantará la copa de la victoria, tendrá caídas pero al final levantará su copa y esto, lo que hoy le pasa es sólo pasajero, la segunda carta es un tanto oscura en tanto no dice claramente que, la espada siempre tiene dos lecturas una positiva y la otra negativa, por algo es de doble filo, la espada es un arma  y siempre implica peligro o el uso de la fuerza.  Algunas veces las cartas no cuentan todo y sólo nos ponen en alerta.
Tal vez el peligro venga por el lado del corazón dice mirando la última carta: Una cuestión de amor puede ser peligrosa  para él (mirando a Pedrito)
Después de eso la vieja se levantó, tomo una rama de laurel y le daba pequeños golpecitos por todo el cuerpo mientras decía alguna oración, en tanto  le tiraba bocanadas de humo.
Después de esto Pedrito recuperó la fuerza de su juventud y nunca más, según él y nosotros le creemos volvió a tener problemas con el más fiel de sus amigos.
Si ustedes me preguntan cómo es hoy  Pedrito, ya con más de cincuenta años, les digo que mi amigo sigue tan ganador hoy como ayer.
Ya no digo lo que me dijeron, si no lo que mis ojos vieron, siempre a la caza y la pesca, él con pequeña ventaja tiene ganado de mano el oído de las chicas.
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Descripción

relato

Palabras Clave: Pedrito

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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