Estoy divagando, en tierras negras llenas de oscuridad… en sentimientos viejos que ya no son más que cascarones de un amor que murió, un sentimiento flotando en un océano de buenos recuerdos… que bello lugar, que intenso se siente, ese olor, podría jurar que es de tu perfume, pero como recordarlo, como puede estar tan pegado a mi ropa a mis recuerdos?..
Debo cuidar que tiro al fuego, sus cenizas me perseguirán para siempre como un cuerpo su sombra, son demasiados los fantasmas que me acosan haciéndome preguntas, apenas puedo dormir, tal vez me convertí en mi propio prisionero o es que mi mente me está jugando malos ratos. Que mierda!
Empiezo a comprender muchas cosas, esa chica que me acosa por las noches no es más la chica de hace un tiempo atrás, ella ha cambiado, solo muriendo… su forma de pensar, su forma de ser, podría jurar que su esencia desvanece junto a la mía… cada día mas irreconocibles, que ha pasado con sus esperanzas, con sus anhelos, con su amor! Esa chica que veía el mundo de colores ahora no es más que una sombra que se une con la mía y desvanece en la luz del día, poco a poco, día a día. Ambos somos presos de este amor que no puede ser más una realidad, somos de diferente dimensiones por lo tanto nuestros cuerpos no pueden tocarse, una situación tan dolorosa como el mismo tiempo, que corre sin dejar más que recuerdos…
Dolorosa situación para estos corazones apasionados, para estas almas conectadas que no pueden estar juntos, solo mirarse de lejos y desear estar juntos… pobres almas, pobres humanos, carnales deseos surgen de sus mentes… el deseo de tocarse, el deseo de un beso tan solo.
Simplemente, La historia odia la paradoja…