Entregarse no es rendirse, es aceptar las cosas tal y como son, dejarlas ser y esperar que fluyan nuevas cosas..............parece fácil, pero no lo es, igual con el tiempo he aprendido que de nada sirve luchar contra la corriente;ser obstinada o rayar en la terquedad me ha llevado por momentos de perdidas y dolor. Con el tiempo  se ven las cosas diferentes, se aprende que la felicidad y la tristeza son parte de la vida, que no podemos omitir ninguna de las dos cosas, que son momentos que tambien pasarán, que cada etapa es un cambio, un fluir de la vida que de alguna manera debemos afrontar; nadie vive permanentemente en plenitud y cuando hemos llegado al fondo de una situación cuando menos lo esperamos  empezamos a salir.Que es la vida, si no una lección diaria para aprender, la pena y la alegria tienen el mismo orden de importancia si nos concientizamos en aprender; todo empieza, pero un día todo debe terminar.
Definitivamente, el mundo sigue su rumbo, su ciclo y nosotros no podemos pretender dominarlo, o ignorarlo, quizá avancemos en una nueva conciencia para aprender a respetar la escencia de nuestro ser y con ello aportar lo mejor en este espacio que compartimos con los demás.